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Ilustración de Carie Henrie |
En el post precedente hablábamos de la misión casi imposible de seducir a jóvenes y adolescentes con la lectura. Pero en estos últimos días estamos viviendo una experiencia en la Biblioteca Regional, que demuestra que pese a todo, siempre hay reclamos que ayudan a desviarles por un instante la atención de las pantallas.
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Ana Frank enganchada a Twitter en un grafiti en Brooklyn |
Una realidad que disipa esa sensación que a veces se nos instala en el ánimo, de que a las nuevas generaciones sólo les interesan el tipo de productos que vienen marcados por grandes corporaciones del entretenimiento.
Precisamente el próximo sábado día 1 de marzo, se celebra en Murcia, el I Encuentro sobre Emprendimiento en Industrias Culturales y Creativas, un intento por debatir en torno a la supervivencia de otras realidades culturales al margen de grandes multinacionales. Afortunadamente, en los últimos tiempos en nuestra ciudad, la cultura no institucional está desarrollando una serie de espacios que dan refugio a toda esa creatividad no estandarizada por parámetros estrictamente comerciales (La Azotea, Café Ficciones, Espacio Pático…) Intentos de resistencia al imperialismo cultural que pretende uniformarnos los gustos, reductos contra el pensamiento único.
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El emblemático cine Rex de Murcia por Pedro Vera |
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Bieber "postureando" para parecer malote |
Queda claro que la figura y vida de Ana Frank, siguen vigentes. Un recordatorio permanente de esos pequeños fanatismos cotidianos sobre los que siempre tenemos que mantenernos alerta, para que no degeneren en causas mayores. Ya tratábamos este asunto en Mi lucha en digital, pero noticias provenientes de Japón vuelven a sonar de lo más inquietantes.
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Conocía el Holocausto antes de que se hiciera mainstream |
En Tokio, la policía anda investigando los misteriosos destrozos acaecidos en 38 bibliotecas del centro de la ciudad. Páginas arrancadas o cortadas con cúter de más de 300 ejemplares del Diario de Ana Frank, así como de otras obras relacionadas con su figura. Puede ser la obra de un perturbado, pero en cualquier caso no deja de resultar inquietante.
Confiemos en que la nueva adaptación al cine que de la vida de la adolescente judía va a llevar a cabo el cineasta israelí Ari Folman (autor de la bella Vals con Bashir), sirva como él mismo dice, para mantener vivo su recuerdo entre las generaciones más jóvenes. Es el único antídoto para desactivar esos pequeños fascismos cotidianos que nos rodean casi sin darnos cuenta.