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Expurgo a tiro limpio

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Pese a lo que muchos creen, el síndrome de Diógenes no es algo consustancial a la profesión bibliotecaria. Sería algo mucho más propio de nuestros vecinos los archiveros.

Por eso, por mucho que el artista mexicano Gonzalo Lebrija diga a cuenta de las fotografías de libros lanzados al vuelo, cual pajarracos no sabemos de qué agüero, en el momento de recibir un balazo, que componen su obra Who knows where the time goes (Quién sabe a dónde va el tiempo): que quiere representar el anhelo por suprimir el tiempo, y que por ello se lía a tiros con ellos, por representar la permanencia de las ideas. Nosotros, los que estamos bregados en esto de transportarlos, colocarlos, ordenarlos, e incluso, leerlos: sabemos que, en realidad, lo que experimenta el artista, no es otra cosa que el placer bibliotecario de expurgar.


El artista Gonzalo Lebrija viviendo el sueño de muchos bibliotecarios


Estamos en contra de la violencia, y por mucho que nos gusten muchas de las películas que protagonizó Charlton Heston, o seamos fans de Tarantino, estamos en contra del uso de armas. Pero cuando te han pedido cuatrocientas mil veces el best seller de turno, el momento más anhelado por cualquier bibliotecario de pro: es cuando pasa la moda, nadie se acuerda de él, y puedes darte el gustazo de desterrarlo de tus colecciones. Si ese inocente acto fuera a tiro limpio, que Gutenberg nos perdone: el expurgo sería hasta terapéutico.


Libro alcanzando al vuelo


Una vez relajados tras pegar unos cuantos tiros, proseguimos con el arte en clave más constructiva, efímera, pero constructiva. La arquitecta de origen hindú afincada en Madrid, Anupama Kundoo, llevó a cabo el año pasado en Barcelona una instalación de arquitectura efímera. Con el nombre de la Biblioteca los libros perdidos, Kundoo recreó un bosque metálico para cubrir la plaza de Salvador Seguí de la capital catalana; la sombra sobre los viandantes y lectores que optaban por ampararse bajo la instalación, estaba realizada a base de libros abiertos, que quedaban suspendidos en el aire, al estar encapsulados dentro de una gran lona de plástico transparente.




Una bandada de aves librarias idónea para que Gonzalo Lebrija apretara el gatillo; pero en este caso no era esa la intención. El concepto tras esta Biblioteca de libros perdidos, apelaba a la libertad, a la celebración de la lectura, a liberar a estos tomazos suspendidos en el aire de su peso específico; y así representar la luminosidad de sus contenidos bajo los que cobijarse.

No nos consta que el artista mexicano Lebrija y la arquitecta hindú Kundoo se conozcan; pero las dos instalaciones/obras que nos han servido para este post, sí que establecen un diálogo de lo más interesante a la hora de abordar el universo librario. El primero sueña con suspender el paso del tiempo matando libros; mientras que la segunda, aspira a liberarnos dejándolos volar. Dos versiones diferentes que al fin y al cabo hablan de un mismo concepto de libertad.



Y como la obra de Lebrija tomó su título de una canción de Sandy Denny (aún a riesgo de que nos acusen de intensos), nada mejor que remitirnos a ella, pero en una susurrante versión en vivo de Cat Power. Una música perfecta para volver a la calma tras el estruendo del tiroteo.





Lo que la literatura ha unido, que no lo separe el hombre

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Es un lugar común, en cualquier artículo sobre la vida en pareja, lo mucho que une el hecho de compartir aficiones. En todo cuestionario de cualquier web para buscar pareja, siempre queda bien incluir un apartado sobre aficiones literarias (bueno en la célebre Ashley Madison, no creemos que lo literario importase mucho, pese a los ríos de tinta que ha hecho correr este verano).

Por eso, la reciente noticia de la ruptura entre la sólida pareja de trapo formada por Miss Peggy y la rana Gustavo, ha provocado tal impacto mediático, también durante este verano.

Su amor por la lectura, como dejan patentes estos carteles que protagonizaron hace años: fue una de esas aficiones que ayudaron a que su amor superase las barreras que les imponía su pertenencia a diferentes especies. Pero como en toda ruptura entre dos celebridades, los dimes y diretes no han cesado desde que surgió la noticia.

Enamorarse con libros
Que si el hecho de que el reportero más dicharachero de Barrio Sésamo haya iniciado una relación con la cerdita Denise, más joven que Miss Peggy, es una perpetuación de los estereotipos; que si el hecho de que Miss Peggy haya sido galardonada por las feministas estadounidenses; incide en la imagen arisca, totalitaria e intransigente de lo que se ha dado en denominar como feminazis…

Y así un largo rosario de polémicas en derredor, que puede que lleven a muchos a enarcar la ceja, pero que en los Estados Unidos, los medios toman mucho más en serio de lo que podría suponerse.

Madonna, objeto de estudio
En el país del dólar, cualquier fenómeno de la cultura popular es susceptible de ser analizado en clave académica. La mejor forma de analizar nuestro tiempo; pasa por estudiar a los fenómenos y protagonistas de la cultura popular. Y estos estudios culturales parece que, poco a poco, van llegando a nuestro país. Por ejemplo, dentro de la programación de cursos de la Universidad de Oviedo para este año, sin ir más lejos, se oferta un curso sobre Madonna.

Pero volviendo a la separación de Miss Peggy y Gustavo, dada la visceralidad y amor por la literatura de Miss Peggy; no sería extraño que dentro de poco publicase un libro sobre su matrimonio. Vendría a sumarse a una larga lista de venganzas literarias que han tenido como protagonistas a grandes nombres de la literatura.

Norman Mailer, tal vez el escritor con más ex esposas,
 cuya venganza fue escribir un libro

Adele Morales, la segunda esposa del escritor norteamericano Norman Mailer, esperó hasta 38 años para vengarse por escrito de su famoso marido. Tenía razones de sobra para hacerlo: en 1960, tras una más de sus desenfrenadas fiestas, el autor de Los desnudos y los muertos, la apuñaló. Claro que ella tampoco se quedó corta intentando atropellarlo con su coche. Lo de Mailer bate todos los récords, no ya por sus seis matrimonios: sino por el número de ex esposas afrentadas que recurrieron a la letra impresa para vengarse de él.

La actriz Claire Bloom (Candilejas, Poderosa Afrodita, El discurso del rey) se casó con Philip Roth en 1990, tras 15 años de convivencia. No se puede decir que fuera una pareja de jóvenes inexpertos, pero en su libro Adios a una casa de muñecas, la actriz saldaba cuentas con el genial escritor haciendo un pormenorizado repaso a las miserias de su matrimonio.

Aunque las venganzas literarias más elaboradas y brillantes de la historia, pertenecen por derecho propio a dos mujeres: Louise Colet y Sophia Behrs.

La poetisa Louise Colet, ex amante de Flaubert, sirvió de inspiración para la protagonista de la obra más famosa del literato francés: Madame Bovary. Hoy día, en pleno auge de las redes sociales, que un gran escritor decida inmortalizar tu intimidad en un clásico de la literatura universal: sería el sueño de los miles de internautas que comparten hasta lo más nimio de su rutinario día a día. Pero en el siglo XIX, a Colet no le hizo ninguna gracia. Su respuesta vino en forma de una novela en la que el escritor aparecía como un fanático obsesionado con su obra.


Y otra novela fue la respuesta de Sophia Tolstoy (Behrs de soltera) al retrato nada favorecedor que de forma velada, pero obvia, hacía su ilustre marido de ella en su obra: La sonata a Kreutzer.

¿Quién fue el culpable?, fue el explícito título bajo el que Sophia dio su propia versión de la historia. Una obra que permaneció inédita hasta que recientemente la Universidad de Yale la publicó conjuntamente con la novela de Tolstoy, y con el añadido de sendos textos escritos por dos hijos de la pareja. Probablemente, Las versiones de La sonata a Kreutzer, que así se titula el tomo: sea la disputa matrimonial más literaria que haya existido nunca.

El contrapunto positivo a estas historias proviene del mundo del cómic. Es el caso del autor de cómics francés Frédéric Boilet y su compañera sentimental la japonesa Aurélia Aurita. Tras numerosos títulos en los que Boilet recreaba su relación con sus parejas niponas (Mariko Parade, Tokio es mi jardín, La espinaca de Yukiko); Aurita con su díptico Fresa y chocolate dio la versión más explícita (en lo sexual) de su relación de pareja con Boilet.

Frédéric Boilet y Aurelia Aurita: una historia de amor contada por sus dos
protagonista, que miran atrás sin ira

Habrá que esperar algún tiempo, para ver si Patricia Llosa, segunda esposa de Vargas Llosa, se decide a escribir sus memorias. Ofertas editoriales no le faltarían, y el éxito de ventas estaría asegurado; dado el tirón mediático de la que es, a día de hoy, su sustituta. Si la ex del nobel peruano las escribiese, cumpliría con una larga tradición: la de aquellas historias de pareja que nacen envueltas en literatura; y que sobreviven más allá de su fin, gracias a esa misma literatura convertida en arma arrojadiza.

En el caso de Miss Peggy, dado su narcisismo y egolatría insaciable, no nos cabe duda alguna de que de un modo u otro, sabrá sacar mucho rédito a su condición de cerda separada.




Divina estás, preparada para la biblioteca

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Vargas Llosa en La civilización del espectáculo


No es que queramos enmendarle la plana nada menos que a un premio Nobel como Vargas Llosa, pero en la BRMU aspiramos a acogerlo todo (siempre que sirva para aprehender el mundo en que vivimos). A la moda le abrimos las puertas de par en par gracias a nuestra Pasarela BRMU (y una vez abiertas, ya se quedan abiertas para siempre); a la gastronomía ya la celebramos hace años,y tenemos pendiente recuperarla; pero; al arte y la filosofía las llevamos celebrando en las bibliotecas toda la vida.

Todo suma, nada resta cuando se habla de cultura en una biblioteca pública. Pero mientras surge algún nuevo proyecto, nos ha encantado la unión que la ilustradora Gretchen Röehrs hace entre comida y moda. Algunas de sus ilustraciones comestibles desfilan por este post en el que la moda vuelve a ser protagonista por varias razones.



En el último número de la revista Mibiblioteca, la diseñadora de moda Agatha Ruiz de la Prada declara en una entrevista:

“la profesión bibliotecaria me parece apasionante porque otra de las cosas que me entusiasma es ordenar. Ordenar libros es lo que más me gusta del mundo. Por eso, ser bibliotecario me parece ¡una profesión soñada!”

Estas declaraciones unidas a la noticia de que la estrella mediática Mario Vaquerizo, acaba de matricularse en Información y Documentación (los estudios conocidos hace unos años como Biblioteconomía y Documentación), cumpliendo el sueño del que hablábamos en Ser bibliotecario, es lo más: no sabemos si puede interpretarse como el definitivo canto de cisne de la profesión.




No, por favor, que nadie nos malinterprete. Nos encantaría contar tanto con Agatha Ruiz de la Prada, como con Mario Vaquerizo en nuestra plantilla (de hecho ya invitamos a este último, en el post antes mencionado, a hacer las prácticas en nuestro centro. Así como a su mujer Alaska, que mucho antes que él, ya declaraba su amor por la profesión; como tantos otros artistas: Keith Richards, Eduardo Arroyo...).

Y es que, llámennos agoreros, pero cuando tanta figura relevante y exitosa idealiza a una profesión, con tanta insistencia, una de dos: o es que resulta muy exótica (y por lo tanto, más propia de un mundo pretérito que del actual), o que resulta entrañable, lo que aún suena peor a la hora de hablar de una profesión empecinada en estar a la última.

El caso es que a tenor de este aluvión de adhesiones bibliotecarias por parte de celebridades; pareciera que las bibliotecas estuviéramos de moda. No nos atrevemos a asegurarlo, pero lo que sí tenemos claro es que lo que ha estado de moda en la BRMU durante los últimos meses, ha sido la propia moda.


El próximo 2 de octubre, dos de los protagonistas de nuestra Pasarela BRMU presentan sus nuevas colecciones en el Centro Párraga de Murcia. Pedro Lobo y el dúo de diseñadoras Las culpaSS, desvelarán sus nuevos mundos creativos en un desfile que, en un principio, estaba pensado hacer en las salas de nuestra biblioteca.



Finalmente, y por razones ajenas a nuestra voluntad, (como decían hace muuuchos años en TVE ante problemas técnicos), no ha podido ser; y la idea de realizar un desfile en nuestras salas, largamente acariciado desde los inicios de nuestra Pasarela BRMU, queda guardado a la espera de nuevas oportunidades. Titis clothing y Fernando Aliaga, otros de los diseñadores que protagonizaron la Pasarela BRMU (junto con Constanza Mas y Carmen Ramil), hubiesen presentado también sus nuevas colecciones. Pero nuestro proyecto iba más allá.

Patrícia Soley-Beltran ganadora del premio Anagrama de ensayo 2015 con su obra: ¡Divinas! Modelos, poder y mentiras(que por supuesto formó parte de la selección de obras para la Pasarela BRMU), estaba confirmada para dar una conferencia, previa al desfile, que se prometía apasionante.


Patrícia Soley en su carrera como modelo con look ochentero total,
y poco antes de abandonar la moda

Patrícia fue modelo y actriz durante la década de los 80. Al repasar algunas de las campañas publicitarias y reportajes de moda que protagonizó, es posible que muchos la recuerden; pero sobre todo, recuerden el tipo de chica que encarnaba, y que ella ayudó a crear. Una vez dejó la moda, o la moda la dejó a ella con tan sólo 25 años; marchó a Reino Unido a iniciar una carrera académica que la convertiría en licenciada en Historia Cultural en Aberdeen, y en doctora en Sociología del género por la Universidad de Edimburgo.

No es muy habitual el que una investigadora sea, a su vez, sujeto de su investigación; pero precisamente lo que da un valor único a su aproximación a la figura de la modelo como símbolo capitalista, al poder de la imagen en nuestra sociedad, y a la teoría de género: es el hecho de haber sido modelo. Como bien cuenta al principio del ensayo, ella aspiraba a ser un cruce entre su adorada Rita Hayworth y un intelectual francés; y a tenor de su interesantísima presentación en el foro TEDx Barcelona Women (que puede verse completo en este enlace) puede decirse que lo ha conseguido.

Patrícia Soley-Beltran en su TEDx Barcelona,
 bajo la imagen de Rita Hayworth y Foucault


La obra deJudith Butler: un corpus 
teórico perfecto para acompañar
una reflexión sobre la moda

El ensayo no es sólo interesante, ameno y divertido, sino que arroja una mirada privilegiada sobre el mundo de la moda; y sobre el mundo académico. Resulta impagable la anécdota de cómo algunos de sus colegas universitarios, le aconsejaban tener un aspecto menos glamuroso para ganar respetabilidad como intelectual (y que nos ha recordado al vídeo de Cómo intelectualizar la mirada). Está claro que ninguno estamos a salvo de prejuicios y clichés; por eso la visión que nos ofrece la ex modelo socióloga es una oportunidad de limpiarnos la mirada, y no aceptar totalitarismos estéticos, ni éticos.

Queda pendiente, pues, el fascinante tándem que formarían: la charla de Patrícia Soley-Beltran con el complemento del desfile de diseñadores murcianos en la BRMU: sería una ocasión para replantearnos el concepto de cultura en el siglo XXI, en el que las bibliotecas deberían estar más presentes que nunca.

Divina estás, preparada para el baile, cantaban los Radio Futura allá por los 80, en una canción dedicada precisamente a nuestra aspirante a bibliotecaria: Alaska. Pero como Soley-Beltran tiene como referente a Judith Butler (además de haber traducido libros suyos): la filósofa que en los 90, defendió por primera vez la idea de que el género es una construcción social: vamos a cerrar con la jocosa parodia que del mundo de las supermodelos hizo precisamente la drag queen Ru Paul en 1993.




Préstame un ukelele, y te llevaré al futuro

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Elvis en Hawai, culpable en parte del éxito del ukelele

La Biblioteca de las cosas, es el nuevo servicio de la Biblioteca de Sacramento en los Estados Unidos. No es la única, Julián Marquina en su blog, nos hacía un buen resumen de esta tendencia en las bibliotecas, principalmente estadounidenses, de ir mucho más allá de prestar libros, música o cine; y prestar todo lo habido y por haber (o casi).

Raquetas para la nieve, cañas de pescar, telescopios, moldes para pasteles, discos voladores, pelotas, etc... Un largo muestrario de objetos que las bibliotecas han ido sumando a su oferta, y que junto con las impresoras 3D, marcan líneas de futuro para nuestras instituciones. Pero entre los objetos que más no han llamado la atención que se presten en las bibliotecas se encuentran: las muñecas y los ukeleles.


Las muñecas americanas junto a los cuentos que las acompañan,
listas para ser prestadas


Por ejemplo, en la Biblioteca de Boca Ratón (Nueva York), están disponibles al préstamo un total de 6 muñecas que representan diferentes tipologías culturales de las que componen la sociedad norteamericana. Las muñecas van acompañadas de una selección de cuentos, y de un cuaderno para que los niños que las prestan puedan escribir las aventuras que recrean con las muñecas. ¿Una buena idea para la BRMU?, nos la apuntamos, eso sí, pensando en ir más allá de las muñecas por aquello de evitar el sexismo en los juguetes.

Marilyn en Con faldas y a lo loco
hizo del ukelele un arma de seducción masiva

Pero muñecas aparte, el préstamo que más no ha gustado es el de ukeleles. Primero por el instrumento en sí, que es simpático desde el nombre; pero también por la cantidad de ventajas que ofrece a la hora de fomentar la formación musical: es pequeño, fácilmente transportable, y como bien indica Eva Parker bibliotecaria de Avondale en Arizona, es económico.

Puede que los hipsters estén en franca decadencia, pero lo cierto es que siguen generando modas que se comercializan cada vez más rápido; y lo del ukelele lleva unos años siendo tendencia en el mundillo hipster, e inevitablemente se ha hecho mainstream. Su amor por lo vintage (¡qué empacho de extranjerismos y cursivas!)tenía que trasladarse de alguna manera a la música; una vez explotado el teremín, el ukelele causa furor y las bibliotecas, oportunistas como las que más: están ahí para explotarlo.

Clara Rockmore, virtuosa del teremin

Caleb Kraft, el orgulloso inventor del
ukelele lanzallamas
Echando la vista atrás, como tanto les gusta hacer a los hipsters a la hora de inspirarse, resultaría auténtica ciencia ficción el pensar que un día en las bibliotecas, se iban a prestar todo tipo de cosas, incluidos ukeleles. Pero las ideas que del futuro nos hacemos, pocas veces se terminan correspondiendo literalmente a lo que imaginamos (sólo hay que ver el modelo ukelele-lanzallamas, muy práctico en barbacoas vecinales: a la vez que deleitas a tus vecinos con tus progresos, puede ir haciendo la carne)

En un delicioso post reciente de nuestra web de cabecera Open Culture, se repasan algunas de esas ideas que del futuro se hacían nuestros antepasados; concretamente la idea que algunos de los ilustradores franceses del año 1899 se hacían de cómo sería el 2000. En ellas no aparece ninguna ilustración de una biblioteca del año 2000, pero en las que hemos podido localizar por la red relacionadas con lectura o bibliotecas, ninguna contemplaba para nada el préstamo de ukeleles.


Leer libros a gran velocidad: un audiolibro en directo
Gafas para leer tumbado
Artilugios para leer de la forma más concentrada posible

Retrofuturismo en sentido inverso creado 
por la agencia brasileña Moma Propaganda

Dime, Rusty...¿Dónde puedo conseguir
una de esas cosas?



Entregarse al retrofuturismo conlleva placer y decepción a partes iguales: placer por el encanto y la ingenuidad que transmiten las ideas que de nuestro futuro nos hacemos; y decepción, por el hecho de que aún no se hayan cumplido tantas de las maravillas que nos prometían en películas y series de nuestra infancia.

Pero para sobrellevar la decepción, nada como la arrulladora voz del Rey en Hawai, que sin necesidad del ukelele lanzallamas, las terminaba derritiendo a todas. Una traición para sus fans más roqueros que odiaron a ese Elvis domesticado por Hollywood; pero una suerte para el ukelele, que así ahora puede ser reivindicado por los modernos del momento.




Centrifugando el 2015 [julio-agosto]

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[Haz clic en las letras verdes, y centrifuga tu cerebro]

Después de este verano, a cualquiera que diga: ¡qué ganas tengo de que llegue el calor!: habría que desterrarlo al desierto de Gobi. Ese tipo de provocaciones en Murcia son intolerables. La declaración de amor que corría por las redes hace unos meses ("Por ti pasaría un agosto en Murcia"), después de este julio y agosto, sólo podría ser pronunciada por un masoquista.

Pero aquí estamos, celebrando el aire frio en las capas bajas de la atmósfera que dicen los de la tele; y aprovechando, ahora que podemos respirar, para comprobar que pese a todo: los circuitos de este blog no se han derretido durante el verano.



Antes de sospechar hasta dónde podían llegar las temperaturas, recién estrenado julio; lanzamos una pregunta al aire que algunos recogieron por las redes: ¿Es la BRMU una biblioteca gay friendly? Era la semana del Orgullo gay, así que resultaba de lo más oportuna, y nos encantó la respuesta de más de uno proclamándose orgullosamente BRMU friendly.

En los desfiles del Orgullo no es extraño que haya más de una referencia al mundo clásico; y en Sacando los colores, sacábamos algunas esculturas clásicas que para nada desentonarían en una carroza del Orgullo. Y es que ya lo decíamos: "para ser rabiosamente moderno, hay que proclamarse orgullosamente clásico".

 Pero era verano, el termómetro ya amenazaba, así que sin dudarlo nos lanzamos al agua y al abandono más placentero gracias al mejor invento de este verano: La Bibliohamaca y el chapuzón

No faltaron risas, enlatadas, pero risas. Y de una vez por todas, la duda existencial que atenaza a todo joven a la hora de decidir qué hacer una noche de verano quedó resuelta para siempre. ¿Biblioteca o discoteca?: las dos, ya no hace falta echar de menos a la una, mientras se está en la otra.



Tras dejar atrás a este verano, el Dúo Dinámico deberían reversionar su clásico El final del verano para eliminar toda su carga melancólica, y convertirla en un alegre y refrescante twist. En Spotify arrasaría, y precisamente sobre el aura de la música y lo digital, hablamos en El aura y Spotify.

Cuando el calor daba alguna tregua (¿?), nos dedicamos a los deportes, practicamos el egosurfing a la sombra del teclado; y así rememoramos esos veranos de los 60, en los que triunfaba precisamente el Dúo Dinámico, para constatar que pese a la aparente modernidad,en algunas cosas hemos cambiado muy poco.





"Realidad, una palabra que no significa nada sin comillas"una frase de Nabokov, que nos sirvió para demostrar que, aunque estemos en el estío, y enriqueciendo a las compañías eléctricas a golpe de aire acondicionado, no hay porque ceder a la abulia mental. 

Todo lo contrario, con Realidad entrecomillada nos dedicamos a reflexionar sobre la fina línea que separa al genio del loco; y de lo poco fiable que es calificar a alguien como "normal". 



Los datos sobre lectura en España siguen haciendo llorar,  pero lo cierto es que en verano hay un tímido repunte en las estadísticas. Un magro consuelo, pero al menos que se lea algo, aunque sean los posos de café; y así se convenza más de uno de que sin fomentar la lectura el futuro de todos será mucho más grisáceo.  Cafeína, teína y literatura servidas en dos humeantes tazas que nos sirvieron para dejar atrás al mes de agosto; hasta con alivio, pese al síndrome post-vacacional.




El eterno retorno al libro

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Escena en la biblioteca del juego Bloodborne, último lanzamiento de Miyazaki

En una reciente entrevista para el semanal de El País, Hidetaka Miyazaki, creador de algunos de los videojuegos más exitosos de los últimos años hacía unas declaraciones que merece la pena rescatar:

"No me intereso mucho por lo que hacen los demás diseñadores. No me gusta basarme ni en videojuegos ni en películas. La inspiración para crear mis mundos siempre viene de los libros. De un esfuerzo de imaginación". 
"Me encantaba leer libros que aún no podía comprender del todo. Las partes que no entendía porque era demasiado joven me obligaban a usar mi imaginación para rellenar esos huecos y crear mi propia versión de lo que había leído. Es lo que sigo haciendo ahora"

Que los videojuegos dominan la industria del entretenimiento, incluso son vistos como una salida laboral, y constituyen una parte esencial de la cultura popular de este siglo XXI: es algo obvio.Y como no iba a ser menos, al igual que pasó con el cine, los cómics o la televisión: el debate sobre la conveniencia de su presencia en las bibliotecas se ha planteado en diversos foros.

FreeRealms: ejemplo de videojuego
adaptado al cómic

 Pero frente a las eternas discusiones sobre si fomentan o no la violencia; sobre si son la última vuelta de tuerca a la peterpanización de nuestra sociedad; o si son el tiro de gracia para el distanciamiento de las nuevas generaciones de la lectura: lo que deberíamos plantearnos es si pueden servir de algo para fomentar la creatividad.

Miyazaki declara que su fuente de inspiración, el ejercicio para su imaginación, proviene de los libros, no de lo  audiovisual. Y es quetodo está en los libros como repetía irritantemente, la sintonía del programa de Sánchez Dragó en los 80; y el eterno retorno al invento de Gutenberg (sea en el formato que sea) se convierte en un peaje que toda nuevo invento que aspire a narrar historias, termina pagando tarde o temprano.

Pero por mucho que este gurú del mundo del videojuego declare algo así: las legiones de enganchados a sus juegos no van a decidirse por coger un libro. En cambio, hay detalles aquí y allá en el mundo de las videoconsolas, que pueden ser prometedores.

Juegos como Wizard101 incitan a que los jugadores amplíen el universo recreado en los juegos, escribiendo historias sobre los personajes que los protagonizan, e incluso convocando concursos para premiar al mejor relato. También desde el mundo editorial hay iniciativas en las que implican a los videojuegos. Por ejemplo, la editorial de textos digitales Readership ha recurrido al juego Minecraft para promocionar sus obras.




Readership más que una editorial es un portal que hace intermediario entre los escritores y su público potencial. En la web de Readership se publican extractos de obras de autores noveles, que se someten a las votaciones del público: su publicación o no, dependerá del grado de aceptación que los lectores otorguen a cada obra. Pues bien, la editora ha recurrido al videojuego Minecraft, para recrear el universo que describen las obras que se presenta a examen de los lectores; y de esta forma, tomen una decisión sobre si debe ser financiada su edición, o no.

Aunque la relación entre videojuegos y literatura más notoria sería la que propició el juego L.A. Noire, que se complementó con el lanzamiento en formato ebook de relatos inspirados en el juego, escritos por grandes nombres de la literatura norteamericana como Joecy Carol Oates o Lawrence Block.

A este respecto, la escritora de literatura juvenil chilena, Paula Rivera Donoso es de lo más categórica. Según ella: los videojuegos no fomentan la lectura, son lectura. Y se dedica a argumentarlo en su artículo: Los videojuegos también son literatura, publicado por la Fundación Cuatro Gatos.

Los argumentos están sobre la mesa, cada uno podrá suscribir o refutar la vinculación de los videojuegos con la literatura; pero sobre lo que cada vez caben menos dudas, es sobre la necesidad de que las bibliotecas integremos en nuestros fondos a los videojuegos. ¿Simples entretenimientos?, o ¿nuevas fórmulas de narrativa interactiva? Sólo el tiempo lo dirá.

De momento, por ambientarnos un poco, nos quedamos con Pharrel Williams y la creación puramente videojuego, que el artista nipón Takashi Murakami realizó para una de sus últimas canciones


B de biblioteca, B de bomba

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A veces viene bien dejar de mirarse el ombligo y mirar hacia otros lares. Hablar de bibliotecas y Colombia es siempre un motivo para la esperanza. Según los últimos informes del FMI, la economía mundial se verá lastrada por la falta de crecimiento en Latinoamérica, y aunque Colombia rebaja sus expectativas de crecimiento, será de los países menos afectados.

Y ese crecimiento económico se está notando entre otras cosas en la construcción de bibliotecas. Fomentar la cultura entre la población se ha convertido en prioridad, y lo que antes eran auténticos campos de batalla, ahora se convierten en bibliotecas. Colombia ocupa el segundo puesto en el triste ranking de países con mayor número de minas antipersonas enterradas en su territorio (sólo le supera Afganistán).

 El Gobierno junto con las FARC, acordaron limpiar el suelo colombiano de minas; para posteriormente, construir bibliotecas en dichos terrenos. Bibliotecas por bombas, la mejor sustitución posible.



The power of books del artista Mladen Penev
Todo lo contrario que en Irak, donde los bibliotecarios de la Biblioteca Nacional de Bagdad:  están digitalizando a contrarreloj los miles de documentos valiosos que conservan, por miedo a los explosivos con que el ejército de terroristas yihadistas del ISIS, está destruyendo el patrimonio cultural de la zona.

La digitalización, en este caso, actúa como los sacos de arena con los que se protegieron las colecciones de raros e incunables en la Biblioteca Nacional de España, durante la Guerra Civil. Veintiocho bombas cayeron en total sobre la Biblioteca Nacional durante la Guerra Civil: la aviación franquista señalaba con bengalas a la Biblioteca y al Museo del Prado, como objetivos de los bombardeos.

En las guerras, tras las pérdidas humanas, lo primero a aniquilar siempre es la cultura. Las bibliotecas, como garantes de la cultura y los valores de una sociedad; siempre serán víctimas propiciatorias de cualquier régimen totalitario.

Leyendo entre las ruinas tras un bombardeo. Londres,  II Guerra Mundial

Cleopatra Taylor esperando a que Julio César
le queme la biblioteca
Desde la mítica Biblioteca de Alejandría, arrasada sucesivamente, hasta su destrucción absoluta a manos delos musulmanes en el 642 a. C.; pasando por la biblioteca de Nalanda en la India, en la que los musulmanes (de nuevo) invirtieron de 3 a 6 meses para conseguir quemarla por completo; la Biblioteca de Cartago destruida por los romanos; o la de Antioquia que, en el año 364 a. C., fue incendiada por el emperador Joviano.

Pero sin remontarse tan lejos en el tiempo, la Biblioteca de Sarajevo fue bombardeada con saña en 1992 con bombas incendiarias por la aviación serbia. El detalle quizás más escalofriante en este caso, sea el hecho de que el militar encargado de dar la ordende destruir la biblioteca, fuera usuario de la misma. Un hombre culto, profesor universitario especializado en Shakespeare; que se convirtió en el número dos de los ultranacionalistas serbios. La banalidad del mal de la que hablaba Hannah Arendt, o que todos somos presa fácil de algún tipo de fanatismo.

Música para las ruinas de la Biblioteca de Sarajevo


De una forma u otra, las bibliotecas siempre resultan explosivas. En sus estanterías se ordenan tejuelados, miles de detonadores de efecto retardado dispuestos para dinamitar prejuicios, lugares comunes, y estereotipos. Auténticas bombas que explotan en las mentes haciendo saltar por los aires las mentiras que quieren contarnos; o dando munición para los que quieran inventarse nuevas mentiras.

Por eso sería de agradecer, que en vez de hacer saltar por los aires a las bibliotecas; las bombas cayesen sobre los tópicos que sobreviven imperturbables, por mucho que caiga, sobre bibliotecas y bibliotecarios.


Ni cursis, ni ninfómanas, siempre hay un término medio


Si empezábamos en Colombia, vamos a cerrar subiendo un poco en el mapa, hasta la paradisíaca Costa Rica. Se trata del país en que se desarrolla la película norteamericana After words (Después de las palabras). No la hemos visto, no queremos actuar de críticos de cine agoreros, pero de entrada viendo el trailer, y leyendo algunas críticas, lo cierto es que la incluiríamos en nuestra lista negra, si es que acaso tuviéramos una lista negra.

Marcia Gay Harden interpreta a una bibliotecaria que no se ahorra ni uno solo de los tópicos. A saber: gafas, pelo desastroso, pinta grisácea, aburrimiento infinito, frustración sexual, vida anodida, trabajo amuermante y así hasta el infinito, y más allá del bostezo. En un libro descubre las maravillas de Costa Rica, y se decide a un viaje que le cambiará la vida, el look y hasta el cuerpo, gracias a las alegrías que le brinda el personaje interpretado por nuestro estupendo Óscar Jaenada.

"Todos merecemos una historia de amor"
¿incluso los bibliotecarios?

Vale que recurrir a los estereotipos siempre es agradecido, según para qué cosas; que abominamos del exceso de corrección política en la ficción: pero ya cansa. A ver, señores guionistas: que muchos bibliotecarios viajamos, salimos, bailamos, nos desmadramos, vestimos estupendamente, y no, no tenemos tejuelada la entrepierna, la disfrutamos como todos: cuando se puede y nos dejan.

Así que vamos a hacer saltar por los aires tanta tontería eligiendo un tema para darlo todo en la pista de baile. Los colombianos Bomba Estéreo nos ponen sabrosones a más no poder, sin posibilidad de redención cultureta. A ver si así llega el mensaje:

Fotomatón

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Elvis postureando en el fotomatón
Que en pleno furor de los selfies, la Biblioteca Regional de Murcia se lance a reivindicar al fotomatón puede sonar a que se está tirando al rollo para ir de guay: pero nada más lejos de la verdad.

Lo que pasa es que en las bibliotecas tenemos memoria (mucha) y sabemos buscarle los antecedentes a todo. Lo de juntar las cabezas y fotografiarse en grupo: bien chupando moflete para marcar pómulo, o sacando la lengua y haciendo el ganso; muuuuchos años antes de que los teléfonos hicieran fotos, se hacía de toda la vida en el fotomatón.

¿Quién no ha hecho el tonto con los amigos alguna vez en el fotomatón? Hasta los adultos más adultos terminan comportándose como adolescentes tras echar la cortinilla. El primer fotomatón data de 1925, pero el Fotomatón de la BRMU es plena modernez. Es el nombre de nuestro nuevo club de lectura, tal vez, el más ambicioso de todos porque aspira a enganchar a la lectura a los ado.



¿Los adorables, los adocenados, los adoctrinados, adormecidos...?? Pues dependerá de cada uno, y sobre todo de cada momento en que se esté en esa montaña rusa que es la adolescencia. Pasa tan rápida y es tan intensa, que en estos tiempos, de por sí vertiginosos, se le han caído hasta tres sílabas. Pero la BRMU no necesita invocar a ningún hado para empecinarse en lo que, muchas veces, parece una empresa imposible: atraer a los ado a la lectura. Queremos convencerles de que el mayor acto de rebeldía posible en esas edades, es leer.

Coordinado por la escritora Marisa López Soria, Fotomatón quiere que los jóvenes junten las cabezas y se dejen retratar a través de las lecturas que les gusten, y que luego quieran compartir entre todos, un martes de cada mes. El plazo de inscripción es del 13 al 27 de octubre; e incluye más de una sorpresa.
 

Si el fenómeno de los booktubers ha hecho que muchos adolescentes se aficionen a la lectura; no podíamos plantearnos un club de estas características sin tomar nota al respecto. Por eso, si a ciertas edades sólo se hace caso a los coetáneos, en Fotomatón se contará con jóvenes asesores lectores, que serán los que ayudarán a dar forma al club; y sobre todo, los que servirán de guía a los que son como ellos.

Robert Redford y Barbra Streisand haciéndose los ado en el fotomatón


En la biblioteca pública del siglo XXI, una máxima es incluir a los propios usuarios en el diseño de los servicios de la biblioteca; y con Fotomatón, la BRMU da un paso más en ese sentido. Queremos que los que hasta hace no mucho eran niños, sigan leyendo. Tal y como incita uno de los eslóganes de las fantásticas campañas publicitarias de la cadena mexicana de Librerías Gandhi.




Adopta a un bibliotecario

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Mercedes Milá espiando al blog de la BRMU

Llámennos paranoicos, engreídos, enajenados o cualquier otra cosa que se les ocurra. Pero estamos seguros de que la cadena de televisión Telecinco, copia ideas de este blog a la hora de preparar su programación.

¿Qué otra explicación se puede dar al hecho de que hace unas semanas dedicásemos un post al género de los realities (Reality de biblioteca), y que por la columna de Mikel Labastida, crítico de televisión del grupo Vocento: nos enteremos de que en Gran Hermano se califica, de manera despectiva, como "los bibliotecarios", a los concursantes que no entran dentro de los cánones musculosos y silicónicos habituales en este tipo de programas?

¿Casualidad?, no existen. Y por mucho que Mercedes Milá haga aspavientos y amenace con inundar la casa de GH16 de libros; en un vano intento de nadar y guardar la ropa: nada nos va a convencer de que se trate de una coincidencia.


Un cartel ya muy visto, pero cuyo mensaje, Telecinco se empeña en actualizar


El civilizado abogado interpretado por James
Stewart, aprendiendo la ley del más fuerte en:

El hombre que mató a Liberty Valance
Pero mientras nos van tomando medidas para las camisas de fuerza, no hace falta observar mucho, para darse cuenta de que a los medios les repelen cada vez más los ilustrados. Puede que se trate de una actitud defensiva, ante tanto desprecio intelectual que acumula el medio televisivo; pero no nos referimos sólo a la televisión. La desconfianza hacia quienes expresan su deseo por cultivarse intelectualmente, viene de lejos.

¿En cuánto wéstern clásico, la figura del vaquero expeditivo y resolutivo de buen corazón, salía triunfante frente al personaje ilustrado que, con suerte se presentaba como cómico, cuando no directamente como el malvado de la función?; ¿en cuántas películas del subgénero sobre adolescentes en el instituto se ha ridiculizado la figura del empollón? (aunque también la del matón, todo hay que decirlo).

No es de extrañar por tanto que la sufrida Lisa Simpson (tal vez el personaje que mejor ha representado durante las últimas décadas, la desolación de quien aspira a cultivarse en nuestros días) dijera aquello de "cuando estoy triste abro un libro e ignoro al mundo", entre otras muchas perlas imprescindibles.

 
La artista Wendy Tsao ha lanzado las muñecas ideales de Lisa Simpson:
ha desmaquillado a las muñecas Bratz, y transformado en representaciones de mujeres admirables
 
En la deliciosa Bola de fuego de Howard Hawks, la cabaretera interpretada por Barbara Stanwyck, irrumpe en la pacífica mansión en la que se recluyen un grupo de estrambóticos intelectuales que redactan una enciclopedia.

Su sabiduría callejera, choca de frente con el academicismo rancio que impera entre los doctos profesores, ejemplificando una vez más esa barrera casi infranqueable que por intereses ocultos (¿grupo Bilderberg, Illuminati, masones, etc...?) siempre se quiere levantar entre vida y cultura.

Si bien es cierto, que finalmente, serán los conocimientos de los adorables y pacíficos intelectuales, los que conseguirán salvar a la cabaretera de los gánsteres que la persiguen.





Pero afortunadamente, no en todos los medios se expresa aversión a lo que huele a biblioteca. Si en Telecinco la biblioteca es sinónimo de muermo, en la misma semana, en programas como A vivir que son dos días de la cadena Ser: dedican un programa a los bibliobúses que asisten a las pequeñas poblaciones de El Bierzo.

Un programa en el que lo más emocionante, fue escuchar el testimonio de Ascensión Ramón, usuaria del bibliobús de 101 años, que ha recibido el premio de socia de honor de las bibliotecas de León.

Ascensión Ramón disfrutando su siglo de vida en el bibliobús


Nuestra añorada usuaria Fuensanta
Guaita, a la que entrevistamos en 2006

Ascensión es vecina de Bárcena de la Abadía, un pueblo con 108 habitantes, al que como tantos otros pueblos del país: la televisión no llegó hasta bien entrados los 70. Para entonces Ascensión ya tenía 60 años, y para cuando se estrenó Telecinco en 1990, esta lectora compulsiva rondaba los 80. ¿Será por eso que Ascensión no está, como tantos ancianos, alienada por la televisión, y volcada a la lectura?

No sabemos si tiene cuenta en Twitter, pero no parece que la necesite; pero sin duda, de tenerla sería la primera en participar en la campaña que el Ministerio de Cultura ha lanzado a lo largo de esta semana para homenajear a bibliotecas, y bibliotecarios.

Con el hashtag#vivalabibliose anima a que todo usuario de bibliotecas, declare su amor a nuestros centros, comparta sus experiencias en bibliotecas, e incluso diga quién es su bibliotecario favorito. Entre los participantes, muy apropiadamente, se sortearán lotes de libros y visitas personalizadas a la Biblioteca Nacional. Tal cual como en el clásico Un, dos, tres (un programa más respetuoso con las bibliotecas) premiaban con apartamentos en Torrevieja o coches.


Nosotros sólo podemos agradecer esta iniciativa del Ministerio, los bibliotecarios como todos, sólo queremos que nos quieran, aunque sea un poco. Tal vez con campañas así, lentamente, consigamos que en Telecinco dejen de suicidarse libros; y que una cabaretera y un profesor, no sean vistos como una extraña pareja.



Lecturas con bífidus

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A ver cómo lo hacemos. Nuestro compañero Pedro Quílez ha tenido muy buen gusto a la hora de idear y diseñar la nueva oferta de la BRMU: Leer en los baños. Un total de 20 cuentos de autores célebres, convertidos en códigos QR, e impresos en pegatinas que se han colocado en los baños de la biblioteca. Para que cualquiera, con un smartphone que lleve la aplicación para leer códigos QR, pueda descargárselos.

Ya abordamos el hábito tan extendido de leer en los baños con el post De la lectura como necesidad fisiológica; y ahora al retomarlo, confiamos en seguir esquivando tanto lo escatológico, como el humor marrón. Como en aquel post, referentes ilustres en los que escudarnos para evitar el caca, culo, pedo, pis, no nos faltan.

Por ejemplo Henry Miller, que reconocía encontrar en el retrete su sitio ideal para devorar clásicos prohibidos, cuando era joven. Hábito que más adelante, le llevaría a escribir el divertido texto de Leer en el retrete, en el que, contrariamente a lo que pudiera esperarse: se manifestaba en contra de dicha costumbre.

 En la mayoría de hogares (y locales públicos) el único espacio con pestillo es el baño; y esa posibilidad de intimidad, en la infancia y la adolescencia: puede llegar a crear adicción, como refugio en el que escapar de la colonización paterna del resto del hogar. Pero el autor que mejor ha evidenciado por escrito la relación entre el tránsito intestinal y el mental, fue Georges Perec:

Entre el vientre que se alivia y el texto se instaura una relación profunda, algo así como una intensa disponibilidad, una receptividad amplificada, una felicidad de lectura: un encuentro entre lo visceral y lo sensitivo.

Henry Alford, del New York Times, hizo toda
una investigación sobre lo que lee la gente
en los baños
Éste y otros autores son los que recogió en su interesante, a la par que divertido, artículo Leer en el baño es cultura, el periodista peruano Marcos Avilés. Según sostiene Avilés en dicho artículo: “Los baños han hecho tanto por la cultura universal como las bibliotecas”. Siguiendo este razonamiento, la BRMU a partir de ahora, va a hacer una contribución a la cultura sin parangón.

Como también recoge el artículo, en algunos manuales de educación de los siglos XVI y XVII, se recomendaba a los nobles compensar lo indigno de lo que se ha dado en llamar eufemísticamente “aguas mayores”, leyendo tratados de filosofía mientras atendían el “llamado de la naturaleza.”

No hace falta ponerse freudiano para encontrar una explicación a esta asociación entre lectura y baño. La lectura es de los actos más íntimos y solitarios de los que podemos disfrutar; y no hay acto más íntimo (al menos desde que desaparecieron las letrinas públicas y compartidas de la Roma antigua), que sentarse en el aseo.

En 1991, se publicó en Estados Unidos una colección de Clásicos compactos, cuyas ventas fueron muy bajas. Todo fue cambiarle el nombre por The great american bathroom book (El gran libro de baño americano), y se vendieron como rosquillas. El autor de la terrorífica novela The ring, el japonés Koji Suzuki, fue un visionario en 2009 al publicar su novela Drop (Gota) en papel higiénico. Dado que la novela transcurre en un baño, resultaba de lo más lógico.

La relación entre el tránsito intestinal y el mental abre un amplio abanico de posibilidades. Si los bífidus activos, con los que tanto se anuncian los yogures, conservan la flora intestinal; que no falten lecturas provechosas que ayuden a mantener un saludable equilibrio mental.

Y de momento lo vamos a dejar aquí, seguiremos de cerca las opiniones (si las hay) sobre el uso de nuestros usuarios de esta nueva oferta de la BRMU; pero mucho nos tememos que no habrá mucha gente dispuesta a confesar lo que hacen tras echar el pestillo; ni a nosotros nos interesa lo más mínimo, más allá de si se han descargado algún cuento.

Suzuki junto a su novela impresa en papel higiénico


Una vez más, hemos conseguido evitar el humor marrón, pero no por ello tenemos que ahorrarnos el directamente facilón, para concluir con lo que podría servir hasta de frase publicitaria: en la BRMU no hay excusa para leer, ni siquiera en el excusado.


Próximamente...

Todo suma, nada resta...

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Nuestra maleta viajera, complemento de moda para Titis clothing


Hace unos cuantos post, nos salió una frase que nos gusta repetir cual mantra para venirnos arriba a la hora de planear nuevos proyectos: todo suma, nada resta cuando se habla de cultura en una biblioteca pública.

Si algo positivo se puede sacar de estos años de crisis, es el esplendor en las calles (que no en la hierba, con lluvias tan rácanas) de Murcia en cuanto a vida cultural. La iniciativa privada en el ámbito cultural está proliferando de manera continua, sin necesidad de tutelaje alguno, de manera totalmente independiente.

Por eso, cuando desde la BRMU hemos establecido colaboraciones, los resultados suelen resultar muy gratificantes. Las sinergias (cansina palabra de la que se abusa, pero que sirve para entendernos rápido) se establecen de manera espontánea, y tienden lazos que aspiramos a que perduren más allá de las acciones puntuales.

Un anecdótico ejemplo, sería el protagonismo de una de nuestras maletas viajeras en la sesión de fotos de lanzamiento de la nueva colección de Titis clothing. En su propuesta para el otoño/invierno 2015-16, las diseñadoras murcianas nos invitan a viajar, justo cuando va a hacer un año que lanzamos nuestra Pasarela BRMU, en la que ellas fueron protagonistas.




La sesión de fotos se desarrolla en un aeródromo, y precisamente, el próximo diciembre se estrena la adaptación al cine de animación de la obra más célebre del escritor-aviador Saint-Exupéry. 

El espíritu de El principito casa bien con los diseños de Titis clothing, sorteando habilmente el cliché de lo infantil. La fábula del extraterrestre (pues no otra cosa es el protagonista de la obra), que viene a hacernos reflexionar sobre nosotros mismos: es toda una oda a los viajes físicos, y sobre todo mentales.


"…y cuenta la leyenda, que el retrato de La Dama de Negro
desapareció junto con Arthur, tras la espesa niebla"

"hasta llegar a un castillo habitado por un 
ogro gigante". El cuento de las habichuelas
 mágicas hecho collar

Y no sabemos si por influjo de su colaboración con la BRMU (como siempre barriendo para casa), o por esa mente calenturienta que tiene de por sí Carmen Ramil: la nueva colección de otra de las diseñadoras que hicieron posible nuestra última acción artístico-bibliotecaria, presenta una fuerte carga literaria. 

¿Qué mejor manera de enfrentarte a tus fobias que convirtiéndolas en maravillosos complementos? Con hashtags como #fábulasfóbicas o #misfobias, acompañados de frases de relatos clásicos: Ramil va desvelando diseños a cada cual más evocador y literario.

Pero no queda aquí la cosa. Historia nº 2 de Pedro Lobo, y Evolución o barbarie de Las culpaSS: son las nuevas propuestas para esta temporada de otros de los protagonistas de la Pasarela BRMU, que de nuevo, vemos susceptibles de literaturizar por escrito, o en imágenes. 

 La Historia nº 2 de Pedro Lobo nos lleva de la mano de figuras que recuerdan a la Tilda Swinton de Orlando, cambiando de sexo y época histórica: hasta paisajes infinitos propios de Tarkovsky o Moebius. 


Historia nº 2, la última colección de Pedro Lobo

Por su parte, Las culpaSS con Evolución o barbarie, nos ofrecen la posibilidad de resurgir de las cenizas tras el apocalipsis, no a la manera desesperada de un Mad Max, sino con el optimismo y las ganas de vivir intensamente que dejaba en el ánimo el último plano aéreo de verdes bosques en Blade runner.

 
Evolución o barbarie, la colección apocalíptica-esperanzadora de Las culpaSS

Que no, que no estamos locos, que sabemos lo que queremos, que decía la copla. Y si tanto Titis clothing, como Carmen Ramil, Pedro Lobo o Las culpaSS, combinan viajes, fantasía, futurismo y ensoñación: ¿resulta extraño entonces que veamos tan clara la continuidad con lo que lanzaremos el próximo viernes 13 de noviembre, por muy alejado que pueda parecer del diseño de moda? 

Tendrá que ver, entre otras cosas, con otros mundos, otras realidades, incluyendo viajes en el tiempo, que tan en boga están últimamente gracias a ficciones como la serie de TVE: El Ministerio del Tiempo.



Precisamente a tenor de esta ficción televisiva, la Biblioteca Nacional ha sabido aprovechar con envidiable agilidad el éxito de la serie; y ante la emisión de cada nuevo capítulo, publica tuits con enlaces a documentos digitalizados de sus colecciones, que amplían la información sobre el periodo histórico al que viajan los protagonistas. Nosotros no disponemos de los vastísimos fondos de la Nacional para hacer algo así; pero no hay problema, a cambio tenemos una máquina del tiempo.

Así como suena. Muchos han sido los que han buscado semejanzas de la serie española con todo un clásico de la televisión británica: la serie Doctor Who. Un auténtico fenómeno de culto en Reino Unido, que poco a poco se está convirtiendo en un culto ya nada secreto en nuestro país. Sin ir más lejos, el sábado pasado se celebró en Alicante, la III edición del Alicantardis: una jornada para los fans de la serie de nuestro país, que no para de ganar adeptos.





Tardis (Time And Relative Dimensions In Space = Tiempo Y Dimensiones Relativas en el Espacio), es el nombre que recibe la cabina que sirve al protagonista de dicha serie para viajar en el tiempo; y que desde hoy tenemos montada en el vestíbulo de nuestra biblioteca. ¿Qué otro lugar iba a resultar más idóneo para instalar una cabina que te transporta en el tiempo, que no sea una biblioteca? Desde siempre, sin artilugio alguno, ha sido fácil viajar a otras dimensiones en una biblioteca: simplemente con acercarse a las estanterías. 

Pero ahora además, lucimos por primera vez en Murcia la máquina del tiempo más mítica después de la clásica de la cinta de 1960: El tiempo en sus manos. Es sólo el primer indicio de lo que está por venir, y que tendrá en una fecha tan cargada de connotaciones como es el viernes 13 de noviembre, su estreno definitivo. Sólo pedimos un poco de paciencia, y por favor: que nadie se aproveche ahora de que tenemos una máquina del tiempo en el vestíbulo para adelantarse.




Centrifugando el 2015 [septiembre]

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[Haz clic en las letras verdes, y centrifuga tu cerebro]



El relato de lo que ha sido septiembre en este blog, serviría para convencer a cualquier ejecutivo de un gran estudio de Hollywood, para que invirtiera en llevarlo a la gran pantalla. Tiene de todo: historias de amor y desamor, violencia, vestuario suntuoso, crítica social, fenómenos paranormales, música y temas de actualidad. Es decir, los ingredientes necesarios para fabricar un rompetaquillas que, a su vez, tuviera posibilidades en la quiniela de los Oscars.

Las pasiones amorosas, y sobre todo, las venganzas amorosas venden mucho en el cine. Desde Miss Peggy y la rana Gustavo, hasta la pasión otoñal entre Vargas Llosa e Isabel Preysler; de todo hubo en el post Lo que la literatura ha unido, que no lo separe el hombre, que nos aportaría la parte más pasional y tumultuosa de la trama.




Si al despecho amoroso le sumamos una subtrama que incluya drogas, muchas drogas y la crónica de una caída a los infiernos de alguno de los protagonistas; entonces tendremos a la audiencia más cautiva que Sir Alfred Hitchcock en la escena de la ducha de Psicosis.

Será el momento idóneo para aprovechar esa suspensión de la incredulidad a la que aspira cualquier guionista; ese punto de no retorno, en el que una vez capturada la imaginación del espectador, casi tenemos carta blanca para introducir cualquier asunto por extraño que pueda parecer.



Sería el punto para la aparición de fenómenos paranormales, las drogas ya nos habrían dado coartada argumental para meter casi cualquier cosa. Pero cuidado no se nos vaya la mano, y terminemos con sensiblerías tipo Ghost. Para conjurar el peligro, añadamos algo de carnaza que apele a los más bajos instintos de la audiencia, tal cual como en un reality show: entonces prácticamente no habrá crítico de cine por sesudo que sea, capaz de catalogar genéricamente a nuestra película.



En este punto siempre vendrá bien recurrir a los clásicos, alcanzada esa cumbre de la historia sería un error garrafal perder el timón de la trama. El maestro Jean-Luc Godard sentenció que: "todo lo que se necesita en una película es un arma y una mujer", así pues: va siendo hora de pegar unos cuantos tiros, que tensen la trama hasta que no se escuche ni el rumiar de las palomitas en la sala.  Y si quien empuña el arma es una mujer luciendo diseños tan impactantes, que ríete tú del fondo de armariode las pavas de Sexo en Nueva York: la nota para nuestra película en el Filmaffinity, rozará el 8,2 de Ciudadano Kane por lo menos.

Nos vamos acercando al final, no podemos dejar decaer la trama, pero tampoco podemos dejar cabos sueltos. Si hemos forzado la nota en algún momento, ahora tendremos la ocasión de justificarlo. Un flash back que nos revele detalles del pasado traumático de los personajes nos puede venir al pelo. Algo realmente emotivo, que apele a las conciencias de nuestros espectadores, dé un trasfondo social y político al argumento, y derribe cualquier objeción, como hicimos en el post Las bibliotecas nos dieron el poder.



Una vez manipulado a nuestro antojo al público; será el momento de templar bien, y asegurarnos esa mirada aún ensimismada que se percibe en los espectadores, una vez se encienden las luces de la sala. Para eso nada mejor que acabar con música. Un tema musical emotivo y alegre a la vez, una voz aterciopelada, y quizás, el sonido burlón y cálido de un ukelele: podrían ser la combinación perfecta que desemboque en los títulos de crédito.

Y ya tendremos la fórmula para el blockbuster redondo, ahora sólo será cuestión de que se publiquen las cifras de recaudación del primer fin de semana, para descubrir si se avecina trilogía, o directamente una franquicia.



La Comicteca viajera de la BRMU

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Cartel del Festival de Cómic de Moscú

Estamos contentos, muy contentos. La Comicteca de la BRMU tiene ya una trayectoria respetable desde que se inaugurase en 2003, pero últimamente se acumulan noticias que no hacen más que reafirmarnos en la buena idea que tuvo nuestro entonces director José Pablo Gallo, a la hora de crearla.

En el último Festival de Comics celebrado en Moscú, KomMissia, que se desarrolló durante el pasado mes de mayo, se publicó un libro sobre el festival en el que se incluye un amplio reportaje y entrevista sobre nuestra Comicteca. 

Los organizadores del Festival viajaron a Murcia, y conocieron de primera mano nuestras instalaciones y nuestra Comicteca. Una primera toma de contacto que ambas partes confiamos en que se concrete en futuras colaboraciones.

La Comicteca de la BRMU en cirílico

Y como si en una película de James Bond se tratara, con pocos meses de diferencia, en una latitud muy lejana: la Secretaría de Cultura del Estado de Sao Paulo editaba su publicación Notas de biblioteca 8 Gibiteca (que así es como se denomina a la comicteca en portugués), en la que convenientemente traducidas al portugués, se incluyen las pautas para organizar y dinamizar comictecas que desarrolló la Comicteca de la BRMU, que fueron publicadas originariamente por el CERLALC en Colombia, y sirvieron para crear la primera Comicteca colombiana en la ciudad de Cali en el 2013.



La Comicteca de la BRMU en portugués para las bibliotecas brasileñas

En el caso de la publicación brasileña, que se distribuirá en su red de bibliotecas, conocemos perfectamente el texto; pero en el caso de la publicación rusa, nos quedamos con las ganas de saber qué cuentan exactamente sobre nosotros, a falta de localizar a un traductor. Pero en cualquier caso nos hace mucha ilusión ver lo de Comicteca de Murcia impreso en caracteres cirílicos.

Pero volviendo al origen de todo, es decir a la BRMU, nuestra Comicteca tiene mucho que ver con el inminente proyecto que vamos a lanzar el próximo viernes 13. En las citadas pautas que nos han traducido en Brasil, se señala que la comicteca se plantea como una nueva línea de agitación cultural; y es cierto, gracias a la comicteca las bibliotecas podemos abrirnos a algunas de las formas más apasionadas que se tienen de vivir la cultura en la actualidad. Pero por el momento, como decía Mayra Gómez Kemp: hasta aquí podemos leer.





“Cómic, cómic, cómic, más cómic por favor, que todo en la vida es cómic, y los sueños cómic son”, que podríamos canturrear parafraseando a Aute en su clásico tema dedicado al cine. Y es que el cómic y su potencial siguen triunfando en los ámbitos más diversos. Sin ir más lejos, en las latas de sardinas.




Que en Francia aman al cómic, y lo respetan culturalmente, es algo sabido. Tanto es así, que la empresa de conservas gala La quiberonnaise, reconociendo lo mucho que vende el denominado arte secuencial, ha lanzado una serie de latas de conservas ilustradas por algunos de lo más reconocidos dibujantes del país vecino. Con el afán coleccionista y conservacionista que caracteriza a algunos aficionados al cómic; es más que probable que más de uno pase hambre, antes que acercar un abrelatas a cualquiera de estas conservas.





Pero esta empresa de conservas no es la primera, ni mucho menos, en acudir a artistas para aportar exclusividad a sus productos.

En el recién estrenado canal Grabados y dibujos de nuestra Biblioteca Digital de la Región de Murcia se pueden disfrutar algunas de las deliciosas (en todos los sentidos) etiquetas, que dibujantes anónimos realizaron para algunas de las empresas conserveras murcianas en siglos pasados.



La etiqueta de Mouton Rothschild 
diseñada por Pablo Picasso
Otros diseños ideados para productos, en este caso nada anónimos, son las míticas etiquetas del vino francés Mouton Rothschild, que desde 1945 se han encargado de firmar figuras como: Picasso, Jean Cocteau, Dalí, Kandinsky, Francis Bacon, el príncipe Carlos de Inglaterra, Warhol, John Huston o Jeff Koons. Una pinacoteca vinícola alucinante que se puede disfrutar al completo en este enlace.

Andy Warhol (una vez más) fue quien dijo que el arte comercial es mucho mejor que el arte por el arte: así que tanto las latas de sardinas de La quiberonnaise, como las botellas de vino de Mouton Rothschild se podrían considerar ejemplos del arte mejor adaptado a las exigencias de este siglo XXI, del que Warhol actuó como profeta perfecto.


Dalí, un genio uniendo arte y negocio: diseñó el logo de Chupa Chups


Luis Royo y su hijo, cual Michelangelos 
del erotismo para un magnate ruso
Y hablando de arte al servicio del capital, de cómics y de Rusia: nada como el encargo que recibió el ilustrador Luis Royo hace ahora casi diez años.

Un magnate ruso quería que el dibujante español pintase un fresco en una cúpula de 80 metros cuadrados, que había levantado dentro de su nuevo castillo.

Tras tres meses de intenso trabajo, el artista español completó hasta nueve escenas de alto voltaje erótico, protagonizadas por un total de 45 voluptuosas mujeres.

La cúpula del castillo ruso al completo

Un encargo que habría provocado la envidia del mismísimo Warhol, que en su visita a Madrid en los ochenta, estuvo más interesado en conseguir encargos por parte de aristócratas y ricachones, que en los cuadros del Museo del Prado.

Pero volvamos a Francia para concluir este post volcado a la bande dessinée(que así llaman al cómic los vecinos). Los parisinos Home and dry, nos dan toda una lección de cómo se dibuja un cómic, con el fantástico vídeo que realizaron para el tema Ghost are dancing:




Bibliofriki: si nada te apasiona, eres un zombi

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No terminamos de entender el porqué del tono peyorativo con que, algunas veces, se utiliza el término friki.

Nos quejamos de los ninis, los chonis, de lo abúlico y pasivo de las nuevas generaciones: ¿y luego estigmatizamos a aquellos jóvenes (o no tan jóvenes, para ser un auténtico friki hay que ser adulto) que en vez de comportarse como amebas deciden vivir intensamente sus aficiones? Desde luego no va a ser en las bibliotecas donde utilicemos nunca el término friki como algo despectivo; preferimos mil veces a alguien que viva su pasión por la cultura o subcultura (que tanto da en una biblioteca del siglo XXI) de manera exagerada, que a alguien que observe a las bibliotecas y a la cultura con mirada bovina.


¿Excéntricos, exagerados?, ¿y qué? La extravagancia la mayoría de las ocasiones es sinónimo de creatividad, curiosidad, pasión, de ganas de conocimiento. El nivel cultural de muchos apasionados por la ciencia ficción, los mangas, la fantasía con ribetes históricos o los superhéroes suele situarse por encima de la media. Su afán por conocer a fondo lo que sustenta sus objetos de culto, les lleva a estudiar idiomas, a obtener conocimientos básicos de física, astronomía u otras ciencias, a desenvolverse con soltura en los ritos propios de culturas orientales, o a investigar períodos históricos.

El número 9 (julio/septiembre de 2014) de nuestra revista de cabecera: Infobibliotecas, estaba dedicado al mundo friki, en el que dejaban claro lo mucho que une a bibliotecas y frikis:

"precisamente es esa inagotable búsqueda de libros, discos, revistas y otros objetos relacionados con su obsesión lo que hace que los frikis adoren las bibliotecas"

Pues bien, el amor es mutuo, y a partir de este próximo viernes 13 la BRMU va declararlo a los cuatro vientos lanzando nuestra nueva línea de agitación cultural: Bibliofriki.

Creemos (y queremos) que la biblioteca es el hábitat perfecto para la cultura friki, y lo vamos a demostrar con una programación que visita muchos de los mundos de sus múltiples universos. Excluimos lo relacionado con el manga, no por nada, sino porque teniendo un más que consolidado y exitoso festival de manga en Murcia, que va por su séptima edición: buscamos explorar otros mundos más desasistidos de eventos en nuestra comunidad.



Arrancamos en una fecha tan significativa como el viernes 13 inaugurando en la planta 0, una exposición con armaduras y diseños de la empresa murciana La Forja de Prometeo, que junto a dioramas de Star wars cedidos por el comercio 7 héroes (que colabora con la biblioteca en todo el proyecto), y las fantásticas ilustraciones de Sonia MS que se exhibirán en las columnas circundantes: lucirán junto a una cuidada selección de libros, películas y cómics sobre ciencia ficción, espada y brujería, superhéroes o terror.

El doctor Who dibujado por  Sonia MS

Ilustración de Sonia MS
Una selección que buscar provocar asombro, miedo, risas, entusiasmo o incluso asco: lo que sea con tal de no dejar indiferente. Pero es algo más que una simple selección de fondos: es un homenaje a José Joaquín Martínez Nicolás, un apasionado de la ciencia ficción, el género fantástico y la literatura en general. Muchos de estos libros fueron reunidos durante años por él; y donados generosamente por su familia en perfecto estado de conservación, tras su muerte prematura en 2014.

Y ahora gracias a los usuarios de la biblioteca, que los llevarán a casa, los disfrutarán y los cuidarán para que otros puedan seguir disfrutándolos: podremos estar seguros de que todos esos buenos momentos, nunca se perderán en el tiempo como esas lágrimas en la lluvia de las que hablaba el replicante Roy Batty, en la inolvidable escena final de Blade runner.

Las pasiones culturales de José Joaquín Martínez no se perderán 
como lágrimas en la lluvia, gracias a los usuarios de la BRMU

Bibliofriki se extenderá hasta la primavera, pero en la semana del 23 al 28 de noviembre, se concentrarán la mayoría de actividades, que entre otras cosas incluyen:
  • sala de videojuegos, en la que se celebrarán torneos durante los días 26, 27 y 28.
  • tarde zombi, con película y mesa redonda posterior que promete dejarnos muertos, pero desde luego no de aburrimiento, con apasionados del asunto como Francisco Giménez Gracia, Antonio Rentero y Enrique Ujaldón.
  • presentación de videojuegos con denominación de origen murciana.
  • conferencia sobre El señor de los anillos impartida por Eduardo Segura, profesor de filosofía y asesor de Peter Jackson durante el rodaje de la famosa trilogía.
  • actuación, por primera vez en Murcia, del grupo The Big Van Theory: científicos representando monólogos de humor basados en la ciencia.
  • juegos de mesaorganizados por 7 héroes, de rol organizados por Ludus Myrtea, exposiciones de ilustradores murcianos,… y más cosas que iremos anunciando a su debido tiempo.
 


Sirva este post de orientación, ante la expectación que ha causado la máquina del tiempo de Doctor Who que lleva una semana instalada en el vestíbulo de la biblioteca. Sólo pedimos un poco de paciencia, la programación detallada se publicará en este blog, web y redes sociales de la BRMU, y se distribuirá impresa el próximo viernes 13.





Según sostiene la profesora de Sociología de la Educación, Cristina Martínez, cuya tesis sobre la cultura friki en España, fue calificada con sobresaliente-cum laude 
(y cuya participación en Bibliofriki tenemos prevista para 2016):

"no creo que haya personas frikis sin saberlo. El que es friki lo sabe, y lo es por razones muy concretas y objetivas"
Pero en la BRMU, sin querer contradecir para nada a tan brillante investigadora: aspiramos a que más de uno descubra al friki que lleva dentro, y sin complejos lo reconozca con orgullo. No importa edad (de hecho según la profesora, no se puede hablar de auténticos frikis hasta haber alcanzado la edad adulta), condición, ni procedencia: todos podemos ser frikis.

Tú mismo, que ahora estás leyendo el blog de una biblioteca: se te presupone interés por la cultura, seguro que tienes gustos muy definidos, curiosidad, afán de descubrir nuevas experiencias que te apasionen. Vistas extravagante o discreto, exageres tus pasiones o las interiorices, tú que ahora mismo estás aquí, tal vez, ni siquiera te lo hayas planteado y seas el perfecto bibliofriki.





Programacion Bibliofriki. Noviembre 2015

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Crónica de una invasión friki

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Las palabras fan y fanático tienen el mismo origen, pero el pasado viernes 13 de noviembre en la Biblioteca Regional: pudimos comprobar hasta que punto sus significados se oponen tanto como la luz a la oscuridad.

Fue el día elegido para arrancar nuestra nueva línea de agitación cultural: Bibliofriki.

A eso de las 18:00 h., irrumpieron en nuestras salas para sorpresa, extrañeza y regocijo de la mayoría: los Cazafantasmas; Pícara de los X-Men; la novia del Joker, Harley Quinn; el malvado de Star wars, Darth Maul; Lady Sif, compañera de Thor; la princesa Estela de SuperMario Bros; o la reina del videojuego League of legends, Queen Ashe.

Fueron mayoría los que quisieron inmortalizar el momento con sus móviles, que rieron divertidos y quisieron enterarse de qué iba todo aquello. Por contraste, otros ni levantaron la mirada de sus apuntes, e ignoraron el programa que nuestros decididos personajes distribuían por las mesas.

Está claro que no tenía porque interesarles el mundo friki; pero su falta absoluta de curiosidad, más bien nos hizo pensar que por mucho que hagamos: siempre tendremos visitantes imposibles de seducir para la oferta cultural de la biblioteca,  que nos seguirán desaprovechando al vernos únicamente como salas de estudio.



No fue el caso de todo el público, de todas las edades, que se quiso retratar junto a los personajes; que bailó al son del tema de los Cazafantasmas, y que preguntó por cada una de las actividades que se van a realizar durante la próxima semana. A partir de ahí, los momentos divertidos se multiplicaron al abandonar la Biblioteca a bordo del tranvía, camino del centro en un populoso viernes por la tarde.




Desde honorables ancianos batiéndose en duelo con su bastón contra el malvado Darth Maul; coches con sus tripulantes bailando la música de los Cazafantasmas aprovechando los semáforos; o inenarrables combates balanceándose a lomos de Hello Kitty.

Y entre foto y foto (las de mejor calidad del estupendo profesional Arturo Manzaneque, con el que tuvimos la suerte de contar durante casi toda la invasión), se repartieron más de mil folletos con la programación, y cerca de 200 ejemplares del cómic murciano: Operación, aniquilar la Tierra : plan 10 del espacio exterior.

El eslogan de Bibliofriki proclama rotundo que "si nada te apasiona, eres un zombi"; y nadie, absolutamente nadie, podría tildar de zombis o amebas a José Manuel, Juan Carlos, Jody, Victoria, Minerva, Ana, Mª Dolores, Álvaro o Alicia. Su entrega y pasión por sus aficiones, los convirtieron en nuestros cómplices perfectos, y en el tipo de usuarios entregados a los que aspiramos cuando programamos alguna actividad. Gracias a ellos, el lanzamiento de Bibliofriki resultó de lo más prometedor.



De vuelta a la biblioteca, superadas las 22:00 h. de la noche, aún con la sonrisa en la cara, empezaron a llegar mensajes al móvil de uno de nuestros Cazafantasmas, parisino de pura cepa, cuya familia vive en pleno centro de la ciudad del Sena. A esa hora, aún desconocíamos el alcance de lo que estaba pasando allí, pero el ánimo se nos enfrió ante un final tan oscuro para una tarde fantástica.

En el mundo de los cómics, del que provienen muchos de los personajes con los que la BRMU paseó por Murcia: los buenos siempre terminan venciendo a los malos tras muchas vicisitudes. En cambio, en el mundo real es dificil distinguir entre buenos y malos absolutos; aunque siempre es sencillo distinguir los actos que son fruto del bien o del mal.  



We don't need another hero (No necesitamos otro héroe), que cantaba Tina Turner en Mad Max (película en la órbita del universo friki): nosotros en cambio sí queremos héroes. Héroes y supervillanos de fantasía para nuestra Bibliofriki que nos diviertan, animen y nos ayuden a celebrar la cultura como mejor vacuna contra la barbarie. Queremos fans, que no fanáticos, que sigan insuflando vida a las bibliotecas como armas cargadas de futuro y de progreso.


 



Más fotos en nuestro Picasa.

Guerras bibliotecarias. La última misión

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Han pasado dos años desde que en este mismo blog publicamos el post Apocalipsis bibliotecario, y aunque el empeño de algunos sea amedrentarnos, mal que les pese: las trompetas del juicio final van a seguir afónicas.

En aquel post precisamente nos referíamos a Ásterix el galo, y su irreductible aldea; y es curioso observar, en retrospectiva, cuántas similitudes hemos encontrado desde entonces entre la creación de Uderzo y Goscinny y nuestra tierra. En Poción mágica lectora, Murcia se asemejaba a la aldea gala en lo de irreductible, pero en sentido negativo: al ser la comunidad levantina con menor número de lectores habituales. Y tras las noticias de chatarra espacial que no para de llover sobre Murcia: vamos a terminar como los galos del cómic, temiendo que el cielo se desplome sobre nuestras cabezas.

Pero los bibliotecarios somos tan empecinados a la hora de hacer que la gente lea, como lo fue Juan Martín en las guerras napoleónicas. En aquellas, se trataba de echar a los franceses, y ahora se trata precisamente de todo lo contrario: de cerrar filas junto a ellos. Las declaraciones del Ministro de cultura francés a raíz del salvaje ataque terrorista del pasado viernes, no pueden más que emocionarnos:

“la cultura es un arma de destrucción masiva contra la ignorancia y el oscurantismo […] nuestra cultura está contra-atacando en este momento […] a los terroristas no les gustan los libros, así que vamos a abrir más bibliotecas que nunca y a dar mayor acceso a ellas”

Es la última misión en cualquier guerra bibliotecaria: levantar muros de cultura para derrotar a los fundamentalistas. Y eso es lo que hacen los protagonistas de la película que lidera las listas de recaudación en un punto tan lejano del mapa como Japón: Library wars. The last misión!(Guerras bibliotecarias. ¡La última misión!).



En Apocalipsis bibliotecario ya hablamos de la primera parte (Library wars), y ahora nos enteramos de que su secuela lleva ocupando los primeros puestos de la lista de las más taquilleras en Japón, desde el día de su estreno. La trama prosigue las andanzas del ejército de la Fuerza de Defensa de las Bibliotecas, que protegen la libertad de expresión ante la férrea censura del régimen instaurado por el Comité de Perfeccionamiento de los Medios.



Bibliotecarios guerrilleros, bibliotecas militarizadas para preservar los valores de un mundo libre, tiroteos entre estanterías. La fértil imaginación nipona nunca dejará de sorprendernos; y una nueva oportunidad para disfrutarla es el VII Salón del manga de Murcia (Murcia se remanga) que hoy abre sus puertas. Desde recuerdos a series tan míticas como Marco, pasando por Los caballeros del Zodíaco, y  cien actividades más para un fin de semana intenso.

Y precisamente hoy han llegado a nuestra Comicteca los 15 primeros volúmenes de Ataque a los titanes, uno de los mangas más exitosos de los últimos años (a punto está de estrenarse su adaptación cinematográfica). El argumento de dicha serie incide en el tono apocalíptico tan habitual de la imaginería japonesa:

los titanes son una siniestras criaturas de grandes dimensiones y nula inteligencia que devoran a los seres humanos. Un grupo de supervivientes logran sobrevivir tras un gran muro de 50 metros durante más de un siglo; pero aparece un titán de dimensiones colosales que abre una brecha en el muro.
Ataque a los titanes, ya en nuestra Comicteca

Amurallarse tras paredes cada vez más altas para ignorar amenazas del exterior, el miedo ante la aniquilación que no atiende a razones, las falsas seguridades en las que vivimos sin querer mirar más allá: como siempre la ciencia ficción proporcionando argumentos fácilmente extrapolables a nuestra realidad más inmediata.



Arrancamos en Francia, y hemos terminado en Japón sin poder despegarnos de la actualidad más inmediata que nos agobia desde hace una semana. De ahí que luzca en el post la obra de la artista murciana Cantabella, que hace unos años hizo lo que se llama en el mundillo del cómic un crossover (cruce entre personajes de diferente procedencia) erótico entre el más famoso periodista dibujado con tupé, y el arte japonés.

Las estampas de Tintín en pleno goce junto a geishas de estilo ukiyo-e: no tienen ni una pizca del sensacionalismo barato del paparazzi. No son robados, serían más bien posados por su obvia carga irónica: son la consecuencia lógica de la deuda que la famosa línea clara en el dibujo, cuyo máximo representante es la obra de Hergé, tiene con la tradición pictórica japonesa.

Y este maridaje con lo oriental a través del goce sexual, es el mejor antídoto contra cualquier tipo de oscurantismo (no sabemos lo que pensará al respecto la Fundación Moulinsart, propietaria de los derechos sobre Tintín, y que ya prohibió en el pasado un libro que relataba la pérdida de la virginidad del joven periodista con otro símbolo francés como es Catherine Deneuve).


Luminosidad y alegría de vivir frente a quienes no ven más que odio alrededor. Por ello para cerrar, volvemos a un grupo que ya nos ha servido en este blog, más de una vez, para mirar con algo más de esperanza al mundo árabe. Resulta sorprendente que lindando como país vecino con Siria, haya surgido en Líbano un grupo como Mashrou' Leila, en sus letras hablan de sexo, política, o feminismo; y su cantante Hamed Sinno se declara abiertamente homosexual. Como bien dicen en una de sus canciones:

"Hemos estado peleándonos 50 años. / La misma guerra, que no podemos olvidar. / Estamos enfermos de religión, cansados de humillación"


XXI, siglo zombi

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Los dibujos de Laura Barnés Calventus
 se estrenan en Bibliofriki en la tarde zombi

A cada momento histórico le corresponde su monstruo.

El género fantástico, bien en literatura, cine o arte en general, es el que mejor ha sabido dar cuerpo a los miedos de cada época y civilización.

Si en la Edad Media el Golem moldeado de barro, era el monstruo que infundía pavor entre los enemigos de la religión;  su sucesor encarnado en la figura de Frankenstein, dio vida al temor hacia los progresos de la ciencia en el siglo XIX; al mismo tiempo, que el vampiro emergía de las sombras catapultado por Bram Stoker, con toda la carga de sexualidad reprimida de la sociedad victoriana.

Y si a lo largo del XX, han sido los vampiros, licántropos, gorilas gigantes y demás monstruos los que han servido para asustar: ¿serán los zombis los encargados de representar los miedos del XXI? No les faltan méritos. Los vampiros con purpurina de las sagas adolescentes han terminado por finiquitar la exquisita elegancia del Nosferatu; y por su lado, el pobre Frankenstein ya no asusta a nadie. Todos amamos las nuevas tecnologías, y cada vez hay menos reticencias a que la ciencia llegue a enmendarle la plana a Dios.

En cambio, el zombi es un superviviente. Una vez perdido para siempre el romanticismo de clásicos como Yo anduve con un zombi de Tourneau, o La legión de los hombres sin alma con Bela Lugosi: se ha hecho groseramente pop y contemporáneo.

El zombi de hoy en día, zarrapastroso, de pensamiento único, infeccioso y en permanente estado de descomposición admite mil lecturas que se avienen a la perfección con crisis globales, terrorismo, consumismo, corruptelas, epidemias y demás azotes de las primeras décadas de este siglo.

No sabemos si algunos de estos temas serán tratados por nuestros ilustres contertulios de la mesa redonda que, tenemos programada dentro de la tarde zombi (miércoles 25) de nuestra Bibliofriki. Pero es más que probable que tanto Francisco Giménez como Antonio Rentero, no se limitarán a una simple conversación sobre zombis de ficción, y encontrarán múltiples ejemplos de zombificación en nuestra sociedad con los que ilustrarnos.

Tendrán antes una película que inspira a cualquiera para buscar estas segundas lecturas al género de zombis, más allá de la carne descompuesta y la antropofagia. Juan de los muertos, la primera y multipremiada película cubana de zombis, que promete infecciones, mala uva y risas a partes iguales.



Pero la tarde empezará antes, con los juegos Zombicide y Hall of Horror que Ludus Myrtea podrán a disposición de todos los que quieran disfrutar masacrando zombis. Todo ello bien ambientado gracias a los fantásticos dibujos de Laura Barnés Calventus, una ilustradora en pleno auge que retrata, entre otras muchas cosas, a los zombis como nadie: y que expone en los espacios de la planta -1, en la que se desarrollarán las actividades de Bibliofriki durante toda esta semana.




Y no podemos cerrar sin algo de ambientación musical. La combinación Peaches-Iggy Pop en medio de un holocausto zombi, es la mejor descarga posible de adrenalina para afrontar una tarde (y un siglo), que prometen muchos nuevos miedos que exorcizar gracias a tan entrañables (por lo de entrañas) personajes.



Programa completo de Bibliofriki
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