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Channel: Blog de la Biblioteca Regional de Murcia
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Vosotras antes molábais

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En el mundo de la música pop llega un momento en la carrera de todo grupo o cantante (siempre que no haya sido prefabricado por la industria) en el que tiene que tomar una decisión: seguir siendo minoritario y conservar su aura de íntegro artísticamente según el cliché de lo alternativo, o atender los cantos de sirena de las multinacionales que le prometen una carrera directa al estrellato de masas.


La cada vez más frágil e irrelevante línea entre lo indie y lo mainstream


 A las bibliotecas esa disyuntiva no se les da: o naces estrella o naces humilde, y ríete tú de la sociedad de castas de la India si pretendes ir a más, salvo que sea en la consideración de tus usuarios, gracias al trabajo del día a día de los profesionales que las regentan. Estas cosas no pasan en cambio con unas viejas amigas nuestras: las pequeñas biblioteca libres.

Ellas que nacieron en los suburbios, se podría decir que hasta en el underground, que basaban su existencia en el DIY (Do It Yourself, el "háztelo tú mismo"), quedesafiaron ordenanzas municipales en plan okupaspara invadir vecindarios,  y se enfrentaron al establishmentaburguesado de los gnomos de jardín: ahora se ven tentadas por el demonio de lo mainstream (agobio de anglicismos, oye).


Dos princesas Leia acudiendo a su pequeña biblioteca libre más cercana


Si es que lo de llevar ese libre en el nombre fue una provocación desde el principio, ahora que todos estamos más que vigilados, controlados y monitorizados. Tarde o temprano tenía que llegar quien se apropiara de la idea para fines comerciales, y ese alguien ha tenido que ser un payaso, concretamente Ronald McDonald. Él fue el encargado de inaugurar la primera biblioteca libre bajo la égida de la cadena de comida rápida McDonalds el pasado 8 de este mes en la ciudad norteamericana de Phoenix.

No sólo Donald Trump hace llorar a los niños, hay
más payasos que también provocan el mismo efecto

En anteriores posts hemos pintado a los gnomos de jardín con tintes un tanto siniestros y vengativos en su lucha contra las pequeñas bibliotecas libres, pero nada comparable a los payasos. En plena ola de invasión de payasos diabólicos (ya se han avistado hasta en Badajoz) y acercándose Halloween, lo cierto es que no creemos que las pequeñas bibliotecas libres hayan elegido el mejor momento para fichar por la multinacional McDonalds.

Hace sólo unos días la propia cadena de comida rápida decidíaretirar durante un tiempo a su payaso Ronald, ante el auge de los payasos siniestros.

El clown que ha atemorizado a Gijón recientemente


Y es que estudiándolo con detenimiento: ¿quién sale más beneficiado en este trato? Según los últimos datos, más de 45000 pequeñas bibliotecas libres han surgido a lo largo del planeta en los últimos siete años, su aceptación por parte de las comunidades es cada vez mayor, han conseguido hasta el tutelaje de sus hermanas mayores: las bibliotecas públicas, que como contábamos en Acto de contriciónlas están utilizando para expandir sus servicios. Mientras, la cadena de comida rápida McDonalds pasa por momentos delicados por la competencia tan feroz, las campañas promovidas desde la misma Casa Blanca contra la comida rápida y ahora le faltaba que hasta el Vaticano casi la excomulgue urbanísticamente hablando.




Puede que la multinacional del payaso haya financiado bibliotecas públicas, regalado libros con sus menús, y hasta lanzado líneas editoriales para fomentar la lectura entre los más pequeños. Pero no parece los más idóneo el aliarse ahora mismo con el imperio de la hamburguesa. Menos aún  hablando de fomentar la lectura.

Por nuestra parte no dudamos que la buena reputación que las pequeñas bibliotecas libres acumulan les permitirán mantener su imagen pública con dignidad, pese a estas amistades peligrosas. Pero mucho nos tememos que esto sólo puede terminar de una forma: más tarde o más temprano terminarán abocadas al cliché de lo indie.

Eso lo que hacen alguna estrellas cuando quieren reflotar sus carreras (y sino ahí está Lady Gaga, que de diva pop interplanetaria ahora opta por disfrazarse de indie). Por eso, por la mención a la estrella de Bad romance, los payasos inquietantes y lo de volverse indie: ¿qué mejor que cerrar este nuevo post sobre las little free libraries que con una figura como Klaus Nomi?

Klaus Nomi fue una figura de lo más peculiar. Contratenor alemán, maquillado y vestido como un payaso futurista, mezcló entre las décadas de los 70 y los 80 el pop con la ópera y los sintetizadores en un cóctel inclasificable, que aún décadas después de su muerte, sigue resultando difícil de ubicar y casi tan inquietante como que ver a Ronald McDonald promoviendo la lectura.




La calle es nuestra

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"La calle es mía", tras el debate de investidura arrancar con una frase como esta puede sonar provocador, pero tranquilos, no vamos a hablar de política, ni siquiera de urbanismo. El tiempo hace que todo se desvanezca, y es necesario recordar el sentido que tenía esta frase cuando Fraga Iribarne la dijo allá por 1976. Los resabios franquistas de la misma no es necesario evidenciarlos mucho, pero lo que sigue sorprendiendo es su actualidad.

El espacio público como espacio político está más disputado que nunca ahora que los populismos (vengan del signo político que vengan) están en auge y se postulan para defender los intereses comunes. Y ante este panorama, ¿por qué no hacerlo también las bibliotecas?




La hipotética toma de las calles por parte de las bibliotecas sería algo parecido a la acción artística urbana del colectivo artístico Luzinterruptus. Este grupo de artistas basan sus intervenciones en sembrar el asfalto urbano con objetos iluminados de lo más dispar. Iniciaron sus actividades en el 2008 en Madrid, interviniendo espacios urbanos con objetos iluminados que denuncian problemas de los ciudadanos que las autoridades no atienden.

Sus intervenciones se consideraban ilegales, puesto que no pedían autorizaciones municipales para hacerlas (su frase: "Dejamos nuestros destellos de luz encendidos... para que otros nos los apaguen...", lo dejaba claro). Pero en Toronto, que es donde desarrollaron esta invasión libraria, lo han llevado a cabo con todos los permisos en regla. ¿Perderán la carga de crítica social? esperemos que no, lo que no pierden desde luego es su poder de fascinación.




En 2015 instalaron espacios del Madrid nocturno con tapas de váteres iluminados que actuaban como marcos para páginas impresas. Hubiera sido una buena publicidad para nuestra campaña de ¿Lees en el baño?, o una llamada de atención sobre la porquería en que alguno se empeñan a convertir a la cultura; pero en realidad se trataba de una crítica a la conocida como Ley mordaza.


Afortunadamente su acción en las calles de Toronto no admite otra lectura que no sea la del homenaje, la de la reivindicación del poder de los libros que son los que deberían iluminar las calles, y sobre todo, las mentes.

Un momento, como el actual, en que la guerra de las aceras entre peatones, bicicletas, terrazas y otros artilugios rodantes está protagonizando el debate urbano resulta de lo más oportuno que también los libros tomen las calles.





Literatura versus tráfico, así de titula esta intervención de las calles torontonianas gracias a la cual la letra impresa hacía suyas las calles para entregárselas a los peatones, a los lectores. Nos recuerda a lo que decíamos en nuestro BibliOkupa: "colonizando espacios ciudadanos para que nadie se quede sin cultura", y los 10.000 libros iluminados que tomaron las calles de la capital canadiense, en la Noche blanca del 30 de septiembre, son la mejor representación de este eslogan, y la mejor reivindicación del papel de la biblioteca en el espacio urbano.


En mayo del 68 (ese tiempo en el que algunos siguen instalados) se decía que bajo los adoquines de las calles de París había una playa. Tras la intervención de la francófona Toronto se podría decir por encima del asfalto y del cemento siempre deberíamos tener a la literatura.



Literature vs. Traffic. from lmartinez on Vimeo.


Fuente: Ebook Friendly

puZle 2016 [septiembre]

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Rómpete la cabeza pinchando en las letras verdes


Quedaría bien resumir el mes de septiembre en el blog con un clásico como El final del verano del Dúo Dinámico, pero sonaría impostado. ¿Quién en Murcia puede cantar con convicción algo así cuando los termómetros han rondado en octubre los 30 grados?

En esas circunstancias seguir guandando la ropa interior en el refrigerador, como hacía Marilyn Monroe, no es ninguna tontería. Con Marilyn y su lencería bajo cero empezábamos el mes, y nos servía para presentar la colección verano-verano de ropa interior bibliotecaria. Un desfile de libros refrigerados y frases bibliotecarias impresas en braguitas y calzoncillos que puede servir como demostración empírica de que Leer es sexy (los cuerpos que los luzcan también son un factor a tener en cuenta para que eso sea así).

Pese a empezar tan obvios (es lo que tiene el calor) enmendamos un poco la cosa poníendonos románticos; pero sin pasarse porque: ¿puede ser realmente romántico el reggaeton? Romántico, romántico no sabemos, pero que sirve para fomentar la lectura de poesía lo descubrimos en:¿Qué es poesía?Poesía eres tú perreando reggaeton.



Con tanta agitación poético-libidinosa-musical nos vino bien saturarnos de azules. Azul mar, azul cielo, azul pitufo, azul de Kieslowski, azul de Terciopelo azul, azul como un color cálido...  Nos envenenamos de azules en un post que, aunque quede mal decirlo, nos quedó de lo más cool.




Y no sabemos si cool o fachoso, pero el post que más visitantes atrajo fue uno con vocación de espejo; de espejo de feria concretamente. Nos atrevimos a poner espejos de feria, de esos que te deforman, que te reflejan ridículo o monstruoso. Y ¿a quiénes pusimos delante de los espejos? Pues a todos los murcianos, así en bloque, y estudiamos detenidamente si nos merecemos o no la imagen que nos devolvían. Fue en¿La BRMU como biblioteca de un nuevo Lepe? un repaso a unos cuantos estereotipos clásicos y renovados en torno a los murcianos que parece que están conociendo un rebrotar inédito en las redes, y que pueden convertir a Murcia en la protagonista de un chiste infinito.




Y en consonancia con los aires marinos del mes (el color azul, el reggaeton, el final del verano, el calor, los chistes) cerramos el mes encendiendo el faro. Concretamente elFaro de la Comicteca, una insinuación de lo que está por venir en la BRMU este otoño, si es que acaso se gana ese nombre la estación este año.

Eligiendo tu destino: la vida no es un videojuego

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En El juego de Hollywood, el personaje interpretado por Greta Scacchi desconcertaba al alto ejecutivo de la industria del cine que interpretaba Tim Robbins, al confesarle que ella no iba nunca al cine, ni veía películas, que prefería vivir la vida real y no vivir por delegación (más o menos, no es el diálogo exacto pero sí el sentido). Hoy día la pintora que encarnaba Scacchi en esa película de 1992 sería aún más marciana de lo que resultaba entonces.

Aquí estamos deseando tener una sala (y colección) de videojuegos, pero no por eso comulgamos con convertir la evasión en el centro de nuestras vidas. Se habitúa uno a evadirse, a despegarse de la realidad, a destruir villanos y criaturas infernales a través de la pantalla, y mientras tanto los monstruos reales siguen implacables medrando para hacerse con el mundo real.


Escena del documental Farenheit 9/11 de Michael Moore, 
en la que un soldado norteamericano en Irak muestra los cascos que lleva
para escuchar heavy a todo volumen durante las batallas.
La realidad imitando a los videojuegos.



Por eso nos interesa, y mucho, la compañía finlandesa de desarrollo de videojuegos Remedy Entertainment. Esta compañía está detrás de una innovación en el mundo de los videojuegos que nos reafirma en lo que en la BRMU pensamos cuando queremos incluirlos en nuestra oferta. Con su juegoQuantum Break han dado un paso más allá en esto de convertir en toda una experiencia el hecho de jugar digitalmente. El juego supone un nuevo acercamiento al entretenimiento transmedia tan en boga. Combina partes rodadas en imagen real con las digitales del videojuego, y es el jugador el que decide el argumento según tome unas decisiones u otras.

Se trata de un juego de acción, aún no sabemos hasta qué punto podremos sacarle jugo para nuestras aviesas intenciones bibliotecarias; pero cumple lo que ya es un clásico: una escena ambientada en una biblioteca. Va siendo hora de que vayamos haciendo recuento de las escenas bibliotecarias detectadas en videojuegos; y eso que no lo hemos hecho adrede simplemente nos hemos ido topando con ellas.


La biblioteca de Gears of war antes de saltar por los aires


En Biblioteca gore era la del juego Gears of war, en Videojuego de biblioteca era el juego de los Cazafantasmas, y enPerpetuando estereotipos, destrozando bibliotecasno era un videojuego sino la película de Spiderman, pero el resultado era el mismo: ambientar escenas en bibliotecas para destrozarlas con saña.

A ver que no nos vamos a poner ahora tiquismiquis, que se trata de acción trepidante y de entretenimiento sin más, pero también podían utilizar el escenario bibliotecario como en tantas películas de aventuras: como lugar del que partir hacia la aventura por descubrir secretos que esconden sus estanterías. Ahora que se ha celebrado una Jornada sobre futuros profesionales en la Biblioteca Nacional, es el momento de proponerles finales alternativos a los creadores de videojuegos, que cuenten con los bibliotecarios; después de todo somos los que convivimos día a día con todas las historias del mundo.


No es un lector de RFID (etiquetas de radiofrecuencia que ponemos en las bibliotecas).
Es un detector de residuos ectoplamásticos en la escena de la Biblioteca de Nueva York
 en el videojuego de Los Cazafantasmas



Cualquier cosa antes que alienarnos fascinados por la irresistible tentación de destruir por destruir. Si se usaran más las bibliotecas cosas como el auge de los populismos no pasarían con tanta facilidad. Por eso apoyemos los videojuegos, disfrutémoslos, que salgan muchas bibliotecas en ellos, pero que el objetivo no sea siempre hacerlas saltar por los aires. Es más dificil construir que destruir, menos impactante, menos sencillo: pero a la larga es el único camino posible para progresar.








El camino al infierno está pavimentado de buenos libros

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El actor y modelo Huang Xiaoming promocionando el bookcrossing en el metro de Beijing:
¿interés por la cultura o postureo máximo?



Uno (y quien dice uno dice todos los implicados en el asunto) se devana los sesos intentando promocionar la lectura, romper las barreras para hacer que los libros lleguen a sus lectores, ingeniando campañas y acciones para que no se diga que no se lee. Y luego va la realidad y te desbarata los planes.

Es lo que les acaba de pasar a una sociedad afincada en Beijing que en un intento por promocionar la lectura han querido emular la iniciativa de la actriz Emma Watson. Hace unas semanas se hacía viral (¿hay algo que no sea viral en estos días?, bueno sí lo de siempre: el pensamiento inteligente) la noticia de que la que fuera protagonista femenina de las aventuras de Harry Potter había diseminado libros por estaciones de metro de Londres en un bookcrossing que las bibliotecas llevamos practicando desde hace mucho, pero que algunos medios parecieron descubrir por primera vez con esta noticia. En fin, ponga a un famoso en su vida.


Emma Watson de incógnito en el metro de Londres


Xu Jinglei, otra de las celebridades
chinas que han promocionado la
campaña

Pero a lo que íbamos. The Fair, que así se llama la sociedad, repartió libros en los asientos de los vagones de metro de la capital china esperando que los viajeros disfrutasen de las lecturas que encontraban camino de sus destinos. Concretamente más de 10.000 libros distribuidos en el metro, en paradas de taxis y aeropuertos de las ciudades de Biejing, Shanghai y Guangzhou. Estrellas chinas como el actor y modelo Huang Xiaoming o la también actriz y directora de cine Xu Jinglei apoyaron con su imagen la campaña; las principales editoriales del país se sumaron al proyecto: pero tras tanto esfuerzo los resultados no han terminado siendo los deseados.

¿Cuál ha sido el fallo?: que los viajeros entendían al ver los libros sobre los asientos que se trataba de propiedades de otros viajeros que reservaban plaza en los vagones, con lo cual no se atrevieron a sentarse, ni mucho menos a cogerlos para leer. Las protestas no tardaron en darse, y muchos libros terminaron apilados junto a las papeleras de las estaciones.

Déjame en paz, la exitosa novela del
"enfant terrible" de la literatura china
Murong Xuecun

A nosotros nos recuerda mucho a lo que pasa en nuestras salas en épocas de exámenes. El despliegue
insolidario de apuntes, libros y demás objetos ocupando plazas vacías que nos proporciona no pocos quebraderos de cabeza a los bibliotecarios. Pero volviendo a lo que nos ocupa, una pena que en la que se está postulando como primera potencia mundial del XXI una campaña masiva a favor de la lectura tenga resultados tan poco alentadores. Como ha declarado el escritor chino Murong Xuecun, sus compatriotas están inmersos en una economía de mercado salvaje en la que la lectura no cotiza precisamente al alza entre sus intereses. El placer de la lectura no parece figurar entre sus intereses más inmediatos.

Tras el triunfo de Trump, el Brexit y el auge de los populismos, sólo faltaba el desinterés por la lectura de los habitantes del nuevo imperio para terminar de confirmar el estatus de profetas de Golpes Bajos con sus malos tiempos para la lírica. 

Imagen del gran ojo que protagonizará la fachada de la biblioteca de Tiajin
(mientras que no sea el ojo del Gran Hermano todo irá bien)



Pero no caigamos en el derrotismo, puede que la campaña de bookcrossing haya fallado, pero otras noticias procedentes del país asiático. En la ciudad china de Tiajin se va a construir una gran biblioteca de 34.200 metros cuadrados cuya fachada simulará un enorme ojo, los libros se ordenarán en estanterías adaptadas en forma de terrazas que simularán el aspecto de un paisaje topográfico; y en el centro del espacio un auditorio que dará una visión de 360º de la construcción. Según los arquitectos holandeses encargados de su diseño se trata de crear un espacio social orgánico. Así que después de todo puede que la campaña en el metro haya fallado, pero la lectura y las bibliotecas no tengan la batalla perdida en el que puede convertirse en el nuevo imperio mundial. 



Vista del interior de la gran biblioteca que se inaugurará en 2017


Desde luego si aplicaran la misma disciplina y dedicación que los jóvenes de la escuela de lucha para niños Shaolin Tagou que aparecen en el último vídeo de Genera8tion con M.I.A.: no cabe duda de que el futuro pintaría un poco menos negro. Tal vez si fuera con libros el imperialismo chino conseguiría resultar algo más amable a la hora de colonizarnos. Pero vamos a callarnos ya; que una vez más estamos pavimentando el camino hacia el infierno de buenas intenciones.








Cómics con aura

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Hace ya un año de Bibliofrki, y ya parece que hace un siglo
de tanto como lo echamos de menos


Facebook no ha parado de recordarnos durante esta semana que hace un año que celebramos Bibliofriki. Confiamos que en 2017 podamos volver a programar una nueva edición, pero mientras tanto nos vamos entreteniendo con la reciente remodelación de la Comiteca que aún guarda varias sorpresas en la manga (manga de vestir, que no de cómic).

Pero nuestra antena friki nunca descansa. La última noticia que une el universo Bibliofriki con las últimas tecnologías son la gama de juguetes tecnológicos que han desarrollado entre Disney y la compañía Sphero. Desde el pasado 30 de septiembre están en el mercado las pulseras denominadas Force Band, con las que es posible controlar mentalmente, cual caballero Jedi, diferentes objetos.

Force Band, la pulsera que 
te da la Fuerza


Desde el redondo robot de la última entrega de la saga, BB-8 hasta espadas láser; pero la mejor adaptación práctica del poder de la Fuerza ha sido el hecho de adaptarlo al hogar. De esta forma cual Obi Wan Kenobi, o Lord Darth Vader (según nos posicionemos a un lado u otro de la Fuerza) es posible controlar pequeños electrodomésticos caseros, e incluso abrir las puertas sin ni siquiera rozar el pomo. Todo ello es gracias a la tecnología IFTTT que transforma a las pulseras hasta ahora ideadas para hacer el friki, en auténticos mandos a distancia con los que controlar dispositivos mediantes gestos.




I am your father, el documental friki sobre
el actor bajo la máscara de Darth Vader

 ¿Quién cuando ha sido crío no ha soñado con algo así? Pero los bibliotecarios sin ser precisamente críos (al menos físicamente, mentalmente ya es otra cosa) nos encantaría contar con ello en nuestro trabajo diario. ¿No habrá forma de incorporar la susodicha tecnología en los libros para que así los pudiéramos colocar a través de la Fuerza? Existe el RFID (la radiofrecuencia) con la cual se supone que cuando lo tengamos todo activo, la mayoría de nuestras colecciones ya están radiofrecuenciadas: podremos detectar si un documento está mal colocado. Pero no, lo que queremos es magia, como la de Mary Poppins de los niños recogiendo la habitación, o la Bruja novata dándole vida a las armaduras en la batalla final. En fin, ¡cuánto daño ha hecho el cine, la televisión y los cómics!

En la relanzada Comicteca de la BRMU por supuesto tenemos todos los cómics de Star wars (o pocos faltan) pero aún nos queda por practicar y controlar algo más la Fuerza. Por eso de momento nos quedamos con algo más cercano, pero no por ello menos alucinante. Estamos experimentando con la realidad aumentada para añadir"valor añadido" a algunos comics, y que la visita a la Comicteca vaya acompañada de algo más que el placer de leer las viñetas.


El Little Nemo que da la bienvenida a todo al que se acerca a nuestra Comicteca


Si quien da la bienvenida a la misma es la edición facsímil en gran tamaño de Little Nemo (expuesta en un atril) resulta oportuno que algunos cómics lleven a ese mundo de los sueños incluso antes de abrirlos. ¿Tendrían en mente los creadores de la aplicación de realidad aumentada, Aurasma, el concepto de aura de la obra artística que desarrolló Walter Benjamin?

Según el filósofo alemán la obra artística perdía su aura ante el empuje de la técnica y la reproducción en serie que inventos como el cine o las grabaciones sonoras (o sin ir más lejos la industria del cómic) impusieron a principios del siglo XX. De este modo la creación artística llegaba a las masas a costa de perder su carácter de experiencia única y exclusiva; de extraviar por el camino de su reproductibilidad técnica todo el ritual que la hacía única. Y esto lo decía a principios del siglo pasado, ¿qué diría hoy día cuando los conceptos de original y copia han perdido todo el sentido?

Pues bien, sería toda una blasfemia decir que el aura que a partir de ahora van a llevar algunos cómics de nuestra Comicteca, gracias a la realidad aumentada: suponga una recuperación de ese aura al que se refería Benjamín, pero lo que no resulta nada osado es decir que simplemente seguimos el signo de los tiempos.



En breve, descargándose la app gratuíta de realidad aumentada Aurasma, cualquiera que tenga un smartphone podrá descubrir los secretos que guardan algunos cómics selectos de nuestra Comicteca con sólo enfocar sus portadas.

Manténgase atentos a sus viñetas/pantallas, en breve la Fuerza del noveno arte se verá ampliada en sus pantallas móviles. Mientras tanto para ir abriendo boca, hemos "enriquecido" el delicioso cómic Una chica Dior con nuestra Pasarela BRMU, y aquí está la prueba:







Nota. Si quieres probarlo sin esperar más puedes hacerlo aquí mismo en el blog. Puedes bajarte la aplicación Aurasma (en Google Play) no hace falta registrarse. Localizas la cuenta comictecabrmu y te haces seguidor, y una vez hecho: enfoca con la pantalla de tu móvil la portada del ejemplar de Una chica Dior que tenemos en nuestra Comicteca, y aparece debajo. La primera experiencia de realidad aumentada de la BRMU surgirá en la pantalla de tu móvil.





Si eres de la BRMU, que se entere el mundo

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Nos han tomado la delantera, pero en esto no nos importa que nos adelanten, se trata de una carrera de fondo y queremos que corras con nosotros.


Llevamos tiempo barruntando la idea de convertir a nuestros usuarios en ¿influencers?, ¿prescriptores? (no nos gusta ninguna de las dos) de los fondos de la BRMU.

En Madrid lo hacen con la campaña Si lees, dilo. Como bien dicen en un momento en el que hasta está bien visto proclamar con orgullo que no se lee, esta campaña pretende dar el valor suficiente a los que llevan la contraria para que a través del hashtag#Yosíqueleo declaren públicamente su afición, tal cual como un alcohólico en una reunión de terapia. La diferencia es que no se trata de dejarlo, sino de convencer a otros de lo bueno que resulta.

La campaña de Si lees, dilo tiene el objetivo de extenderse por todo el país, así que es de esperar que Murcia no sea una excepción; pero por si acaso nosotros vamos adelantando trabajo.

Más de una vez hemos insistido en que la biblioteca del siglo XXI es el único centro cultural en el que es posible encontrar de todo, para todos. Los museos se especializan en su materia correspondiente, las filmotecas en el cine, los teatros en espectáculos en vivo. Pero, ¿cuál es el centro cultural que tiene capacidad para dar a cabida a todo (libros, películas, música, arte y hasta espectáculos en vivo)?: pues está claro que las bibliotecas.


Usuarios ilustres de la BRMU en un homenaje a nuestro antiguo carné




Ya contamos con algún que otro seguidor que nos está ayudando mucho con esta labor de fomento de los fondos, actividades, y diversos proyectos que ponemos en funcionamiento; pero queremos más, muchos más. Sabemos que no es fácil, que igual da pereza, que uno se olvida por mucha buena voluntad que se tenga. Y es que sin ningún incentivo la cosa no es lo mismo.


El blog de la Biblioteca Bellvitge (Hospitalet de Llobegrat)
lo llevan los propios lectores que recomiendan fondos de la biblioteca



A lo que vamos, a aquellos internautas que quieran compartir sus gustos de lectura, cine, música, cómics de los cuales se proveen en la BRMU, les vamos a dar un trato preferente. Pero cuidado, que nadie se ponga en guardia tachándonos de clasistas, no podemos hablar de socios VIP, porque para nosotros todos nuestros usuarios son VIP: estamos hablando de agradecer de manera práctica a aquellos fans de la BRMU (que los tenemos) que quieran "infectar" al resto con sus gustos, elecciones, recomendaciones o decepciones a través de las redes.






Si eres de la BRMU, que se entere el mundo. Podría ser un eslogan, mucho mejor que Si eres de la BRMU, sal del armario, que con lo políticamente correcto que está el ambiente enseguida alguien se te molesta. El caso es que queremos agradecer a quienes nos ayudan a publicitar todo lo que tenemos de bueno, y por eso hemos creado un carné especial.

Con este carné nuestros presciptores (no nos gusta la palabra, pero "recomendadores" aún queda peor, y no digamos ya "voceros") tendrán más superpoderes aparte de los que da de por sí la cultura. Mayor número de documentos a retirar en préstamo, más plazo para devolución, y otros beneficios por colaborar en la difusión de la cultura. Es un primer paso para llegar a crear un carné especial que valore a nuestros más fieles seguidores, y en el que vayamos añadiendo más beneficios en el futuro.

¿Te animas a colaborar con nosotros? Es tan simple como hacer fotos de lo que te llevas en préstamo y compartirlo en Twitter o Facebook añadiendo @brmu; o comentar las actividades a las que has asistido o estas interesado. Queremos crear una comunidad virtual aún más grande que la que tenemos, y que tú amplíes tus contactos en el mundo digital. Pero, eso sí,  ahorrándote trolls y pelmazos digitales gracias a que el punto de unión entre todos serán vuestras inquietudes culturales.

En definitiva queremos que vivas la BRMU, en vivo o en digital, pero siempre intensamente.





"Los buitres", de Ángeles Vicente

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Hoy, 8 de marzo, hemos querido inaugurar la sección Dijes con una escritora un tanto perdida en la Historia de nuestra Literatura. En el Día Internacional de la Mujer os recomendamos las obras de Ángeles Vicente y muy en particular la que os traemos aquí: Los buitres.

Ángeles Vicente (en palabras del profesor Díez de Revenga) nace en Murcia en 1878 y aunque deja pocos rastros de su biografía “sabemos que emigra a Argentina siendo niña y que allí reside hasta 1906, fecha en que regresa a Madrid, se casa y publica dos novelas y dos colecciones de cuentos. En 1910 perdemos su rastro biográfico y ya nada sabemos de ella”.

Ángeles Vicente

Los Buitres, la obra que os recomendamos, es una colección de doce cuentos publicada 1908 que "presenta ideas innovadoras, presencia de la literatura fantástica y del relato espiritualista, ficción científica y fuerte censura social, como defensora de los derechos de la mujer, de su libertad y de su protagonismo erótico desconocido en la literatura de su tiempo, y menos surgido de la pluma de una mujer".

En este caso podéis disfrutar de la lectura sólo con pinchar en la imagen del libro que aparece debajo ya que, como otro servicio más de la Biblioteca Regional, la obra está incluida en nuestra Biblioteca Digital al formar parte ya del dominio público. Esperamos que la disfrutéis. Buena lectura.

Pincha en la imagen para acceder a la obra





"Murcia, entre bocado y trago", de Juan García Abellán

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Juan García Abellán nació en Murcia, el 23 de noviembre de 1923 y falleció en la misma ciudad el 15 de diciembre de 1997. Fue escritor, abogado, profesor universitario especializado en Derecho del Trabajo, académico numerario de la Real Academia de Alfonso X el Sabio y, sobre todo, fue un inquieto andarín observador que ha dejado para la posteridad (que tenemos la fortuna de ser nosotros) páginas y más páginas en las que encontrar el alma de la Región de Murcia retratada por un notable poeta, narrador, estudioso de costumbres y tradiciones, biógrafo y gastrónomo.


En Murcia, entre bocado y trago, García Abellán nos lleva de acá para allá por toda la provincia: Archena, Abarán, Calasparra, Moratalla, Mula, Ricote, Abanilla, Lorca, Jumilla, Aguilas, Mazarrón… Las tres partes en que se divide el libro (“Evocación de sabores con elogio de cocinas”, “Geografía de zurrón” y “De varia gastronomía”) la recorren hasta llegar prácticamente a todos los rincones y en cada lugar encuentra el autor motivos para despertar nuestra curiosidad sobre las costumbres y productos de la gastronomía local. Así el ajo, las olivas, los pasteles, las ensaladas, los vinos, los arroces, las pelotas, el pebre, el cordero, los pimientos, las talvinas, los cordiales o el mújol van pasando por nuestros ojos lectores reviviendo viejos recuerdos o descubriendo apetitosamente lo que ha venido creando el genio culinario de nuestros paisanos.



Quijotes y Sanchos del siglo XXI: resultados de la encuesta

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"y fuérzame la ley de caballería a cumplir mi palabra antes que mi gusto"
(Quijote I, cap. 31)



En el capítulo 31 de la primera parte de El Quijote, el caballero andante de Cervantes expresa con esta frase su dilema entre acometer la hazaña que le reportaría gloria, o darse al placer de visitar a su amada. En el caso de la BRMU, el dar los resultados de la encuesta (generosamente elaborada por Isabel Muñoz González) que lanzamos hace poco más de un mes, y publicar el nombre del agraciado/a en el sorteo de una cena para dos en el célebre Rincón de Pepe de Murcia (al final del post): ni es obligación, ni es una hazaña, es simplemente de justicia. Pero salgamos de dudas, ¿cómo somos los murcianos más Quijotes o más Sanchos?

Hemos recibido (vía web y presencialmente en nuestro buzón de Información) un total de 457 test completados;  y confiando en la sinceridad de los participantes podemos decir que la imagen de los murcianos es muy favorecedora.

El 65% ha obtenido entre 37 y 48 puntos, o lo que es lo mismo entraría dentro de la categoría de Defensor de causas nobles, que según el test se define como:

"Tiene tendencia al idealismo, al romanticismo y alberga buenos sentimientos hacia sus semejantes, pero no se deja llevar por arrebatos sentimentaloides y no se convierte en defensor de causas perdidas aunque hace lo que está en su mano por ayudar a los demás. Su sentido del honor le mantiene la cabeza alta pero no dejará que se la corten por una cuestión de honra. Arreglará con tacto y diplomacia los entuertos de su camino."

¿Se ajusta esta descripción a esa idea vaga y voluble de lo que identificarías como carácter de los murcianos? ¿o simplemente es la imagen en la que nos gustaría reflejarnos a la mayoría? A nosotros que no nos miren, que aquí sólo estamos levantando acta, ni afirmamos, ni negamos, que en estas cuestiones digas lo que digas siempre te caen más palos que al pobre Don Quijote.


El segundo porcentaje más alto, un 32% que se situaba entre los 26 y los 36 puntos, un término medio que el test definía como personas caracterizadas por la prudencia, el sentido común, y el ir ¿cómo lo diríamos? un poco a lo suyo:

"Tiene los pies en la tierra y parece que le guían la razón y el sentido común. Es prudente y cuida bien, pero que muy bien, de sus intereses. Le gusta ir a lo suyo y no meterse donde no le llaman (ni donde le llaman según para qué). No se mete con nadie ni le gusta la polémica. Es práctico y no se hace demasiados problemas con lo que no está en su mano arreglar, o sea, los problemas de los demás"

Y el 3% restante, señoras y señores, se sitúa en lo más alto, entre 49-60 puntos; es decir en lo que sería un auténtico Quijote del siglo XXI. En fin, que el arquetipo del caballero andante que definió Cervantes en su obra  magna, no tiene mucha cabida en el XXI; pero tampoco hay de qué sorprenderse, es que tampoco la tenía en el siglo XVII. Al menos en eso, somos constantes:

"Menudo Quijote está usted hecho. Menos mal que ya no se usan las armaduras porque no se la quitaría ni para dormir. Está muy bien tener ideales, y luchar por las buenas causas. Y soñar, también soñar tiene su gracia, lo que no la tiene es tener que despertarse y darse de bruces con la realidad. Ponga los pies en la tierra y modere su entusiasmo. Ya tenemos jueces para luchar contra las injusticias y políticos que velan por nosotros...Bueno, la verdad es que se agradece que haya personas como usted que nos dejen seguir creyendo en la bondad."


Y ahora viene la polémica (bueno la verdad es que es para generar algo de expectación, pero la cosa no da para mucho) pero el caso es que ninguno de los cerca de 500 encuestados ha arrojado el resultado de ser un Sancho Panza del siglo XXI. ¿Simple postureo o que somos un pueblo disfrutón pero pese a ello idealista, generoso y entregado? Seguro que más de uno (y de dos y de tres, y de cuatro) calificaría de Sancho Panza a alguien que conozca (personaje público o privado), pero cosas de la vida, a ninguno de ellos le ha dado por hacer el test, o por ser sincero y reconocerse en esta definición:


"A lo mejor tiene buena estatura y no pesa demasiado, pero tiene un alma de Sancho Panza que no le cabe en el cuerpo. Le gusta la buena vida y los placeres sencillos y las únicas complicaciones que tiene son las que le crean los demás porque huye de ellas como de la peste. Es un poco cobardica pero por un amigo sería capaz de meterse en líos y hasta pasar por héroe. Sus intereses son más prácticos que teóricos. Lo de filosofar lo deja para otros porque su sabiduría es la del pueblo llano. Pero un poco interesadillo sí que parece ¿no?"

En fin, afortunadamente como ya decíamos enLa Murcia de cada uno: "cada vez, hay más Murcias dentro de Murcia", y por tanto, añadimos ahora: más tipos de murcianos. Ya advertíamos en la presentación del test, que se trataba de un cuestionario psicolúdico; y a partir de ahí, que cada cual le reconozca  credibilidad a los resultados, según su experiencia le aconseje.

 
Quién más de acuerdo estará sin duda, es la flamante ganadora de la cena para dos personas en el magnífico restaurante Rincón de Pepe, una auténtica institución gastronómica inequívocamente murciana sin necesidad de pasar test alguno. Se trata de (tópico redobles de tambores):

Alicia Claros Perona


¡Enhorabuena a Alicia! y al resto de participantes muchísimas gracias. Esperamos que al menos se hayan distraído un rato con otra forma de celebrar el aniversario cervantino desde la BRMU.


Exposición Miguel EN Cervantes. Del 2 de marzo de al 2 de mayo de 2017, ...

Souvenirs BRMU presenta: ¿Es la BRMU una biblioteca gay friendly?

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El logo de la BRMU con los colores del Orgullo gay, gracias a la aplicación
 con la que Facebook permite mostrar el apoyo al colectivo LGBT


Nos incomoda, como a muchos, el uso de extranjerismos gratuitos. Pero también es cierto que determinados anglicismos han calado tanto a la hora de describir ciertos conceptos, que en ocasiones resultan muy útiles.

Por ejemplo, ese gay friendly sobre el que interrogamos en el título de este post: que no viene a ser otra cosa que la manera que se tiene para calificar a lugares, personas, políticas o instituciones que están a favor del reconocimiento de los derechos del colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales). Si la BRMU es o no gay friendly, en cualquier caso debería ser respondido quizás por la asociación No te prives, que en nuestra Región representa al colectivo.

Y no sería ninguna cuestión superflua, si aprovechando que estamos en la semana del Orgullo gay, repasamos lo importante que las bibliotecas han sido para el colectivo a la hora de alcanzar la deseada normalización en las sociedades occidentales.

"Abraza a un homosexual", pionera iniciativa del colectivo LGBT

Nada menos que en 1971, la activista por los derechos de los gays Barbara Gittings, organizó la campaña Abraza a un homosexual (Hug a homosexual) en la convención de la ALA (Asociación de Bibliotecas Americanas) como una manera de dar visibilidad al colectivo, y reivindicar la importancia de su presencia en las bibliotecas. Con el consiguiente escándalo para muchos conservadores del sector.

Ya hablábamos en Donaciones interesadas, de cómo las asociaciones gays de Canadá efectúan grandes donaciones de fondos a las bibliotecas de su país, como una forma de sensibilizar a la ciudadanía sobre el respeto hacia sus derechos. Ese reconocimiento hacia el papel y la importancia que las bibliotecas públicas tenemos para ayudar en la concienciación sobre determinados asuntos; deja claro que los activistas del colectivo sí que han sido siempre libraries friendly.

La portada de la polémica
Pero volviendo a los Estados Unidos, todavía en 1992, una simple portada en la revista American libraries (Bibliotecas americanas) en la que aparecía una fotografía reivindicativa del colectivo, despertó tanto aplausos como críticas, por aquellos que sostenían que las bibliotecas estaban glorificando la homosexualidad.

Desde entonces, afortunadamente, se han dado muchos progresos. Ya en los ochenta (en plena irrupción del VIH) nació un tesauro para estandarizar terminología propia del colectivo, y así lograr encabezamientos "más amables" en las catalogaciones de la Biblioteca del Congreso. Hasta llegar a la Comisión del Arco Iris creada en 2010, para la elaboración de bibliografía recomendada a bibliotecas.

Global gay: cómo la revolución gay
está cambiando el mundo
Y es que está claro que cualquier colectivo que aspire a legitimar sus derechos, debe partir de un corpus teórico que le provea de argumentos. Así que un buen baremo a la hora de medir lo gay friendly o no que es una biblioteca, consiste en echar un vistazo a su catálogo.

En la Biblioteca Regional, si rastreamos en nuestros fondos, encontraremos desde obras que abordan la homosexualidad desde la sociología, la religión, la perspectiva histórica, el arte, la medicina, la psicología, la filosofía o incluso la música.

Y si indagamos por el lado de la teorías de género o las políticas queer (políticas marica o bollera: el colectivo gay ha sido maestro a la hora de invalidar al enemigo a través de la apropiación del lenguaje), contamos con los títulos más significativos de autoras como Beatriz Preciado, Judith Butler, Camille Paglia o Itziar Ziga, por mencionar sólo algunos nombres.



Pero por supuesto hay muchísimo más. Las películas, los cómics, la narrativa, hacen que el número de obras que abordan la cuestión de una manera u otra; requerirían de una búsqueda casi estantería por estantería.

Incluyendo por supuesto, libros infantiles. Títulos como Paula tiene dos mamás, Las cosas que le gustan a Fran, o el tristemente célebre Tres con Tango. Y no decimos que sea tristemente famoso porque su historia sea triste, todo lo contrario: sino por el gran número de censuras que lleva acumuladas en muchas bibliotecas.


La última, en las bibliotecas de Singapur, donde junto con otros títulos infantiles que buscan explicar a los más pequeños una realidad con la que tendrán que convivir: las autoridades han decidido destruir todos los ejemplares de la tierna historia de cómo dos pingüinos machos crían a un polluelo.

Por eso, pese a que en todos los Estados Unidos ya sea legal el matrimonio gay (algo de lo que nos podemos sentir orgullosos en nuestro país), a que el Papa Francisco haya abogado por el respeto desde la Iglesia, o a que en un país tan tradicionalista como México, se haya legalizado también la unión entre personas del mismo sexo. Mientras se siga persiguiendo y discriminando en cualquier rincón del planeta a un colectivo: las bibliotecas debemos estar presentes.

Y para poner algo de música a esta panorámica apresurada sobre la relación bibliotecas-colectivo LGBT, no necesitamos subirnos a ninguna carroza. Nada mejor que cerrar con el bellísimo tema de John Grant, Glacier. Su vídeo es el resumen perfecto de ese largo recorrido que se lleva librando desde hace décadas por algo tan básico, como es el respeto a la opción sexual de cada uno:




Souvernirs BRMU presenta: La bibliohamaca y el chapuzón

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Como cada julio, nuestro bibliobúses han iniciado sucampaña de verano. Los verdaderos pioneros en eso de la BibliOkupación de espacios urbanos, ya están recorriendo playas, y prestando a diestro y siniestro a pie de chiringuito.

Que las bibliotecas no son de fiar no lo vamos a descubrir aquí, aprovechamos la relajación estival y la atención despistada de la población mientras disfruta sus vacaciones, para intentar meterles la cultura de las formas más sibilinas. Si hay un hábito irrefrenable en cualquiera que esté de vacaciones, sea en la playa, en el campo o en la montaña: es la de tumbarse a la bartola. La imagen por antonomasia para representar las vacaciones: es la de una hamaca. Y en Francia, dos estudiantes de diseño en Artes decorativas en París, han desarrollado el no va más en esto de inducir a la lectura en vacaciones: la Bibliohamaca (traducción más que libre que hemos hecho de su nombre original).


No hay más que ver  las fotos para entender en qué consiste el invento. Amandine Lagut junto con su compañera Charlotte Thon, consiguieron fabricar su prototipo gracias a una campaña de crowfunding. El verdadero diseño primigenio de Lagut y Thon, es la Cheminambule, y consiste en un puesto ambulante que se desplaza a pedales,  y con el que, en un momento, se puede montar un agradable merendero para barbacoas o parrilladas, en cualquier plaza o espacio urbano. Pero la adaptación que más nos gusta de esta idea es la Bibliambule; en vez de un puesto de venta de comidas ambulante, una biblioteca ambulante que al abrirse despliega un total de 7 hamacas en las que tumbarse relajadamente a leer.



El invento ha tenido tal acogida, que algunas ciudades ya están encargando su Bibliambule, como prolongación de sus servicios de lectura. Como explican sus artífices, era una manera de hacer llegar la lectura de una forma divertida y ágil a poblaciones que en muchas ocasiones no son muy dadas a leer.

En Murcia con las temperaturas que gozamos la mayor parte del año (excluyendo el abrasador verano), la BRMU debería plantearse sumar a su flotilla de bibliobúses, unos cuantas Bibliohamacas. Los bibliotecarios conseguiríamos unas piernas estupendas para lucir en bañador; y nuestras plazas y calles estarían de lo más divertidas y lectoras.




Tipos de bibliotecas móviles hay muchos, y de los más peregrinos (Biblioburros en Colombia, Bibliodromedarios en Mongolia, las Biciclotecas en Brasil, los Biblioisocarros en la India, etc…), pero para completar la hamaca con el chapuzón posterior, optamos por la Biblioteca flotante de Minnesota (Estados Unidos). Con horarios establecidos y préstamo de libros, en mitad del lago Silver, es posible acercarse en kayak, canoas, patines o barcas, hasta la refrescante Biblioteca flotante. Como bien especifica en su normativa: se puede ir nadando hasta la Biblioteca, pero no se aconseja por las corrientes del lago, y porque una vez allí, no se dejará subir a los nadadores. Pese a ello, si algún valiente se atreve, no hay problema: los libros llevan fundas impermeables.

Queda claro tras revisar tales inventos, que por tierra, mar o aire, las bibliotecas no cejan en su empeño por fomentar la cultura. Así pues, mezámonos relajados en la hamaca al rico son de un cálido tema, por ejemplo de Caloncho, y disfrutemos mientras tanto de una buena lectura.



Cómo se hizo la Campaña #VivenenlaBRMU

Souvenirs BRMU presenta: No en mi nombre

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Cada vez más, lo difícil no es levantar la voz para protestar contra algo que nos repugna, lo realmente trabajoso es evitar que nos secuestren la voz y nos incluyan en esas mayorías silenciosas que tanto bien hacen al poder. Lo difícil es exigir que lo algunos vociferan nunca sea en nuestro nombre, que el que calla, no siempre otorga; y por eso llegado un punto, lo más importante es alzar la voz para evitar cualquier posible confusión.

Es lo que han hecho unas cuantas voces valientes en el reportaje de este fin de semana en el XLSemanal que se distribuye con muchos periódicos de toda España. Siete musulmanes que viven en España, alzan sus voces para que nadie se confunda. En tiempos proclives a la simplificación, a la demonización del otro, a la falta de matices en las confrontaciones de todo tipo, el que Rachid, Ferdaos, Zinar, Riay, Vian, Kenza, o Souhail declaren bien alto (en el XLSemanal, y muchos otros, a través de twitter con el hashtag #NoinMyName, No en mi nombre) que la barbarie, la locura del Estado Islámico que recupera lo más tenebroso del medioevo en el pleno siglo XXI secuestrando el Islam, no tiene nada que ver con ellos.

Nuestro compañero Rachid lo dice alto y claro


Rachid junto a nuestra ex-compañera
Nazaret, representando una pareja
para la Brújula para tebeos



Y aparte de lo necesario y esperanzador del reportaje, en concreto nuestra biblioteca tiene un motivo añadido para sentirse orgullosa. Nuestro compañero Rachid Mohyi es una de las voces más claras respecto a la infamia del fanatismo que una vez más corre el riesgo de estigmatizar a esa mayoría silenciosa de musulmanes, que a lo largo del planeta, abominan de esta barbarie.

Siete años lleva Rachid en nuestra biblioteca, siete años siendo ejemplo de lo fácil que es convivir y enriquecernos mutuamente sea cual sea nuestro origen.

En la novela Taxi, un auténtico éxito en el mundo musulmán que estuvo en nuestro recién clausurado Salón de belleza africano; las conversaciones del protagonista con los conductores de los taxis que va tomando para desplazarse por El Cairo, sirven de retrato social inmediato de muchas de las frustraciones, anhelos, miedos, deseos y problemas del mundo árabe. Su autor, Halid Hamisi, consiguió tomar el pulso a la realidad diaria del árabe medio, lejos de iluminados, y profetas de un nuevo régimen del terror.

Lo cotidiano siempre resultará la mejor vacuna contra el estereotipo que los integrantes de este Estado Islámico, junto con la connivencia sensacionalista de algunos occidentales quieren vendernos del Islam en su conjunto.

Por eso, grupos como el libanés Masrou’ Leila, consiguen traspasar con la belleza de su música mucho más allá, lanzando un mensaje de libertad y normalidad. Nosotros también tomamos ese taxi, viajando sin miedo camino del mejor refugio contra el fanatismo: una biblioteca. Como reza la letra de la canción: “puedes conducir o ser conducido, la elección es tuya”.




Souvenirs BRMU presenta: Queremos ser surcoreanos (28-01-2014)

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Una vez que han jubilado al calvo de la lotería, y que las burbujas de un conocido cava lucen con menos estrellas que antaño; llevamos tres navidades en las que la campaña publicitaria que más da que hablar: es la de una conocida marca de embutidos. El anuncio de la última navidad, no es que haya sido mejor que los demás (todos han estado a gran altura), pero sí que ha despertado un debate de lo más interesante.

Escultura de la Biblioteca Nacional para Niños y
Jóvenes adultos de Corea del Sur
Los avezados publicistas han sabido tocar la fibra sensible, pegando la campaña a la actualidad más rabiosa con: Hazte extranjero. Para unos, una emocionante forma de insuflarnos optimismo, y reivindicar lo que de positivo hay en el hecho de haber nacido donde hemos nacido; y para otros, una loa al conformismo, a la resignación de que, pese a todo, tenemos con qué consolarnos. Y tan comprensible es que se te escape la lagrimita con el anuncio, como que al mismo tiempo, critiques lo que pueda tener de conformista. Pero si hablamos de bibliotecas, nosotros lo tenemos claro: nosotros queremos ser surcoreanos.

Proyecto a competición para la construcción de la Biblioteca Pública
de la ciudad surcoreana de Daegu

No es que nos hayamos vueltos locos por el k-pop, ni por las telenovelas surcoreanas que tanto éxito tienen, es que el gobierno de aquel país ha decidido potenciar su sistema público de bibliotecas del 2014 al 2018. De las 828 actuales pasarán a 1.100 bibliotecas, y para ello, incrementará la plantilla de bibliotecarios, que pasarán de los 4.2 actuales, a los 6 profesionales por centro. Las autoridades lo tienen claro: las bibliotecas son progreso.

Todo ello en un país con una pujanza económica que lo convierten en una de las potencias mundiales para los próximos años; y en el que la presencia de la lectura digital, ha cobrado más fuerza al sustituir los libros impresos por digitales, en los centros educativos.


Otros proyectos presentados para la construcción de la Biblioteca de Daegu

Y como no hay dos sin tres, si a esto unimos una de las conclusiones que se extraen del estudio de Fesabid sobre el valor económico y social de las bibliotecas, no podemos más que reafirmarnos en lo que decíamos de que las bibliotecas son una inversión más segura que el oro. Según dicho estudio, por cada euro que se invierte en bibliotecas, se produce un retorno de la inversión a la sociedad, que se calcula entre 2,49 a 3,40 euros.


Dibujo de Salva Espín del cómic Control de daños.  Titulo muy apropiado para
describir la situación tras estos años de crisis


Dicho estudio también demuestra el impacto positivo que implica la cercanía de una biblioteca, para la vida comercial del barrio. Y podemos dar fe de ello. Hace tan sólo unas semanas que se ha abierto una tienda dedicada al cómic, juegos de rol, y otras aficiones varias. Sus responsables (uno de ellos, el internacional dibujante murciano, Salva Espín), nos comentaban que les desaconsejaban abrir un negocio de cómics cerca de la Biblioteca Regional, con la Comicteca con la que contamos. Pero en lugar de competencia, ellos vieron oportunidad: por las buenas sinergias que se podían establecer, y que nos beneficiarían mutuamente. Eso se llama inteligencia empresarial, y por el momento, cada vez les va mejor.


Puede que prediquemos en el desierto, pero al menos el sermón viene avalado con datos de lo más prácticos y contundentes. En el paisaje que ha quedado tras la explosión de tantas burbujas económicas, y que tan certeramente está retratando Rafael Chirbes en novelas como Crematorio, o con la extraordinaria En la orilla (el más potente retrato que de nuestra sociedad se ha hecho en las letras españolas en años): las bibliotecas estamos afectados como todas las instituciones, pero desde luego no hemos perdido ni un ápice de credibilidad como espacios útiles a la comunidad. Sólo hace falta que a quienes corresponda, les llegue el mensaje.

Como dice la simpar Chus Lampreave en el anuncio del que hablábamos al principio: uno puede irse, pero no hacerse. Nosotros no queremos irnos, queremos quedarnos, pero hacernos aquí mismo surcoreanos, al menos en lo tocante al apoyo a las bibliotecas como motores del desarrollo económico de nuestro país. En el resto, que no se pierdan momentos tan autóctonos como este fragmento de genialidad almodovariana:


Souvenirs BRMU presenta: Guaridas donde leer al abrigo del mundo (13/12/2013)

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Rascacielos en Dubai por encima de las nubes

Antonio Muñoz Molina en su necesario ensayo: Todo lo que era sólido, narraalguna de las reuniones que mantuvo con grandes ejecutivos, buscando financiación para el Instituto Cervantes de Nueva York. Las descripciones que hace de las arquitecturas del poder, resultan de lo más apropiadas para explicarnos (por peregrina que pueda parecer la asociación) el éxito que está teniendo nuestro saloncito vintage:
"La función de una torre moderna de cristal es tan primitiva como la de un templo asirio: conceder sensación de poderío a quien mira desde ella, un poderío mayor cuanto más alto esté; reducir de antemano a la insignificancia y al arrobo al que se acerca a sus puertas"
La arquitectura de nuestra biblioteca no es ni mucho menos intimidante, y sus espacios amplios y luminosos acogen a todo el mundo. Pero sí es cierto, que algunos visitantes no habituados al uso de bibliotecas, se despistan cuando nos visitan por primera vez, o sienten cierto desconcierto ante lo diáfano de sus espacios y perspectivas. Y ahí precisamente, reside parte de la buena acogida del saloncito que hemos montado con motivo de nuestra segunda acción artístico-bibliotecaria#2.



 
El disponer de un espacio doméstico, acogedor, anacrónico, que invita a la lectura, a la concentración. Según los diez mandamientos para bibliotecas del arquitecto Faulkner-Brown, en séptimo lugar se indicaba que fuera confortable. Y eso es precisamente lo que provoca el salón vintage: sentirse como en casa de los padres o abuelos (según la edad de cada uno), al abrigo del mundo y de la frialdad digital que todo lo inunda.

La impresionante Alhóndiga Bilbao

El diseño de interiores de la Mediateka del fantástico complejo cultural bilbaíno de la Alhóndiga, sería el contraste arquitectónico perfecto para nuestra biblioteca. Frente a la luminosidad mediterránea de nuestro edificio; la espectacularidad que la Alhóndiga plantea en su patio central, se transforma en recogimiento e iluminación matizada, una vez accedes a los espacios interiores de la Mediateka. Dos opciones complementarias y deseables: la grandeza del templo, y la intimidad de la capilla.

Por eso, en este post volcado al diseño de interiores, nos vamos a recrear con rincones cual revista de decoración. En Ikea lo saben bien: no hay cómo recrear un hogar, para que dé ganas de habitarlo. Y a eso incitan estos rincones, a ocuparlos, a resguardarnos en ellos; aún más en estos tiempos inciertos, en los que la lectura nos refugia y reconforta más que nunca.




Souvernirs BRMU presenta: La punta del iceberg (27-11-2014)

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Como era de esperar, el estreno de la última entrega de la saga Los juegos del hambre, ha arrasado en taquilla. Da un poco igual la valoración crítica que haya recibido, las franquicias que Hollywood pone en marcha últimamente en formato serie para adolescentes, tienen el éxito asegurado (y eso que Los juegos del hambre no sale mal parada en consideración crítica en comparación con otras).

En estos casos la fidelidad o no respecto del original literario siempre es un tema recurrente; pero mucho nos tememos que en cualquier caso no será un título a tener en cuenta en las listas que cada cierto tiempo publica algún medio, sobre las mejores adaptaciones al cine de precedentes literarios.

Durante muchos años, El padrino de Coppola copa el primer puesto en estas listas que tanto juego dan para debates posteriores; pero repasando un poco las difíciles, en ocasiones, relaciones entre cine y literatura se puede encontrar  un poco de todo.

Equivalente a la contundente metáfora de la primera fotografía. Aquí el iceberg reparte méritos de manera más ¿ecuánime? entre cine y literatura

Cierto es, que pocas veces se valora más la adaptación que el libro (ya es un lugar común dárselas de cinéfilo-letraherido pontificando que el libro era mejor) pero algunos casos se han dado. El más significativo tal vez sea el de Orson Welles y La dama de Shangai.

Rita Hayworth con el pelo corto y rubia, la mayor
afrenta de Welles a Hollywood
Según cuentan las crónicas, probablemente con mucho adorno novelesco por parte del propio Welles: estaba hablando por teléfono con el productor que le exigía un proyecto para su nueva producción; y el autor de Ciudadano Kane no tuvo otra idea que coger una novelucha barata que tenía a mano y decirle el título, sin tener ni idea del contenido de la misma. El resto es ya historia del cine: un clásico del cine negro con el que Welles terminó desafiando a la industria al cortarle y teñirle el pelo a la pelirroja más explosiva de Hollywood del momento; la que era por entonces su mujer, Rita Hayworth.

Otro genio del celuloide, que también tenía afición por convertir en fetiches a sus actrices, y jugar con los cambios de tinte de sus cabellos: Alfred Hitchcock, hizo otro tanto con Psicosis, basada en una novela del olvidado Robert Bloch, que el mago del suspense convirtió en una maravilla que abrió la veda para las generaciones posteriores de psicópatas que inundarían las pantallas en las siguientes décadas.

Y viceversa, también ha habido escritores que poco menos que montaron una campaña de descrédito contra la adaptación cinematográfica de su obra. Por citar un ejemplo cercano, los ataques por parte de Antonio Gala a la adaptación que Vicente Aranda  hizo de su best seller La pasión turca en medios escritos y platós televisivos, de poco sirvieron para impedir que la gente fuera al cine atraído por ver a Ana Belén en una historia de amour fou en pleno Estambul.


Tal vez el mayor pecado de una adaptación cinematográfica sea precisamente el ansia por ser fiel. La obsesión por la fidelidad, en este caso, puede llevar al desastre más absoluto, a meras estampas en movimiento de esa parte del iceberg inmensa que es el original literario. Por eso, los cineastas más personales saben hacer suya la obra original; creando otra obra diferente, que ha de gustarnos o disgustarnos por sí misma, no porque se parezca más o menos al texto en el que se inspiró.

Podríamos seguir repasando la fructífera, y a la vez tormentosa, relación entre literatura y cine, pero ya habrá tiempo de hacerlo en más entregas. De momento nos quedamos con un chiste que circula por la red, y que no puede venir más a cuento:

Dos cabras están comiéndose una cinta de vídeo. “¿Te gusta?”, le pregunta una a otra. “En fin… a mí me gustó más el libro”


¿La BRMU debería convertirse en Poképarada o en Gimnasio?

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Vamos a abrir un debate, sí, sí, de esos asuntos que planteamos en este blog pensando que todo quisqui va a opinar y luego el silencio digital es absoluto (en cambio con otros, cuando menos te lo esperas,se monta un guirigay). Pues sí, de esos. Un debate oportunista, como corresponde a los tiempos que corren.

En un primer momento, la fiebre desatada por la aplicación para móviles de Pokémon GO, nos ha hecho pensar en el meme que compartíamos hace unos días en Facebook, y que aquí volvemos a reproducir por si alguien no lo vio.


Sólo faltaría la voz de Pepe Mediavilla diciéndolo para que nadie pudiera dudarlo


Si hace dos post, hablábamos de la dificil convivencia entre bicicletas y peatones por las aceras de las ciudades; ahora si no era suficiente con esquivar vehículos de dos ruedas, también habrá que aprender a esquivar a los zombis viandantes que seguirán a su móvil: igual que los burricos seguían a la zanahoria que colgaba del hilo. En fin, si el siglo ha nacido tonto qué le vamos a hacer (no se quejarán del tono un punto rancio del post, toda una provocación para incitar al comentario).

Una vez soltada la conveniente andanada de convenientes exabruptos, declaramos con cínica sinceridad, que desde la BRMU ya estamos sopesando si sacarle tajada a la moda en cuestión. En Como vacas sin cencerro, ya hablábamos de los peligros de perder el norte bibliotecario por seguir la última moda tecnológica que surge; pero el asunto de la realidad aumentada, que está popularizando este nuevo juego, nos ha hecho volver a plantearnos si deberíamos subirnos también a este carro.


Ana Ordás planteando la pregunta del millón vía Twitter


A este blog lo siguen bibliotecarios y demás fauna de la profesión, pero también muchos usuarios (y tiene más mérito captar su interés). Por eso, es necesario presentar a Ana Ordás, una de las voces más inquietas e interesantes del mundillo profesional bibliotecario, que ha publicadoun post en BiblogTecarios, contando su experiencia con el susodicho juego. Todo un trabajo de campo del que se pueden extraer interesantes conclusiones.

Imagen compartida por RaMGoN en Twitter,
de la parada del tranvía frente a BRMU,
en la que se detectan presencias Pokémon
Eso por el lado de la profesión. Pero es que también por el lado de nuestros seguidores y usuarios habituales, hemos leído otro artículo fundamental para hacerse una idea de todo esto.

RaMGoN, consultor social media entre otras múltiples ocupaciones, es uno de nuestros seguidores habituales (virtual y presencial) más activo en el mundo digital. En su blog acaba de publicar un post también de lo más interesante para sacarle el jugo a la moda Pokémon GO desde el punto de vista comercial (¿y qué somos las bibliotecas del siglo XXI? A ver todos juntos: ¡¡¡Supermercados de la cultura!!!).


Como afortunadamente, suponemos que aún quedará gente en el planeta con la suficiente salud mental para que: o bien se la refanfinflen los pokémons, o que aunque les hagan gracia, aún no estén muy puestos en el asunto, vamos a aclarar un poco la cosa.

Unos irán a mirar cuadros, 
mientras otros sólo buscarán Pokémons

En el juego en cuestión se rastrean pokémons a través del móvil; esos personajes virtuales pueden aparecer en los sitios más insospechados de la ciudad. Las Poképaradas son aquellos lugares (físicos) en los que desde nuestro móvil conseguiremos provisiones para seguir jugando; mientras que los Gimnasios, son aquellos lugares (también físicos) en los que podemos llevar a nuestros pokémons cazados por la ciudad, para que se ejerciten y obtengan fuerza ganadora. Y he ahí la oportunidad de aprovecharse del juego desde un negocio o institución: solicitando a la empresa Nintendo que dé de alta a nuestro centro bien como Poképarada o como Gimnasio, y así hacer que las hordas ansiosas de jugadores recalen en nuestras instalaciones.

Aunque hace cuatro días que la aplicación se puso en marcha, la locura desatada ha alcanzado ya a algunas bibliotecas y a muchos museos. Por eso, que estamos en un dilema entre si convertir a la BRMU en una Poképarada o en un gimnasio.

 ¿Conseguiremos con eso atraer a nuevo público? Y si así lo hiciéramos, ¿conseguiríamos seducirles con nuestra oferta más allá de la caza del pokémon de turno?, ¿no resultará un tanto incordiante en caso de tener éxito de afluencia, para aquellos de nuestros usuarios a los que no hace falta ponerles ningún cebo? , ¿terminarán incluyendo pokémons también en los libros? Subiríamos sin duda las estadísticas de préstamo: ¿pero a qué precio?

Demasiadas preguntas para un solo post, cuando en realidad todo se resumen en una sola: ¿tiene algún sentido todo esto? Los comentarios (en el post, en Twitter, Facebook) están abiertos: "y entonces se hizo el silencio" que dirían en una mala novela.


¿Usando o destrozando la biblioteca?


puZle 2016 [mayo]

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Rómpete la cabeza pinchando en las letras verdes



El puzle del mes de mayo surge más ambicioso que nunca, y es que arrancamos el mes proponiendo un reto que sabíamos fracasado desde el inicio; pero que resultaba tan divertido, que no por ello lo íbamos a dejar de hacer.

Mayo se inauguró lanzando un test, online y presencial, para dilucidar algo que no nos dejaba dormir:¿cómo somos los murcianos, más Quijotes o más Sancho Panzas en este siglo XXI?  Y a partir de ahí, unos y otros podían divagar según su experiencia (de hecho en la radio, y en los medios, más de un periodista lo hizo, en un vano intento de aprehender eso que algunos denominan murcianía). Pero como no nos gusta la imprecisión, nosotros nos ceñimos a un test de lo más riguroso, lúdico-psicológicamente hablando se entiende. Los resultados se publicarían justo el día antes del Día de la Región de Murcia. El sentido de la oportunidad nadie nos lo podrá negar.




No creemos que fuera efecto colateral de este mirarnos en el espejo que propusimos, pero el caso esque este mes también incluyó un acto de contrición por nuestra parte. Es lo que tiene ir de graciosillos haciendo bromas a cuenta del movimiento de las pequeñas bibliotecas libres y los gnomos de jardín; que cuando menos te lo esperas te danun ¡¡ZAS!! en toda la boca.

Eso desde luego no nos quitó el humor, todo lo contrario. Será por el tono lúdico-festivo del test, que nos dió por reírnos conchistes a cuenta de los funcionarios. Y de paso reflexionar sobre el delicado equilibrio que separ los asuntos de los que está permitido reírse o no.

El postureo a la hora de consumir cultura, y la crisis de la industria musical, como avanzadilla de la hecatombe que luego está afectando a todos los sectores, dio pie a Fetichismos culturetas: un post ilustrado según estilo inequívocamente bizarro y kitsch al que tanta fidelidad guardamos en este blog.

El colofón al mes lo puso nuestra musa bizarra autóctona más pizpireta: Cuchi-cuchi Charo Baeza. Nadie como la simpar murciana universal, para acompañar una serie de vídeos y experimentos que dejaban al aire la tontería que tenemos todos con esto del inglés en My library is soooo cool. Un post repleto de refrescante buen humor, para encarar el verano de la mejor manera posible.




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