Quantcast
Channel: Blog de la Biblioteca Regional de Murcia
Viewing all 482 articles
Browse latest View live

La jauría digital

$
0
0


Muchos clásicos del cine de la edad de oro hollywoodense acontecían en comunidades pequeñas. Esas ciudades de impoluta apariencia, que a la mínima disidencia, veían transformarse a sus, hasta entonces, respetables ciudadanos en auténticos salvajes, a la caza y captura del que se atreviera a ser o pensar diferente.

Dramas sureños en los que se masticaba la tragedia a la vuelta de la esquina; y cuya atmósfera tan bien captó el teatro de Tennessee Williams. En nuestros días, el autor de La gata sobre el tejado de zinc, tendría un auténtico filón con las redes sociales como marco para seguir retratando, no ya esa Norteamérica profunda, sino un mundo profundo en el peor sentido del término. Y es que ya lo decíamos en otro post: la aldea global copia con descaro a la aldea rural, y muestra su cara más siniestra con los linchamientos digitales que cada día se suceden en Internet.



Sin entrar en consideraciones de si son merecedores o no de críticas severas, lo cierto es que casos recientes como el del inefable José Luis Moreno, crucificado por su casposo retorno al ruedo televisivo, o el cantante Pitingo y su criticada falta de cintura para encajar bromas a su costa: denotan tal inquina en algunos comentarios y ataques digitales, que dan argumentos a los que abogan por un control estricto de Internet, tan del gusto de regímenes totalitarios.


El bochornoso asunto de los tweets de seguidoresde un programa de televisión molestos por el retraso en su emisión, debido al accidente aéreo de Los Alpes, la imputación del joven de Molina de Segura que amenazó con detonar una bomba en la Copa del Rey: son algunos de los numerosos episodios recientes que muestran esa cara oscura de la red. Pero en este post queremos compensarlo con algunos ejemplos luminosos, que nos ofrezcan la cara más amable y productiva de las nuevas tecnologías.

Ya hemos hablado/recomendado más de una vez de los interesantes estudios de Frédéric Martel en este blog (todos incluidos en la selección de nuestra Pasarela BRMU/Constanza Mas). En el dedicado a estudiar Internet a lo largo y ancho del planeta, (Smart, Internet (s) una investigación), Martel se pregunta tras visitar favelas en Brasil, suburbios en Colombia, Venezuela, México o Sudáfrica, guetos negros y latinos en los Estados Unidos o campos de refugiados palestinos y chabolas en la India: ¿realmente la cultura digital ayuda a progresar a las sociedades, sirve para salir adelante?

No alcanza una respuesta concluyente al respecto, pero sí nos deja algunos ejemplos de casos concretos en los que sí que está ayudando a cambiar las cosas. Como en el barrio de Kibera en Kenia, donde los móviles están suponiendo una esperanza para el progreso. A este respecto, no nos resistimos a reproducir lo que cuenta sobre la biblioteca del barrio:

"la filial de la Kenya National Library está situada en el corazón del barrio. Se llega por un camino de tierra ocre, lleno de baches. ¿Una biblioteca? Es mucho decir. Más bien parece un almacén con techo de uralita, cercado de alambradas. "Electrificadas", puntualiza Jesse. En los estantes hay unos 8.000 libros y cada día acuden unas 200 personas a consultarlos [...] me muestra unas tabletas Samsung que acaban de llegar y que guarda en un armario cerrado con llave, esperando la instalación del wifi. Ello debería permitir un mejor acceso a internet [...] por ahora hay que subirse al tejado para acceder con un smartphone a la conexión 3G" 

Ilustración de Dan Page
Los fuertes contrastes entre las realidades sociales tan extremas de los países que visita Martel en su periplo, y la manera en cómo las nuevas tecnologías han ido introduciéndose, resulta de lo más interesante.

Y sin salir de África, otra noticia reciente aúna (cargada de polémica) progreso y tecnología. Según un estudio publicado por el Instituto para el Desarrollo y el Gobierno Africano, la piratería en África favorece la alfabetización y el desarrollo humano.


Una vez asumido este dato, ahora el debate vuelve a recaer sobre la protección de los derechos de autor. Confiemos en que esta noticia, comprensible en el contexto africano, no sea extrapolada como argumento a países plenamente desarrollados para justificar la piratería.

Y para terminar, nada más a propósito que el último vídeo del fantástico Stromae, en el que advierte de los peligros del abuso de las redes sociales. Cara y cruz de un mundo al que ya ninguno podemos sustraernos.




Bibliotecas sin mordaza

$
0
0

Que Michel Houllebecq es un provocador, no lo vamos a descubrir aquí. Uno de esos provocadores necesarios en toda sociedad, para salvarnos de tanto exceso de corrección política. Su última novela, Sumisión, es todo un récord de ventas en cada país en que ha sido publicada; y no es para menos dada su temática. La distopía que relata Houllebecq se sitúa en una República Islámica de Francia, allá por el 2020, donde las elecciones generales han sido ganadas por el partido islamista Fraternidad Musulmana.

 La vitriólica visión del escritor galo (abusamos de los tópicos, como todos a la hora de adjetivar, pero al menos nos vamos ahorrar lo de enfant terrible), resultó aún más impactante al publicarse en fechas cercanas al terrible atentado contra la revista satírica Charlie Hebdo. En España no será hasta otoño, cuando podamos disfrutar de la corrosiva última novela de Houllebecq traducida al castellano.

No sabemos aún cuál será la ilustración de portada que elegirá la editorial Anagrama, que tiene los derechos de edición, pero lo va a tener difícil para superar la portada de la Mona Lisa con burka de la edición húngara. Uno de los máximos símbolos de la cultura occidental, escondido por el oscurantismo del islamismo más radical. Continente y contenido en perfecta sintonía.

Y a tenor del efecto autocensurador que puede provocar hechos como el atentado a la revista satírica francesa, se ha publicado un interesantísimo artículo de Lisa Peet en el Library Journal, que no nos resistimos a citar aquí. Bajo el título Libraries after Charlie Hebdo: the treath of violence, the fear of self-censorship (Las bibliotecas después de Charlie Hebdo: la amenaza de la violencia, el miedo de la autocensura) se plantea un tema de lo más interesante.

La alucinante manifestación de hologramas frente al Congreso hace unos días,
en protesta por la Ley mordaza


Houllebecq según Charlie Hedbo
Pese a que tantas voces hayan hecho suyo la frase de Je suis Charlie Hebdo, como manera de reafirmarse
ante el fanatismo; ¿cómo influye esto a las bibliotecas? En Francia, se generó todo un movimiento de apoyo y reivindicación a raíz de los atentados. Durante los días posteriores, se hizo una selección de las obras de Cabu, Wolinski y Bernard Maris (tres de los autores asesinados) en las bibliotecas francesas, que se prestaron en menos de 24 horas; y la movilización a través de las redes sociales de las bibliotecas fue absoluta.

El artículo da un interesante repaso a algunos casos de censura en bibliotecas. No deja de ser algo previsible, dado que somos las instituciones culturales que acumulamos la mayor diversidad de opiniones, ideologías, credos o expresiones artísticas, a través de nuestras colecciones.

Storm center (En el ojo del huracán, 1956), película sobre censura y bibliotecas,
en la que una aguerrida Bette Davis lucha por la libertad de expresión


Precisamente el artículo de Lisa Peet se centra mucho en las circunstancias que rodean a las expresiones gráficas, es decir, mayoritariamente a los cómics. Por supuesto, por su vinculación con la polémica de las caricaturas sobre Mahoma, pero es que de todos los documentos de que disponemos en una biblioteca, el que permite un acceso más inmediato a sus contenidos son los cómics. De ahí que se recojan las palabras de Barbara Jones, directora ejecutiva de la Oficina para la Libertad Intelectual de la Asociación Americana de Bibliotecas:

“los dibujos son un problema particular en nuestra oficina, las novelas gráficas y los libros con ilustraciones, a menudo, reciben denuncias”

En 2008, la Biblioteca Real danesa acometió un ambicioso proyecto para recopilar y conservar los dibujos originales de los artistas daneses, y esto promovió un renovado interés por la importancia que tiene que el cómic, y todo lo relacionado con la narración en ilustraciones, se ofrezca en las bibliotecas.

El estupendo cartel de Daniel Acuña para el Salón del cómic


En nuestra biblioteca resulta aburrido, con la Comicteca que tenemos, que incidiéramos en algo que tenemos tan asumido. Y precisamente justo el día en que arranca el Salón Internacional del cómic de Barcelona (en el que nuestra Comicteca estuvo presente en ediciones pasadas), queremos celebrar el magnífico cartel que el dibujante murciano Daniel Acuña (autor de la portada de nuestra primera Brújula para tebeos) ha realizado para la ocasión; y de paso insuflarnos una dosis de moral repasando las razones por la que bibliotecarios y superhéroes, somos equiparables.

En el blog Grammarly blog aprovechando que la  próxima semana se celebra el Día del Libro (para la que la BRMU, sin necesidad de superpoderes, ha ideado una programación de lo más atrayente).  dan algunas razones por las que los bibliotecarios somos mejores que Los Vengadores a la hora de lograr un mundo mejor. Todo un final feliz para combatir cualquier forma de oscurantismo.


Poción mágica lectora

$
0
0


No tenemos muy claro si el sostener una lupa que sobre Murcia en el mapa, tal cual como lo hacían el genial tándem Uderzo-Goscinny sobre el mapa de la Galia, para presentar cada nueva aventura de Astérix: nos beneficia o perjudica.

Aún seguimos impactados por el mapa resultante del último baremo sobre hábitos de lectura del CIS,  en el que Murcia desluce con un triste gris ese azul marino que pinta todo el levante español, y que unido al azul violáceo que une a Andalucía con Castilla La Mancha y Aragón: bordean de manera excluyente al territorio murciano, indicando el porcentaje de lectores habituales.

Si contrastamos dicho mapa con los datos que suele arrojar la Federación del Gremio de Editores, según los cuales: las bibliotecas murcianas quedamos en el podio de las mejor valoradas por los ciudadanos. Una de dos, o la Región de Murcia es esa "aldea" de irreductibles españoles que resiste al hábito lector (con más comunidades desde luego, pero eso no es consuelo), o somos las bibliotecas murcianas, las que actuamos como aldeas-refugio para los irreductibles murcianos que pese a todo, aman la lectura.


Por proximidad, compartimos gastronomía, clima, folclore, costumbres y por supuesto historia, con esas otras regiones que nos circundan. Entonces, ¿por qué no compartimos también un porcentaje de lectores habituales más alto?, ¿qué atraso cultural y educativo aqueja a nuestra Región para que se den estos datos? No vale con apelar a que la benignidad del clima y el modo de vida favorecen más el querer vivir la calle, que la intimidad de la lectura (Andalucía y la Comunidad Valenciana, comparten esta llamada al hedonismo y no dan tan malos resultados). Y por la parte que nos toca: ¿qué deberíamos hacer las bibliotecas murcianas para invertir esta tendencia?

Esta semana precisamente, es la ideal para repasar la cantidad de programaciones que la Red de Bibliotecas Públicas de la Región de Murcia, pone en marcha para celebrar el Día del Libro. Desde la Red Municipal de Bibliotecas del Ayuntamiento de Murcia, pasando por la Semana de la Lectura de la Biblioteca Regional, la programación de las Bibliotecas Municipales de Cartagena, por citar sólo algunos de los 94 puntos de servicio, más cinco bibliobúses, con que cuenta la Red de Bibliotecas de la Región.




Y que nadie piense que la lectura sólo está presente de manera estática en las instalaciones de las bibliotecas, y de forma móvil en los bibliobúses. En Cartagena la llevan a los bares, en Ceutí leer tiene premio en descuentos para actividades deportivas y culturales, peluquerías del centro de Murcia se han convertido en sucursales de la Biblioteca Regional tras la tercera acción artístico-bibliotecaria, o celebraciones lúcidas en torno a las bibliotecas como el flashmob previsto para el día 23 en la Biblioteca del Río Segura.

Cientos de actividades, que resaltamos en la semana del libro, pero que se extienden de manera estable a lo largo de todo el año en las bibliotecas murcianas. Pero la pregunta sigue siendo la misma, ¿qué más podemos hacer?, ¿cuál es la fórmula de la poción mágica de la lectura?

En los últimos años, de la Región de Murcia han surgido algunos de los escritores con mayor tirón popular (Pérez Reverte, María Dueñas, Jerónimo Tristante), surgen nuevas voces tan interesantes como Enrique Rubio, María Yuste, o el Colectivo Iletrados; y siguen con igual pujanza los escritores del meteorito de Molina de Segura. Materia prima no nos falta, ahora sólo faltaría que la lectura invadiera nuestras ciudades y pueblos.



Y en este sentido, el proyecto del colectivo Occupación poética (que incluye a Murcia entre sus objetivos) es una alternativa estupenda para seguir convocando a la lectura de la manera más insospechada. Se trata de un proyecto que aúna arte y nuevas tecnologías. Basta con descargarse en un smartphone o una tablet la aplicación para poder geolocalizar poemas, música, vídeos o actuaciones que el proyecto Occupación poética ha ido diseminando virtualmente, en los espacios públicos de las ciudades que convierte en sus objetivos.

No nos va quedar otra que unirnos a las huestes de Occupació poética, salir de las aldeas bibliotecarias en las que habitamos, y convencer pacíficamente a esos irreductibles no lectores para que no sigan pintando de gris a Murcia.


Partido Bibliotecario Progresista por la Cultura: vota futuro, vota cultura

$
0
0

Hace unos días el presidente estadounidense Barack Obama visitó la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte), y como lugar para la rueda de prensa que dio con motivo de la visita, eligió la biblioteca. Hace unos años, el antecesor de Obama, Georges Bush, se retrató para la posteridad en el momento en que recibió la noticia del ataque a las torres gemelas durante un acto público (momento que Michael Moore resaltaba con deleite en su documental Fahrenheit 9/11). Y, ¿dónde se estaba celebrando dicho acto público?: en la biblioteca de un colegio.


Lo de Obama con las bibliotecas viene de lejos

Volviendo a Obama, el debate sobre la ubicación y el coste de su biblioteca presidencial (ya hablamos de esta tradición norteamericana en Memorabilia presidencial) lleva meses ocupando titulares en numerosos medios. A la hora de poner en marcha su plan de sanidad pública, el actual presidente norteamericano, no dudó en cuáles eran las infraestructuras y el personal que necesitaba, y reclutó a un ejército de bibliotecarios. Si repasamos las ofertas de empleo recientes en los Estados Unidos, abruma el gran número de plazas que diversas instituciones ofertan para bibliotecarios.

¿Cómo es posible que la primera potencia económica mundial, que está dejando atrás la recesión de estos años, siga apostando por las bibliotecas? ¿Es casualidad que al mismo tiempo potencias económicas como Corea del Sur estén reforzando sus redes de bibliotecas como nunca? Y todo eso,  mientras muchos hablan de la obsolescencia de las bibliotecas frente al empuje digital.

Biblioteca del Congreso de los diputados

Y saltando el charco, en plena pre-campaña electoral, el blog de la revista Infobibliotecas (de la que éramos fans desde siempre, pero desde hace unos días, que puso como ejemplo de creatividad y buen marketing a este blog, y a las acciones de la Biblioteca Regional, no podemos más que seguirla aún con más pasión) ha publicado un anticipo del artículo que sobre bibliotecas y política, incluirá en su próximo número, y que no puede resultar más oportuno y necesario.

Bajo el título Elecciones y bibliotecas: las propuestas de los partidos y de los bibliotecarios en Andalucía, se realiza un repaso a los distintos programas de los principales partidos (incluidos los de reciente aparición) concretamente en lo que se refiere a las políticas culturales que prometen llevar a cabo, y más específicamente, en si hacen mención a las bibliotecas. Por ejemplo, en Finlandia, espejo en el que siempre nos miramos a la hora de hablar de sistema educativo: todos los partidos políticos incluyen en sus programas puntos respecto del sistema de bibliotecas.

Si los analistas políticos repiten que los resultados de las andaluzas, pueden ser extrapolados en muchos aspectos a las municipales y autonómicas del resto de comunidades en mayo; será bueno repasar lo que al respecto de la cultura y las bibliotecas se dice en sus respectivos programas. No creemos que el asunto bibliotecario sea decisivo a la hora de sumar más votantes; pero en política ya se sabe que todo suma, nada resta.

Tal vez, ahora que la sociedad española se está movilizando políticamente (afortunadamente hasta los jóvenes muestran más interés) sea el momento para que surgiera un partido político bibliotecario. Cosas más raras se han visto. Si en el Ministerio del Interior hay inscritos partidos con nombres tales como PIS (Partido Irreverente Surrealista), el DD (Democracia Directa, del amor, la sonrisa y el método científico) o las Panteras Grises de España (partido político de los jubilados). ¿Por qué no un Partido Bibliotecario Progresista por la Cultura (PBPC), cuyo eslogan podría ser algo así como: “al progreso por la cultura”?



Después de todo el gremio posee muchos activos de cara a gestionar la cosa pública. Amplia experiencia en gestionar recursos precarios, en atender a todo tipo de público y sensibilidades sociales, en integrar a minorías, en favorecer el progreso económico de la comunidad a través de la educación, en cooperación internacional, en resolución de conflictos, y así un largo rosario de virtudes que quedarían de lo más aparentes en cualquier programa electoral. Prácticamente sólo nos faltaría una sintonía con gancho para arrancar la campaña electoral.


En los años 80, el partido de las Panteras Grises de España, en un delirio electoralista sin parangón, tiró del popular A quién le importa de Alaska y Dinarama. El himno gay español por excelencia, como sintonía para un partido de jubilados. Eso sí que fue un puntazo progresista, y un ejemplo de lo fácil que resulta en política apropiarse de discursos ajenos. Nada que objetar, siempre que realmente se crea en ellos y se cumpla lo prometido.


Así que nada mejor que cerrar con dicho tema, pero incidiendo en lo de apropiarse de lo ajeno para hacerlo propio, no lo haremos con la archiconocida versión original, sino con el tango que la cantante Bebe hizo del mismo. Y es que la política en ocasiones puede resultar tan intensa como un tango.



Día de resaca

$
0
0

Hoy estamos de resaca, y no hay café por cargado que esté, capaz de espabilarnos de la celebración un año más del Día del Libro. Estamos resacosos de citas de escritores famosos, de recomendaciones de libros, de imágenes idealizadas de lectores y libros, de frases entrecomilladas sobre las bondades de la lectura, de mil y una noticias y especiales en todos los medios celebrando al libro y a la lectura. Y ¿hoy qué?, ¿se habrá incrementado el número de lectores por ello?, ¿se cerrarán menos librerías?


Que no, que no, que no estamos en la última fase de la borrachera, y después del subidón, subidón, nos hemos instalado en el muermo. Que no estamos patéticamente llorosos, proclamando que queremos mucho a nuestros usuarios, que la lectura es maravillosa, que los libros son maravillosos, que el muuuuuundooooo es maravilloso, y que sois lo más importante de nuestras vidas. Que no, que no vamos de descreídos, todo lo contrario. El que exista un Día Internacional del Libro está muy bien.

Como mínimo las librerías habrán aumentado sus ventas, y las bibliotecas hemos hecho podido programar actividades para deleite de nuestros usuarios. Pero es que para promocionar la lectura no queremos un día, queremos todos los días del año. A veces esto de los Días Internacionales de…. es como los propósitos de año nuevo: lavan la conciencia a base de buenos propósitos y después se olvidan con la misma facilidad que se formularon.



En las bibliotecas el Día del Libro son 365 (bueno restando festivos que cerramos), y no estaría mal que  si de verdad se quiere fomentar la lectura, se apostase por las mayores redes de circulación y fomento de la lectura que somos las bibliotecas. Pero en pleno día de resaca, no es cuestión de ponernos intensos, por eso hemos recurrido a algo liviano para engalanar el post: a algunas de las viñetas del delicioso cómic Los libros en The New Yorker(por supuesto, presente en nuestra Comicteca) con el que rebajamos un poco el empacho de ayer.



Pero, casualidades de la vida, hoy, 24 de abril, el día después del Día del Libro (¿quedará algún día del año que no sea Día Internacional de algo?) se celebra el Fashion Revolution Day. De más reciente creación, que el del Libro; el Fashion Revolution Day surgió a raíz del derrumbe en 2013, del edificio en Bangladesh en el que trabajaban, en condiciones pésimas, miles de trabajadoras para empresas textiles extranjeras.



Bajo el lema: ¿Quién hizo mi ropa?, este día busca una toma de conciencia en los consumidores respecto del origen de lo que cuelga de las perchas en nuestros armarios. Slow Fashion Spain quiere que todo el que se sienta concienciado con el asunto, se haga un selfie con su ropa del revés y lo publique acompañado por la pregunta ¿Quién hizo mi ropa? en las redes sociales.


Biblioteca de cine diseñada por Thatcher Wine
Que el Día Internacional del Libro le dé el relevo en lo que a recordatorios-reivindicaciones mundiales se refiere, al Fashion Revolution Day, parece hecho a propósito para que nuestra Pasarela BRMU tenga aún más sentido. Pero hablando de vestir y libros, volvamos con un viejo conocido de este blog.

Thatcher Wine (menudo apellido para un día de resaca), el diseñador de bibliotecas privadas del que hablamos hace tiempo en Bibliotecas pijas, ha presentado su nueva creación dedicada a los libros de viajes. Esto nos sirve para repasar algunos de sus últimos proyectos en lo que a diseño de bibliotecas decorativas se refiere.

Para más de un bibliófilo radical lo que hace Wine puede llegar a sonar a herejía, recordar un poco a los libros huecos con que se daba empaque al saloncito pequeñoburgués en una burda imitación del espíritu ilustrado aristocrático. Pero convertir al libro en objeto estético, y de deseo, como puede hacer la moda con nuestros cuerpos, no tiene porque resultar frívolo, viviendo como vivimos en la era de la imagen.

Biblioteca sobre libros de viaje diseñada por Thatcher Wine

Las obras completas de Jack London



Y para cerrar con banda sonora, hilvanando muy fino (lo sentimos pero hoy no estamos para hilar), elegimos a Beth Ditto. La líder de la banda The Gossip, cantaba aquel tema de I wrote the book (Escribí el libro) que podía ser un himno perfecto para el Día del Libro, y también fue una de las presencias más rotundas en la Fashion Rocks de hace unos años. Así pues, el Día del Libro y el Fashion Revolution Day unidos gracias a la energía reivindicativa de una Beth Ditto, que eso sí, no sabemos si será lo más aconsejable para un día de resaca.




Lectura en 5,5 pulgadas

$
0
0


En los últimos tiempos, en foros y webs especializadas en telefonía móvil, se debate si la tendencia de los móviles con pantallas de 5 o 6 pulgadas terminará imponiéndose. Problemas del primer mundo que diría Laura Pacheco, autora del cómic del mismo título  (por supuesto, disponible en nuestra Comicteca). Pero más allá del primer mundo, el asunto de las pulgadas de los móviles tiene implicaciones mucho más trascendentales que las que nos retrata este cómic.



La UNESCO advierte en un informe del enorme potencial de los teléfonos móviles para la alfabetización y el aprendizaje en países en vías de desarrollo. Para muchas mujeres y niños de países subdesarrollados, la tecnología móvil y las tabletas son su único acceso a la cultura, su única posibilidad para aprender a leer. La organización sin ánimo de lucro Worldreader, a través de los e-readers, los móviles u otras formas de tecnología digital, está desarrollando programas en 50 países para alfabetizar a la población.


Leer en la era del móvil: los libros son escasos, pero los móviles están
en todas partes

A través de esta organización, desde el año 2010, más de 400.000 personas al mes han leído cerca de 2 millones de libros electrónicos. Libros traducidos a las lenguas locales, libros de texto y clásicos de la literatura universal. Y una vez más, se confirma que las mujeres son el futuro en muchos países subdesarrollados: son ellas las que mejor rendimiento sacan a la lectura a través del móvil y demás dispositivos.




David Risher, cofundador de Worldreader, tuvo la idea de crear algo así al encontrarse con una biblioteca cerrada con un candado, en uno de los países que visitaba invitado por la Clinton Global Initiative en el 2009. Allá donde no podían llegar los libros impresos, podría llegar la lectura a través de la tecnología digital. Y un año después, los primeros 20 e-readers llegaron a Ghana. Cinco años después, Mark West, encargado de proyectos de la UNESCO, ha declarado al respecto:

"He visto a personas que leen 10 libros al mes en una pantalla monocroma, donde se pueden visualizar sólo 4 líneas de texto".



Inevitablemente nos ha venido a la memoria una anécdota que contaba un catedrático de la Universidad de Murcia (y cuyo nombre omitimos, ya que contamos la anécdota sin haber pedido permiso previo). Un estudiante matriculado en Biblioteconomía y Documentación, se jactaba ante el docente en cuestión, de pasar completamente de la lectura (no sabemos cuál ha sido la deriva profesional del muchacho, pero por el bien de la profesión confiemos en que cambiase de rumbo laboral). Ante la orgullosa declaración del estudiante, el catedrático le contestó que no paraba de leer cada vez que usaba su móvil, cada vez que navegaba por internet, que chateaba o utilizaba alguna red social. No consta réplica alguna por parte del feliz ignorante.

Paradojas de nuestro tiempo. Si en el 2012 le dedicábamos un poema a una biblioteca sin puerta en el supuesto Primer Mundo; ahora sabemos de esa otra biblioteca del Tercer Mundo cerrada con candado, que fue el origen de un proyecto tan ilusionante como Worldreader.




Todo ello, mientras la Fundación de Bill Gates, que tanto está haciendo por el desarrollo de las redes de bibliotecas en países en vías de desarrollo: ha anunciado que su programa Global Libraries incluirá a España como beneficiaria de dicha iniciativa. Con dicho programa se busca concentrar la mayor actividad cultural en las bibliotecas (ya era hora de que se dieran cuenta de que las bibliotecas somos las únicas instituciones culturales que lo aglutinamos todo: libros, cine, música, arte, tecnología, formación, etc….), y para ello se empieza por dar cursos de formación a los bibliotecarios.

A raíz del altruismo de famosos como Bill Gates, hace unos años un seguidor en Facebook nos recriminaba que no lo viéramos mal, discutiendo sus auténticas motivaciones. Nosotros no hemos cambiado de opinión, como mantuvimos entonces, estaremos encantados de formar parte de dicho programa si acaso tenemos la suerte de que tengan en cuenta a la Red de Bibliotecas de la Región de Murcia. Cual habitantes del pueblo protagonista de la obra maestra de Berlanga: estamos dispuestos a disfrazarnos de flamencos si hace falta, con tal de que este Mr. Marshall tecnológico no pase de largo por nuestras bibliotecas.




Fuente: ActuaLitté


Sobran las palabras

$
0
0

Alguna vez han tildado a este blog de rollero (ante lo cual ni asentimos, ni disentimos), claro que ha sido desde Twitter, donde el límite de los 140 caracteres hace que todo por comparación resulte más denso. Pero esto es un blog, y para más inri de una biblioteca (cuna por excelencia de la palabra escrita), así que pese a los tiempos digitales, y a que nos marquemos siempre objetivos de mesura y contención: nunca vamos a temerle a la palabra escrita.

En cambio en este post, si que sobran (salvo estas pocas). Una sola imagen resume a la perfección lo que sosteníamos hace unos años en el post Camino de la telepatía (hay que ver qué chulitos nos ponemos cuándo se nos da la razón). No deja de resultar paradójico, porque lo que se reivindica con esta imagen es precisamente el poder de la palabra escrita.



Centrifugando el 2015 [marzo]

$
0
0
[Haz clic en las letras verdes, y centrifuga tu cerebro]


“No sabría si llevarte a un botellón, no sabría si llevarte a Benidorm con los yayos” canta el grupo de subnopop Ojete calor, e inevitablemente su machacón estribillo nos martilleaba en los oídos cuando arrancamos el mes de marzo en este blog. Todo un canto a la madurez-vejez activa, que nos permitía el declararnos orgullosamente viejóvenes.


Tal vez fuera cosa de la inminencia primaveral, pero lo cierto es que estábamos de lo más decididos a ver la vida de otro color. Nos negábamos a que nos marcasen el ritmo los nuevos tiempos en Deprisa, deprisa, algo que cada vez se hace más difícil, pero que sabíamos más o menos solventar, como tantas veces en este blog, con buena música. 




Y atentos como nos mantenemos a todo lo que pasa en nuestro entorno, nos administramos unas Pequeñas dosis de realidad, y como suele pasar tantas veces esa realidad terminó por superar a cualquier ficción. ¿Qué otra explicación puede haber al hecho de que una encuesta proclame que los oficios más deseados son los de: escritor, bibliotecario y académico? Fue algo que nos sonó, no ya a ciencia ficción, si a ciencia fricción.




Lo que tristemente no nos pareció nada fuera de lo común, siguiendo la tónica de los últimos años, fue el hecho de que el último informe de la OCDE dejara en evidencia al sexo masculino y su poca afición a la lectura. Por ello, cual Clint Eastwood en El sargento de hierro vociferamos en imperativo lo de: Sé un hombre y lee. Un post, por cierto, con muchas seguidoras féminas gracias al eco que nos hacíamos del grupo de Facebook que recoge fotografías de hombres sexys leyendo (y que cerrábamos con un vídeo impagable de El Fary).



El complemento a este post, que exudaba virilidad y lectura, vino a través de una pregunta: ¿Por qué lo llaman biblioteca cuando quieren decir SEXO?Un regocijante repaso a algunas de las relaciones que el erotismo y las bibliotecas han tenido a lo largo de la historia; y que daba hasta descubrimientos tan sorprendentes como que Susana Estrada (la diva más destroyer de la época del destape) fue bibliotecaria. Uno de los post más extensos de los últimos tiempos en este blog, pero es que teníamos muchas y jugosas cosas que contar.

Y hablando de impulsos irrefrenables, aunque el punto de partida fuera algo escatológico, regresamos a lo más actual, en este caso a la necesidad imperiosa de las nuevas generaciones por escribir, por narrar. Lo que nos dio una nueva oportunidad para retomar la vena de ciencia ficción que ha recorrido el blog durante marzo, y nos llevó a cerrar preguntándonos si acaso:

  


¿Qué hacen los bibliotecarios cuando cierran la biblioteca?

$
0
0
Hasta el creador del Gangnam style hizo de la Biblioteca de Seúl,
un escenario para uno de sus vídeos



Se llevan haciendo un tiempo en las bibliotecas de todo el mundo, pero hasta el momento no se había hecho nunca en la Red de Bibliotecas Públicas de la Región de Murcia. Han tenido que ser nuestros inquietos compañeros de la Biblioteca Río Segura, los que hayan lanzado el primer flashmob en una biblioteca murciana con ocasión del reciente Día del Libro.

El éxito de estos flashmob en bibliotecas está más que justificado. Se trata de una trasgresión inocente y festiva de la norma sacrosanta del silencio en nuestras salas. Una manera inocua de darle salida a las ganas de gritar que a veces nos entran a los bibliotecarios; y que como ya dijimos en AAAAAAAHHHHHH!!!! SSSSSHHHHHH!!!!!!, el DSM (ya saben el manual de los trastornos mentales) debería  recoger ya mismo como patología profesional diagnosticable.

La bonita biblioteca californiana de Orange
Pero con motivo del Día del Libro, son muchas las celebraciones en forma de vídeos que van brotando por las redes; y algunas francamente indiscretas. Como la que llevaron a cabo nuestros colegas norteamericanos de la Orange Public Library en California (llamándose Biblioteca Pública Naranja es normal que sean tan chispeantes).

Imagen del vídeo original de Uptown funk

El popular tema de Mark Ronson con Bruno Mars, Uptown funk se convierte en Unread book (Libro no leído), y con la letra convenientemente adaptada (el "no me creas, sólo mira" del estribillo se convierte así en un "no me creas, sólo lee"), les ha servido para mostrar al mundo uno de los secretos mejor guardados de la profesión: lo que hacemos los bibliotecarios una vez se cierran las puertas de nuestros centros. Decididamente, alguien debería parar esta escalada de indiscreciones sobre nuestra profesión, antes de que nuestra bien ganada fama de muermos quede en entredicho para siempre.



Campaña electoral BRMU

$
0
0

Si en el post previo mostrábamos a bibliotecarios haciendo vídeos musicales, en este post va a ser al revés: músicos haciendo vídeos en la biblioteca. Concretamente en la Biblioteca Regional de Murcia.

Que la escena musical murciana está viviendo una época desconocida, en cuanto a grupos con repercusión a nivel nacional, es algo sobre lo que hablamos en Murciano total. Tanto es así, que la denominación de origen murciana, parece estar ganando reputación fuera de nuestras fronteras en el panorama español. Y una de esas propuestas musicales, es la de Carlos Vudú y el Clan Jukebox, que para su último lanzamiento han rodado un vídeo, en el que una de sus localizaciones es, ni más ni menos, que nuestra querida Biblioteca Regional.



Gigantes, así se titula el último trabajo del músico murciano Carlos Vudú junto con el Clan Jukebox: y tanto por letra como por música nos vendría de perlas como sintonía para la campaña electoral de nuestro Partido Bibliotecario Progresista por la Cultura. "Habrá que ser gigantes, brillantes y elegantes". Eso sí, antes pediríamos permiso, no vayamos a tener problemas de ningún tipo.


Pasarela BRMU: Carmen Ramil

$
0
0


"Una noción de que un periodo de tiempo diferente, es mejor que el que estamos viviendo. Es una falla en la imaginación romántica de esas personas, que encuentran difícil lidiar con el presente."

El protagonista de la deliciosa comedia de Woody Allen, Medianoche en París (2011), pronuncia esta reflexión una vez asume que su deseo de vivir en otra época, no es más que una excusa para huir del presente. Y esa huída, bien es sabido, nunca lleva a ninguna parte.





La nostalgia por un tiempo no vivido puede llegar a ensimismarnos, a engañarnos, haciéndonos desear un mundo que, en realidad, nunca existió. En cambio, inspirarse en el pasado para rescatar lo que de bueno tuvo, lo positivo y bello que merece la pena conservar, y así enriquecer nuestro presente, sólo puede significar evolución.

La encargada de clausurar nuestra Pasarela BRMU es Carmen Ramil. Sus diseños de accesorios y prendas reinterpretadas según los cánones de los años 20 y 30 del siglo XX, nos invitan a progresar. A recoger el testigo de un estilo inconfundible, y a proyectarlo en el tiempo que estamos viviendo.

En su atelier no se evoca al pasado, se le hace presente. Cada vez que Ramil rescata una prenda antigua, y la reinterpreta con ilustraciones que remiten a la estética de aquellos años, nos está hablando en realidad de futuro. Del futuro en el que soñaban los contemporáneos de aquel convulso momento histórico, y que ahora nosotros representamos, en un tiempo, que guarda no pocas similitudes con aquel.





El conocido como período de entreguerras, fue un tiempo de inflexión estética y social que definiría al mundo venidero; y la selección de novelas, películas, cómics o música que forman parte de esta Pasarela BRMU/Carmen Ramil dan buena cuenta de ello.

Desde el París de las vanguardias al noctámbulo Berlín, del Madrid de la sicalipsis al violento Chicago; de los gánsteres a las flappers, de los cabarés a los salones art decó, de las buhardillas a los clubes de jazz. Toda una selección de lujo de cara al verano, para recrearnos en una época cuyo encanto no caduca.



La necesaria frivolidad de aquellos años, fue un logro para Occidente tras muchos siglos de avances; y gracias a las creaciones de Carmen Ramil, ahora podemos mirarnos en la alegría y la osadía de nuestros antepasados, para encarar con el mejor ánimo posible este cambio de época que estamos viviendo.

Ropa ilustrada para clausurar nuestra Pasarela BRMU 2014-15, no cabía mejor concepto para lo que hemos pretendido con esta cuarta acción artístico-bibliotecaria. Evidenciar las conexiones entre moda, literatura, pensamiento, cine, música o cómics; y así demostrar que cualquier disciplina creativa tiene sentido en una biblioteca del siglo XXI.



Boceto de Carmen Ramil para Pasarela BRMU



Agradecimiento: a Fina Hermosilla por su generosidad, sin su ayuda esta Pasarela BRMU/Carmen Ramil habría sido imposible de llevar a cabo.

Biblioteca frívola

$
0
0


A rebufo de nuestra Pasarela BRMU/Carmen Ramil y su evocación de los denominados locos años 20 (y 30) del siglo XX, surge este post que reivindica la frivolidad como un logro de la civilización frente a la condescendencia con que se le suele considerar.

El cliché quiere que la primera imagen que nos asalte cuando pensamos en la década de los veinte, sea la de las flappers bailando charlestón o claqué a menos de 20 fotogramas por minuto. Y ese aceleramiento se adecua a la perfección, al vertiginoso ritmo que fue adquiriendo el siglo XX a partir de ese período de entreguerras. Esa frivolidad, tan denostada en ocasiones, fue la expresión más clara del ansía de supervivencia ante las tragedias que la precedieron y la clausuraron. Fue una explosión de creatividad, un logro cultural para Occidente.

Un síntoma de que una cultura ha alcanzado cierto grado de sofisticación intelectual, es el hecho de que pueda permitirse cultivar la frivolidad. La pregunta sería, ¿a partir de cuándo la dosis de frivolidad aconsejable se excede y tiene efectos secundarios?

En Sonrisa de bibliotecario ya hablábamos de esa "dulcificación" que se está aplicando a las antaño más formales ofertas culturales de las bibliotecas. La gamificación que todo lo invade. Convertir en juego nuestras actividades, no sólo para menores, si no para todo tipo de público, como una manera de resultar más atractivos.

¿Qué son al fin y al cabo nuestras acciones artístico-bibliotecarias sino el ofrecer lo que ya ofrecíamos vestido con ropajes llamativos? Hogares vintage, salones de belleza africanos o escaparates de moda para ofrecer nuestros fondos de manera más atractiva. ¿Estamos frivolizando nuestras propuestas o aprendiendo a vendernos mejor? Cada uno sacará su conclusión, lo que está claro es que el concepto de biblioteca, sigue asociándose a una cierta idea de respetabilidad.

Por ejemplo, precisamente desde el mundo de la moda se han apropiado de la idea sobre la que nos constituimos las bibliotecas para crear las denominadas fashion libraries (bibliotecas de la moda). No,  no se trata de bibliotecas cuyas colecciones estén especializadas en moda, sino de locales que requieren poseer un carné de usuario para tomar en préstamo a domicilio ropa. Pagando una cuota mensual (de 15 a 35 euros) se pueden retirar en préstamo de 3 a 4 prendas por semana. ¿Tendrán también política de sanciones?


Ropateca, la primera fashion library en Barcelona

Pilar Jurado, la soprano encargada de 
promocionar la ópera en el programa Sálvame
Pero volviendo a saber venderse sorteando los peligros de la frivolidad. Con motivo de la recién
celebrada Semana de la Ópera, se sucedieron diversas representaciones de famosas obras clásicas en espacios públicos de la capital madrileña, organizadas desde el Teatro Real. Eventos cuya celebración se podía prever, pero lo que resultó más sorprendente es que el medio televisivo que se volcó en festejar y promocionar dicha celebración en colaboración con el Teatro Real, fuera el grupo Mediaset.

El, merecido o no (cada uno que piense lo que quiera) eslogan-broma que corría por la red de "cada vez que pones Telecinco, se suicida un libro": daba una idea de la reputación que muchos asocian a la oferta televisiva del grupo mediático en cuestión. Por eso que el género elitista por excelencia como es la ópera, se haya aliado para su promoción con una cadena cuya programación, se basa en realities y programas sensacionalistas, da una idea de cómo las ya debilitadas barreras entre la alta cultura y la cultura popular, se desmoronan cada vez más.

En los años veinte de los que antes hablábamos, la actriz Clara Bow con la película It, puso de moda lo que ahora tanto se dice de las it-girls. Ese  it (ello en inglés) hacía referencia a ese algo especial (en palabras de la escritora Dorothy Parker) que hacía que Bow fuera atractiva tanto para hombres como para mujeres.

Y las bibliotecas en el siglo XXI también están en su derecho de querer ser it-libraries. Bibliotecas con ese algo especial que las haga merecedoras de premios como los que otorgan en los Estados Unidos: los Premios Nacionales para Museos y Servicios Bibliotecarios.

Ahora la cuestión está en conseguir ese it, sin banalizarnos, sin perder por el camino el prestigio ganado a pulso durante tantos años. Y mientras vemos dónde está el punto medio, cerraremos con un chica que claramente tiene ese it.

Héloïse Letissier, la cantante que se presenta bajo el nombre de Christina and the Queens, que ha arrasado en Francia con su disco debut, y que ahora llega a nuestro país, consigue ese difícil equilibrio entre resultar interesante y a la vez comercial. Precisamente incluye un tema en su disco bajo el título de It, así que nada mejor que un vídeo suyo para cerrar estas divagaciones en torno a la necesaria, o no, frivolidad de las bibliotecas.


La Murcia de cada uno

$
0
0
La Murcia de aires cubistas de Carpe

Una de las mayores aspiraciones de los verdaderos viajeros, (no de los que sólo hacen turismo parapetados tras el objetivo de una cámara) es llegar a recrear el espejismo, aunque sea por un segundo, de pertenecer al lugar destino de su viaje.

"Porque allá donde voy me llaman el extranjero, donde quiera que estoy el extranjero me siento. También extraño en mi tierra, aunque la quiera de verdad. Pero mi corazón me aconseja, los nacionalismos que miedo me dan" que decía la canción.

Tras la inflación de programas de televisión sobre compatriotas en el extranjero, y viceversa, de extranjeros en nuestro país: lo que queda claro es el interés que siempre despierta la mirada que los demás arrojan sobre nosotros.

Huir de los estereotipos cuando se habla sin conocer de primera mano una tierra extranjera, es un ejercicio de pereza mental en el que todos incurrimos alguna vez.

Un clásico en los expositores de postales de los bazares de Benidorm (ciudad internacional donde las haya) resume bien el rosario de tópicos con el que muchas veces nos movemos:

El cielo es donde los policías son ingleses, los mecánicos son alemanes, los cocineros son españoles, los amantes son italianos, y todo está organizado por los suizos.

El infierno es donde los policías son alemanes, los mecánicos son españoles, los cocineros son ingleses, los amantes son suizos,y todo está organizado por los italianos.

La mayor declaración de amor que se puede hacer en Murcia,
siempre que sea sin aire acondicionado

Pero mientras aguardamos a que las generaciones Erasmus tomen las riendas en sus respectivos países, y así se compruebe si realmente ha cambiado la mentalidad de los europeos sobre sus vecinos: vamos a centrarnos en algo más inmediato y cercano.

La Murcia siniestra de Magius
Murcias hay muchas. Pese a la imagen monolítica que puedan arrojar los tópicos en torno a Murcia y a los murcianos (de la que ya hablamos en Murciano total), afortunadamente cada uno tiene su mirada, y cada vez, hay más Murcias dentro de Murcia.

Y no sólo por las escenas alternativas, las iniciativas privadas en torno a la cultura y los colectivos ciudadanos autónomos, que van surgiendo aquí y allá. Durante los últimos años, el cambio de población a través de la inmigración, ha sumado a las miradas inevitablemente subjetivas de los nacidos en Murcia, miles de miradas foráneas.

Es el caso del ruso Sergio Goncharoff y su pareja, que se presenta bajo el nombre de Luz Casal (no sabemos si por ser fan de la cantante). Instalados en la ciudad de Murcia desde 2007, su afición por la fotografía y el vídeo les llevó a montar una empresa de producciones audiovisuales para acontecimientos. Pero más allá de sus trabajos audiovisuales por encargo, elaboran vídeos sobre su tierra de adopción por el puro placer de mostrar lo que les gusta de ella. Su proyecto sobre el Entierro de la Sardina, #SardinaRec, dejaba claro lo marciano que un festejo de estas características debe resultar para la mirada rusa.

Pero su vídeo sobre el Puente Viejo, con el recitado con acento ruso de un poema del escritor panochista por excelencia, Frutos Baeza: es uno de esos documentos que expresan mejor que cualquier estadística, el multiculturalismo que ha venido para quedarse y conformar la Murcia del siglo XXI:





Miradas de extranjero que la hacen suya, y miradas de autóctonos. Oriundos como Magius (que sostiene que nació, vivirá y morirá en Murcia), seudónimo bajo el que se camufla Diego Corbalán, ganador del certamen Creajoven de cómics de 2010, que también firma bajo el seudónimo Yo perro. Este murciano que tanto exhibe sus raíces, ha publicado a nivel nacional, a través de la editorial Entrecómics: la visión más vitriólica y corrosiva que se recuerda en mucho tiempo de la ciudad del Segura. Su título es sumamente explicativo en su brevedad: Murcia.

Comixunderground, bizarro donde los haya, con algunos de sus diálogos en panocho, no apto para todos los gustos, y sobre el que incluso se está rodando una versión cinematográfica; que se sitúa en el otro extremo de las posibles visiones que habitan nuestra tierra.

Y en medio de todo, la Biblioteca Regional, como refugio seguro para preservar la mirada más caleidoscópica posible de todo cuanto nos rodea.




De sinestesias varias

$
0
0
Ensalada del chef Charles Michel según la pintura 201 del "sinestésico"
pintor Wassily Kadinsky. Según sus comensales sabía mucho mejor.



Será porque cada vez todo es más permeable, porque todo influye en todo, que la sinestesia ha pasado de ser una alteración de los sentidos, al sexto sentido que todos deberíamos poseer para manejarnos por el siglo XXI.

Al menos en este blog es norma imprescindible en su inexistente manual de estilo, el rastrear cualquier relación posible entre los asuntos más peregrinos, como una manera de estimular sensaciones, y sobre todo pensamientos. Por ello, lo que ofrece la web Musicinamagesnos parece algo de lo más habitual por estos pagos blogueros-bibliotecarios. Puedes subir una imagen a dicha web, y un algoritmo recoge las formas y colores de la imagen, y genera una melodía que pueda irle bien. Escépticos ante esta mecanización algorítmica de  las emociones, hemos acudido a la web en cuestión.




La imagen elegida para subir, y así comprobar “cómo suena” ha sido un cuadro clásico: La masacre de los inocentes de Rubens. La representación pictórica del famoso episodio bíblico en el que Herodes ordena asesinar a todos los recién nacidos en Belén, está lógicamente cargado de dramatismo, escena truculenta donde las haya, que sólo la belleza y armonía de la pintura clásica flamenca (junto con la distancia histórica del supuesto hecho) nos puede permitir disfrutar.

Pues bien, la banda sonora que la mencionada web ha puesto al cuadro no es que haga excesivas distinciones entre el tremebundo cuadro de Rubens y los alegres girasoles de Van Gogh. Y es que ya dijimos que esto de los algoritmos aplicados a asuntos como el éxito literario, o el amor, no nos terminaba de convencer.



No resulta mucho más interesante a niveles sinestésicos, lo que hizo el museo del Prado, ofreciendo cuadros en relieve para que los invidentes pudieran “leer” grandes pinturas de la pinacoteca. O yendo un paso más allá, la creación llevada a cabo por parte del artista Matt Collishaw gracias a la tecnología de las impresosas 3-D.

En las bibliotecas los Estados Unidos, los fab lab (o espacios para emprendedores que se habilitan en las bibliotecas) tienen en las susodichas impresoras 3-D una de sus mejores bazas. Disponer de este tipo de equipamiento, y permitir que los ciudadanos puedan utilizarlo para fabricar prototipos y así vender sus proyectos de negocios, es una de las vías a través de las cuales las bibliotecas estadounidenses están demostrando su aportación práctica a las empresas.

Pues bien, el siguiente vídeo es la aplicación de estas impresoras al cuadro de Rubens por parte del artista Matt Collishaw, que unido a la animación stop-motion de Sebastián Burdon, proporciona una experiencia mucho más impactante que la de la música añadida de Musicinamages:



 Y por ese relacionar continuo en el que nos movemos, otro ejemplo reciente del uso de las impresoras 3-D ha sido los diseños de zapatos diseñados por grandes arquitectos. El abaratamiento de esta tecnología va a ser clave en los próximos años, y las bibliotecas que podamos ofrecer este servicio, demostraremos, una vez más, nuestra capacidad de modernización. De momento, sin tecnología 3-D mediante, en la Biblioteca Regional también tenemos zapatos, pero zapatos pintados a mano por Carmen Ramil, y que han venido a enriquecer nuestra Pasarela BRMU.

No es por despreciar, pero nos quedamos con los zapatos pintados a mano
por Carmen Ramil antes que con los fabricados por una impresora


La coda final en este cruce de sensaciones va a venir de nuevo de mano de la pintura, en este caso animada, y con el sonido más irreverente posible, el de la pedorreta. Ya lo pusimos en el post De la belleza y la risa, pero no nos resistimos a recuperar un fragmento de este vídeo en el que las apariencias engañan, y el resultado final de unos delicados besos se transforma sinestésicamente en un cosquilleo de simple y sano cachondeo.


La crema facial de Agatha Christie

$
0
0

Que los años 20 y 30 son fuente de inspiración Pasarela BRMU/Carmen Ramil mediante, no es ningún secreto (lo dicen hasta en la televisión), así que no resulta nada misterioso que arranquemos este post con una noticia relacionada con la autora más famosa de los años 20 (y posteriores) de intrigas y misterios varios.

Algunos de los títulos de Agatha Christie (en sus versiones cinematográficas) forman parte de la selección de esta Pasarela. No podía ser de otra manera, parte del imaginario en torno a aquellos años, tiene un filón en la abundante obra de la escritora inglesa. Su misteriosa desaparición en 1926, ayudó a crear esa aureola que terminó de definir a un personaje único, cuya biografía resulta más interesante en algunos aspectos, que muchas de sus repetitivas tramas detectivescas.


Christie y Houellebecq: dos escritores
que han hecho de la desaparición un arte


Y en esa biografía se contabilizan, aparte de anécdotas tan exóticas como ser una de las primeras mujeres en practicar el surf: dos matrimonios, el segundo de ellos con el arqueólogo Max Mallowan. A raíz de este segundo matrimonio, Christie incrementó su interés por la arqueología; actividad en la que colaboraba con su marido durante los meses de otoño, en excavaciones de Siria e Irak.

Precisamente este agosto se reedita un libro biográfico de Christie, en el que relata muchos de sus viajes por estas tierras durante la década de los 30, cuyo patrimonio hoy día se encuentra bajo la amenaza del Estado Islámico.

En Come, tell me how you live (Vamos, cuéntame cómo vives) la escritora que tanto recurrió a lugares exóticos para ambientar algunas de sus tramas, expresa la fascinación que sintió al llegar a la mítica ciudad de Palmira; esa misma que mantiene al mundo en vilo estos días ante la amenaza que supone el que haya sido invadida por los fanáticos islamistas.

Agatha en una de las excavaciones en Siria

De momento, a tenor de un vídeo difundido por el propio Estado Islámico, parece que los restos de la antigua ciudad siguen en pie (la mayor parte del patrimonio fue trasladada por el gobierno sirio antes de la invasión), pero la amenaza sigue en pie.


Noticias que se superponen con la reciente revelación de la biblioteca personal de Osama Bin Laden. El gobierno estadounidense ha desvelado parte del material incautado en el escondite del famoso terrorista. Como era de esperar sus aficiones lectoras iban encaminadas principalmente a “libros profesionales”: desde las estrategias militares de los Estados Unidos, a textos sobre teorías conspirativas o económicas, pasando por dos de los títulos que Noam Chomsky dedicó a criticar con dureza la política exterior norteamericana en América Latina.

Una selección de títulos para una biblioteca que nada tiene que ver con las recomendaciones que nosotros proponíamos en su día para lo que sería una biblioteca terrorista en positivo. Una vez más, queda claro que leer no siempre es bueno.

No sabemos aún si el cómic dedicado a la vida de Agatha Christie incluirá sus periplos arqueológicos por Siria e Irak (y su divertida anécdota sobre lo buena que resultaba su crema facial a la hora de limpiar los hallazgos arqueológicos de su marido), pero en breve podremos comprobarlo, ya que se incluye entre las novedades que próximamente llegarán a nuestra Comicteca, junto con el también deseado cómic de El atentado.

De la visión idílica y aventurera de la dama del misterio sobre el mundo árabe de principios del siglo XX, a la descarnada realidad de esos mismos países un siglo después.

La adaptación al cómic de la celebrada novela de Yasmina Khadra en la que se relata la toma de conciencia política de un médico palestino que vive en Israel, es una de los títulos más prometedores de esta temporada. De la evasión que nos brinda Agatha Christie y su interesante vida, a la realidad más cruda del mundo árabe narrada del modo más apasionante. Dos buenas razones para incluirlos en la lista de lecturas para este verano.



Groupie literaria

$
0
0
Patti Smith tras el objetivo

The Elephant house, el cementerio de Greyfriars o el callejón Knockturn son algunos de los lugares de Edimburgo que los fanáticos de la saga Harry Potter, visitan en masa para conocer los escenarios que, según se cuenta, inspiraron a J.K. Rowling para crear la obra que la convertiría en millonaria.

En el caso de las estrellas del rock está más extendida esa fascinación que lleva a los fans a viajar hasta lugares míticos (ahí están Graceland, Neverland o The Cavern club, como lugares santificados respectivamente por Elvis Presley, Michael Jackson o The Beatles, y reconvertidos en lucrativos negocios); pero en el caso de la literatura, salvo excepciones, no es tan abrumador este fenómeno de fans viajeros.

Una pena, porque para aprovechar bien un viaje, no hay  nada como tener referencias literarias. Series como Sexo en Nueva York, han sido las culpables de muchos viajes a la Gran Manzana. Pero viajar a un lugar y rastrear los ecos literarios que tenemos del mismo, puede resultar una experiencia mucho más enriquecedora, que hacerlo siguiéndole la pista a una serie o película. En el caso de la literatura, contrastamos lo que vemos con lo que creó nuestra imaginación, y ese contraste, pese a posibles decepciones: suele resultar más íntimo y sugerente.

Objetos personales de Rimbaud

Cama y escritorio de Virginia Woolf

E íntimas y sugerentes son las fotografías que la gran Patti Smith fue recopilando a lo largo de sus viajes literarios. Decidida a dedicarse a la poesía, como cuenta en sus memorias, Smith de joven peregrinó a Francia siguiendo la huella de su adorado Rimbaud, a Inglaterra rastreando la intimidad de Virginia Woolf, o William Blake. Sus polaroids dan testimonio de su amor hacia estos creadores a través de objetos cotidianos, o de los lugares que habitaron. Desde unos cubiertos de Rimbaud, a la cama y escritorio de Woolf, un pañuelo de William S. Burroughs o unas pantuflas de su amado Robert Mapplethorpe.


Tumba del escultor Brancusi, y zapatillas de Mappelthorpe

Fotografías que han sido objeto de alguna que otra exposición, y que nos permiten asomarnos al mundo creativo de una creadora única. Y es que todo creador antes que artista, ha sido fan; y para sus fans no hay nada más preciado, que descubrir cuáles son sus referentes. Precisamente, la propia Smith fue protagonista de una anécdota relacionada tangencialmente con nuestra biblioteca, que viene a cuento desvelar aquí.

Uno de los técnicos de esta casa, llevaba unas semanas enfrascado en el estupendo libro autobiográfico
de Patti Smith: Éramos unos niños. Una noche de sábado acudió a cenar al desaparecido restaurante de la capital murciana, La Buchara, y allí, de improviso, vivió un auténtico momento fan cuando al entrar en el comedor: se topó de bruces con la mismísima Patti Smith, que participaba ese año en el festival SOS 4.8.

Su timidez, y ese complejo tan nuestro de lanzarse cuando se trata de demostrar el inglés que aprendimos, le llevaron a ocupar su mesa sin decirle ni mú. Al menos, eso sí: envió una botella de vino como obsequio a su mesa a través de un camarero, que la neoyorquina agradeció con una cumplida nota.  

En este caso, a nuestro compañero no le hizo falta cruzar el océano para deambular por el hotel Chelsea o Brooklyn rastreando las huellas de esa escena underground y contracultural  sobre las que escribía la madrina del punk. Directamente se encontró compartiendo comedor con la leyenda de la música, protagonista del libro que lo tenía enganchado.

Este post sin vídeo musical que lo clausure, tendría poco sentido. Y en nuestro empeño de no ser obvios estábamos dudando entre algunos de los clásicos de Patti Smith, o algún tema popularizado por Joselito.

No, no es que nuestra tendencia por epatar se nos esté yendo de madre, es que si uno de los referentes de Smith era el poeta Rimbaud, da la casualidad que esta semana ha llegado a nuestra Comicteca: el fantástico cómic biográfico dedicado a la vida y milagros del niño prodigio. La comparativa que el autor establece entre el poeta francés y el pequeño ruiseñor, es una de las relaciones más divertidas e interesantes que hemos visto en muuucho tiempo.


Así pues, puede que nos guste provocar, y que en un post dedicado a la madrina del punk, no cabría nada más punki que una canción de Joselito. Pero como la polución sonora en los años en que triunfó el pequeño ruiseñor, y la actual, difieren mucho: por el bien de nuestros tímpanos, vamos a ser conservadores, y optar por la Smith. People have the power (La gente tiene el poder). No entendemos como a ningún partido se le ocurrió elegirla para la última campaña electoral.


Centrifugando el 2015 [abril]

$
0
0
[Haz clic en las letras verdes, y centrifuga tu cerebro]


Abril, pese al colorido estacional, se estrenó en blanco y negro en nuestro blog. No se trató de ninguna regresión al pasado, ni de ninguna alergia primaveral que nos afectase: es que fueron el blanco y el negro, los colores protagonistas de la Pasarela BRMU dedicada a la diseñadora Constanza Mas.

Ropa simple para gente compleja. Gracias a los diseños de Constanza, pudimos mirar a través de un telescopio panorámico, que nos ofreció una de las selecciones de libros, películas y cómics más pegada a la actualidad que cupiera imaginar. La revolución digital, los fundamentalismos, la política, la crisis, la corrupción…, todos estos asuntos y muchos más hicieron que arrancásemos el mes tomando conciencia de lo que estamos viviendo a través de la moda.

Los medios iban calentando el ambiente de cara a las elecciones, y nosotros desde la Biblioteca nos adelantábamos iniciando nuestra propia campaña electoral.  Olvidándonos por completo de la exigible neutralidad, pedíamos decididamente el voto por el Partido Bibliotecario Progresista por la Cultura







No precisamos de mítines, ni debates, los mejores argumentos de nuestro programa electoral se encuentran, sea o no sea tiempo de campaña, en nuestras estanterías. A la hora de defender la cultura,  nosobran las palabras, todo lo contrario: las bibliotecas deben alzar fuerte y clara la voz, nos va en ello la vida. Por ello, resultaba inevitable que abogásemos por ser Biblioteca sin mordaza.

En tiempos de jaurías digitales, las instituciones nos la jugamos cada día en las redes, saltamos como todos sin red. Siempre habrá alguien dispuesto a molestarse por algo que publiques (por inocuo que te parezca), a criticar lo que programas u organizas; pero son las reglas del juego, de la lectura y la escritura en 5,5 pulgadas: las aceptas o dejas de existir en la esfera digital. Pero por ganas que den a veces de decir aquello de "que paren Internet que me bajo", nunca es en serio, las bibliotecas tenemos que estar en cuantos más sitios (digitales o no) mejor.




Emulando al druida Panorámix, jugamos a aprendices de mago buscando la poción mágica que inocule la lectura entre nuestros paisanos. Queríamos desterrar al feo color gris que pinta a la Región de Murcia en el mapa que sobre los hábitos de lectura, publica la Federación del Gremio de Editores, y que indica un porcentaje tan pobre de lectores habituales en Murcia. Por eso nos preguntábamos el porqué, y si acaso en las bibliotecas murcianas vivimos en otra realidad paralela. Y precisamente por esos resultados, y con más moral que el Alcoyano, nos lanzamos con más ganas a festejar el Día Internacional del Libro.
Al día siguiente nos levantamos resacosos, pero mereció la pena.




Bibliotecas low cost

$
0
0
"Está de moda estar sin blanca"
Viñeta del cómic K.O. en Tel Aviv


Bibliocochambre, es el inspirado nombre con el que nuestra, siempre ingeniosa y certera, compañera María G. H., bautizó un proyecto que siempre tenemos en mente llevar a cabo, y que nunca terminamos de concretar.

Se trataría de montar una exposición con los documentos destrozados por el (mal) uso de algunos usuarios, una muestra de atrocidades, de incivismos cotidianos, de juguetes rotos de biblioteca, que cual personajes de Toy story 3, se tomasen la revancha. Los maltrechos bienes públicos pagados entre todos, irían acompañados de cartelas indicando el número de préstamos que han tenido, el precio y la fecha de su adquisición. Sería una manera de apelar a esa conciencia cívica que, se supone, todos deberíamos tener ejercitada desde la familia y el colegio.


"Acepta lo inesperado" reza el eslogan de esta película, pero nada nos podía
preparar para aceptar que nos devolviesen una película en este estado


¿Qué interesado en Einstein puede hacer algo así?
Y es que pese a los presupuestos de los últimos años, nos resistimos a convertirnos en Bibliotecas low cost, a permitir que la cochambre nos invada.

Tras demasiados años de crisis económica, las bibliotecas podemos decir que hemos conseguido (las que siguen abiertas) bien que mal: sobrevivir con cierta dignidad. Y por encima de cualquier orgullo institucional, lo más positivo es que han servido, y sirven, para dar algo de dignidad a muchos de los damnificados por esta crisis.




"Los vagabundos de la chatarra", un cómic-reportaje
sobre los buscadores de chatarra en Barcelona,
que bien se podría hacer también en Murcia


Una de las noticias recientes más desagradables, ha sido la última encuesta sobre condiciones de vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística. El panorama para Murcia es alarmante: tenemos la tasa de riesgo de pobreza más alta del país. Una noticia preocupante y desoladora,  que nosotros en las bibliotecas llevamos percibiendo desde hace tiempo.

De los cerca de 400 usuarios cuyo domicilio es el nº 55 de la Carretera de Santa Catalina (Centro de acogida de Jesús Abandonado), un alto porcentaje de las altas en nuestra base de datos, ha sido durante los últimos 5 años. Nuestra Biblioteca Quitapesares (con la que perdonamos las penas por retraso en las devoluciones a cambio de alimentos para las familias necesitadas) lleva varias toneladas recolectadas desde el 2012, año en que iniciamos esta campaña.






Y es que si antes de esta crisis, las bibliotecas ya teníamos un papel social muy importante para la inclusión social de colectivos desfavorecidos; en los últimos años esta función se ha visto más que amplificada. Ya lo recogíamos en Bibliotecas nido (“los desempleados y los inmigrantes son, junto a los indigentes, nuevos usuarios que se suman a los estudiantes, investigadores, jubilados, menores y aficionados a la lectura que tradicionalmente llenan las salas”), y recordábamos la larga relación entre indigentes y bibliotecas de la forma más lírica posible, gracias a Charles Bukowski en Vagabundos y bibliotecas.





Por eso, nos conmueven tanto las fotografías de vagabundos leyendo en bibliotecas californianas, que Fritz Hoffman publicó en National Geographic. En el año 2010, el gobierno estadounidense puso en marcha un ambicioso programa para acabar con las personas sin hogar en el año 2015. Se ha avanzado mucho, pero una vez llegados a la fecha fijada: 570.000 personas sin hogar siguen engrosando las estadísticas de pobreza en los Estados Unidos. 

La Biblioteca Pública de San Francisco ha sido la primera en incluir en plantilla a un trabajador social. Leah Esguerra, que así se llama esta asistenta social, lo dice claramente: "las bibliotecas son el último bastión de la democracia".





Cada foto es una historia, a la vez triste y esperanzadora. Esa necesidad de evasión, de formación, de superación por parte de quienes no tienen nada, encierra motivos de reflexión para cualquiera, mucho más allá de cualquier trillado discurso compasivo, o de miradas lastimeras que nadie pide. Es el instinto por sobrevivir más allá de lo básico, de preservar la dignidad a través de la cultura; y que las bibliotecas sean capaces de proporcionar eso, no puede más que llenarnos de orgullo.






Ni bibliotecas ricas, ni bibliotecas low cost, aspiramos simplemente a ser bibliotecas de clase media. Como ya dijimos en un post: las bibliotecas públicas somos la clase media dentro del mundo bibliotecario, y no hace falta ser del FMI, ni del Grupo Bildenberg, ni avezado en economía: para saber que si un país quiere prosperar, hará bien en fortalecer a su clase media.




Y ya que hablábamos de los pesimistas datos sobre Murcia del INE, y de esa cochambre (la mayoría de las veces de índole moral) con que nos agrede la actualidad, vamos a cerrar en positivo. Baxter Dury es uno de esos músicos exquisitos que si dices que te gusta, quedas guay. Incluido de nuevo en el cartel del Primavera Sound de este año, al británico (hijo del mítico cantante punk, Ian Dury) no le habrá costado mucho desplazarse hasta Barcelona, puesto que según rumores, está afincado en nuestra Región. 

Debe ser por eso, que su vídeo para el tema Palm trees (Palmeras) está rodado en Murcia. Concretamente en las playas de Mazarrón, más algunas tomas en Sierra Espuña. Si las fotos de vagabundos leyendo de Fritz Hoffman, están tomadas en California (el paraíso yanqui del sol, las playas y las palmeras), es justo que concluyamos en uno de nuestros paraísos imposibles. Una visión luminosa y algo melancólica de nuestra tierra (ese arranque del vídeo en una urbanización abandonada), que siempre viene bien para recordar lo que de bueno tenemos, y esforzarnos por recuperarlo:




Greta Garbo en los tiempos de Facebook

$
0
0




Greta Lovisa Gustafsson, la divina, la esfinge, la mujer que no reía, con sólo 36 años, en el culmen de su fama, dijo aquello de "quiero estar sola". Se quitó su disfraz de Greta Garbo, e intentó llevar una vida anónima sólo profanada por los teleobjetivos de algún que otro paparazzi. En el siglo XXI, sería mediaticamente imposible que pudiera existir otra Garbo. Si nuestra Pepa Flores/Marisol también lo consiguió, es porque su retiro fue cuando Internet estaba en pañales, y las redes sociales ni se podían avistar. 

Las estrellas en la era del Instagram (pese a los intentos de alguna como Lana del Rey), no pueden aspirar ni por asomo a ese misterio, a ese aura inalcanzable del que divas como la Garbo, la Dietrich o la Callas hicieron marca de fábrica.





En el 2015, cuando hasta los televisores nos espían en el salón de casa, ese querer apartarse del mundo va camino de ser imposible. No es que nadie esté a salvo, es que casi nadie quiere estarlo. Exhibirse, mostrarse, confesarse hasta tal punto que quien no lo haga, resultará sospechoso. 

Así lo vaticina el escritor Dave Eggers, cuya última novela, El círculo, está a punto de llegar a nuestras estanterías. Para Eggers el ciudadano que defienda su anonimato se convertirá en sospechoso, porque sólo un hacker o un terrorista no querría que su identidad circulase libremente por las redes sociales. 

Por eso con su última novela, su protagonista Mae, vive una trama con ecos de 1984 de Orwell, en una empresa que vendría a ser un mix entre Google, Facebook y Twitter, y en la que su máxima empresarial es que "los secretos son mentiras".

El delicioso cómic con estética de los cincuenta
Si la novela de Eggers debutará en breve en nuestros fondos, el cómic Recuerdos del imperio del átomo ya lleva unas semanas en la Comicteca. Por contraste, esta fantasía retrofuturista en viñetas, nos sumerge en una deliciosa historia ambientada en los años 50, en plena irrupción de ese diseño futurista que ahora consideramos fascinantemente retro.

La persistente moda de lo vintage en ropa, en decoración y en mil cosas más, puede que tenga que ver con lo antipáticos que se han vuelto algunos de los representantes electrodomésticos de esas nuevas tecnologías. 

Los televisores de plasma son como tener a Lord Darth Vader en casa: nos intimidan siniestros, colonizando nuestros salones como Vader invadía planetas en Star wars. Al menos podían añadirle la respiración asistida del siniestro caballero Jedi, para que supiéramos cuándo nos están espiando. No es de extrañar, que más de uno se sienta como Jacques Tati en la película Mi tío, perdido ante la prepotencia de estos gagdets de última generación.


Jacques Tati, irrumpiendo como un elefante en la cacharrería
de la modernidad en Mi tio (1958)


El incomprensible fenómeno, para mayores 
de 18 años, del youtuber El Rubius
Precisamente en esos televisores de plasma, se emitió hace unos días la entrevista que el publicista Risto Mejide hizo en su nuevo programa al youtuber más famoso de las redes. Rubius, el joven que tiene hasta 11 millones de seguidores en su canal de Youtube, y que con sus vídeos se ha convertido en ídolo de masas. Tal vez el momento más trending topic (por mezclar conceptos) de la entrevista, fue cuando se emocionó recordando los duros momentos que pasó por culpa del acoso de los fans, el aislamiento al que se vio abocado por alcanzar una fama desbocada compartiendo su intimidad en forma de vídeos. 

Ese momento en que la fantasía virtual que le había hecho rico, interfirió sin permiso en su realidad, y llegó a amargarle la vida. Ese instante (que siempre cotiza al alza en la televisión) de las lágrimas de El Rubius, es de una de las mejores metáforas visuales de los tiempos que estamos viviendo. 

Si la Garbo quiso que la dejaran en paz en el siglo XX, el Rubius quiso dejar de ser transparente, que diría Byung-Chul Han, en el siglo XXI. Pero, una vez superada la crisis, sigue grabándose haciendo el indio en su cuarto, sin miedo a que Youtube (como creían los auténticos indios respecto de la fotografía), de tanto exhibirse, llegue un día a robarle el alma  





BRMU viral

$
0
0





Que una foto en Instagram de Kim Kardashian, un tweetincendiario de Pérez Reverte, o un post en el blog sobre moda de la última it-girl, acumulen miles de visitas, retuiteos o comentarios, es hasta cierto punto, algo habitual. Pero que sea el post del blog de una biblioteca pública, el que consiga viralizarse en pocas horas es algo menos común.

Sobre todo porque el tema en cuestión no era especialmente polémico, ni escandaloso (bueno escandaloso sí, pero no por lo que decía, sino por la realidad que reflejaba); y eso es lo que pasó el pasado martes 2 de junio en este blog con Bibliotecas low cost. Por unas horas, supimos lo que era eso de volverse viral. Otros posts han tenido conatos de viralidad, pero nunca de manera tan intensa.

Más de 10.000 personas alcanzadas en Facebook, retuiteos por doquier, comentarios y debates abiertos en las redes, y 1200 visitas al post en menos de 8 horas, y sigue acumulando. La onda expansiva llegó incluso a los medios no digitales, y así por ejemplo, sirvió de inspiración para un artículo en la prensa escrita:


Pinchar en imágenes para ampliar


En el post previo (Greta Garbo en tiempos de Facebook) hablábamos del fenómeno de El Rubius, el joven youtuber que aglutina a millones de seguidores en torno a sus vídeos. El videoadicto que ha hecho de su afición su modo de vida, está más que acostumbrado a viralizarse día sí, día también con sus vídeos repletos de humor facilón. No sabemos si será ese humor el que haya hecho que un político emergente como Pablo Iglesias sea seguidor suyo; pero tampoco importa mucho. Lo que deja claro es la atención que los nuevos líderes políticos prestan a los medios digitales, capaces de movilizar a gran parte del electorado joven.




Si bien el auge de los nuevos partidos ha tenido mucho que ver con el uso de la televisión; para muchos jóvenes, este medio ha quedado relegado a un segundo o incluso tercer lugar en su consideración como alternativa de ocio e información. Si en sus inicios, el cine vio a la televisión como su gran rival, ahora a la hegemonía televisiva le ha surgido su particular Eva Harrington en formato digital (ya saben, la ambiciosa joven de la inolvidable película Eva al desnudo… ¿cómo? ¿qué aún no la han visto?, ¿y qué hacen perdiendo el tiempo en este blog?).

Desde que irrumpiera en los 50, la televisión ha sido el medio de masas por excelencia, y aunque puede que ahora le estén surgiendo competencias que le restan parroquia entre las nuevas generaciones, no parece que de momento haya que temer por su supervivencia. Eso sí, el consumo televisivo tal y como lo hemos conocido, sí que puede que tenga los días contados. De seguir fragmentándose las audiencias, dentro de poco los medios de masas puede que terminen por ser medios de tribus.


George Sanders, el crítico-cítrico de Eva al desnudo
orientando la carrera de su pupila hacia la televisión


El cáustico crítico de teatro interpretado por George Sanders, en la citada, y nunca suficientemente recomendada Eva al desnudo: cuando su protegida (interpretada por una primeriza Marilyn Monroe), fracasa como actriz de teatro, y orienta su carrera hacia la televisión; responde a la pregunta de su pupila sobre si en la televisión hacen pruebas, diciéndole que en eso consiste la televisión: en pruebas, sólo pruebas.

La película data de 1950, así que queda claro que el desprecio intelectual hacia el nuevo medio nació prácticamente con él. El enorme potencial formativo, cultural y educativo de un medio como el televisivo para muchos se ha dilapidado en entretenimiento de encefalograma plano. Claro que muchos sostienen que la televisión es, y debe ser, mero entretenimiento, sin mayores aspiraciones.


El nombre de George Orwell y su Gran hermano, tomado en vano
para el reality por antonomasia de la televisión


Pero, ¿y los nuevos medios? Según el estudio de uso de Internet en España, desarrollado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones en 2014, las bibliotecas resultamos atractivas (Internet mediante) para dos franjas de edad de los más equidistantes. Los internautas que van de los 16 a los 24 años, y los que van de los 65 a los 74, que son los que más interactúan con webs de bibliotecas públicas. Un dato que no deja de sorprendernos.

El resto de franjas de edad, según este estudio, se decanta, entre los 25 a 34 años, por las redes sociales, la búsqueda de empleo y la descarga de software; y para los de 35 a 64, el asunto principal es el dinero. Sus visitas se focalizan en la banca electrónica, y en la declaración de impuestos. 

Pero nosotros nos quedamos con ese curiosísimo dato de que los más jóvenes y lo más mayores, sean los que más interactúen con nuestras webs. ¿Quiere decir eso que las bibliotecas estamos fomentando un uso cultural de los medios digitales?, ¿significa que tenemos pasado, sí, pero que también tenemos futuro? Es bastante temerario deducir algo así, pero por soñar que no quede.


La biblioterapia en la Escuela de vida en Londres


Pero ni televisión, ni medios digitales. Si hay un medio para transmitir información, evasión o formación, que pese a los siglos transcurridos, sigue conservando su prestigio, ése es el libro (y aquí no hacemos distinciones entre papel o digital). Así lo asegura Martín Caparrós en el semanario de El País de hace unas semanas. En su artículo dedicado a la biblioterapia, nos contaba las terapias a través de la lectura que practica la School of life de Londres (de la que ya hablábamos en el post Soluciones para el mundo). Como dice su fundador, Alain de Botton: “la vida es demasiado corta para leer libros malos”.

Nadie sabe cómo ha sucedido,
pero Internet es de los gatos
Desde luego no le quitamos la razón, pero nosotros ni siquiera nos metemos en lo que se lea, con tal de que se lea. En las bibliotecas, como en Internet, se puede elegir lo que se desee. El acto soberano de escoger lo que te conviene, se entrena desde hace siglos en las bibliotecas. Mucho antes que la televisión, y desde luego, que las redes sociales: siempre han estado las bibliotecas ayudando a construirse un criterio propio a aquellos que quieren pensar por sí mismos.

Y si hablamos de virales, cerraremos con un vídeo viral reciente. No, lo sentimos, no vamos a recurrir a vídeos de gatitos, ni a supuestas estudiantes que se desnudan en bibliotecas. En ocasiones, aunque sea por circunstancias tristes, hay virales en la red que merecen la pena. Como cuando tras el fallecimiento de Paco de Lucía, su tema Entre dos aguas, ocupó el puesto número dos de temas virales en la listas de reproducciones en Spotify.

Que cosas así resulten contagiosas, te reconcilia con el mundo digital.



Viewing all 482 articles
Browse latest View live